La política europea en versión tuitera

Twitter, como red social predominante entre los profesionales de la información y los políticos, alberga una gran parte del tráfico de información cibernético de la UE. La presencia de los políticos europeos en esta red es casi total al igual que la de sus portavoces. No obstante, cabe destacar la actividad comunicativa de altos cargos como el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy (@euHvR), o el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz (@MartinSchulz). Ambos transmiten una gran parte de sus opiniones y comunicados sobre la actualidad europea vía esta red social.

Asimismo, muchos portavoces y personal de prensa de las instituciones también profesan una gran actividad en Twitter, como una obligación más de su trabajo, contestando a todas las cuestiones que los ciudadanos les plantean. Dos buenos ejemplos serían: la portavoz de la CE, Pia Ahrenkilde (@EcspokesPia) y el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch (@jduch).

Por otra parte, fuera del nivel institucional, existe una importante presencia en Twitter que parte de los partidos políticos en el PE y de sus diputados. Entre los representantes españoles, Raül Romeva, eurodiputado de los verdes (@raulromeva), es uno de los más activos junto con Ramón Tremosa, eurodiputado de CIU (@ramontremosa); Pablo Zalba, eurodiputado popular (@PabloZalba) y Raimon Obiols, eurodiputado socialista (@robiols).

EFE

 

Soma Comunicación en Twitter

El rumor de la demagogia

Contagiados quizás por los tambores del oficialismo tradicional, hemos asistido en los últimos días a episodios en las redes sociales calcados del ruido registrado en otros tiempos por cauces más rudimentarios pero, a la vez, igual de eficaces.

Cuando los argumentos proceden de la vertiente oficial, tanto en su origen como en su desembocadura, el resultado en  muy ruidoso e impone un silencio prudente.  Aspecto que hemos localizado el pasado fin de semana tanto en el suscitado en torno a la idoneidad de ver fútbol o no en tiempos de crisis o sobre los silencios protagonizados por determinadas instancias, periodistas o personalidades en relación a circunstancias lamentables como los incendios de Valencia.

Cualquier persona es libre de mostrar el enfoque que considere oportuno respecto a las circunstancias que le rodean. Como lo es el amante del fútbol de ver un partido, a pesar de que él o algún miembro de su familia esté en paro. Como lo es la pareja que decide mantener relaciones sexuales con su media naranja, o el periodista de la sección de Economía que después de una larga jornada en la redacción decide desconectar tuiteando las anécdotas del encuentro de su selección.

Banalizamos, nos mostramos como albaceas de lo bueno y de lo malo, tuiteamos a golpe de verdades absolutas, respiramos sin oir respirar, criticamos sin contrastar, leemos titulares sin entrar en la letra pequeña, construimos verdades a medias, maquillamos nuestra estulticia a golpe de mensaje demagógico o conectado con el pensamiento de la masa, fabricamos ideas que multiplicamos por cien hasta revestirlas de verdad…

Los cauces de la libertad no han de verse reducidos por el ruido de cuatro perfiles que por no compartir una ideología, una tendencia o, incluso, una frivolidad, recurran a la condena irracional y demagógica de ese acontecer construido por todos, entre todos. Las reglas del juego deberían estar claras, o al menos tenerse en cuenta mientras no mediaran insultos o amenazas irracionales.

Convertir en titulares tuiteros el acontecer futbolístico no ha de avergonzar a nadie; hablar de la subida de los precios y no hacerlo de un incendio, tampoco; lamentar la mala suerte y la mala gestión política en relación a un suceso tampoco ha de levantar corrientes fanáticas en contra…

El respeto es el mejor defensor (también periodístico en tiempos de ‘140caracterismo social’) y el mejor garante del derecho a la información sin cortapisas, sin condicionantes masivos que aplasten el parecer de una minoría alejada de la oficialidad en su mejor o peor versión. Dejemos que cada cual se defienda como considere oportuno, en su tiempo libre o en su rato laboral, del rumor de la demagogia.

Posted by @Os_Delgado / Soma Comunicación