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Llegan las historias efímeras a Facebook

Seguramente esta mañana cuando te has metido en Facebook, como probablemente haces todas las mañanas, para ver las publicaciones de tus amigos y las noticias del día has percibido un cambio.  Una nueva opción ha aparecido en la barra superior de tu pantalla que te permite compartir historias, como hasta ahora lo hacías en Instagram o Snapchat. Porque después de meses de trabajo, Facebook se ha subido al carro con la nueva tendencia que arrasa en las redes, los vídeos cortos en bucle, que los usuarios pueden estar mirando durante un largo periodo de tiempo. El contenido más demandado por su dinamismo y su caracter efímero.

Por ello, de ahora en adelante todo lo publicado en esta nueva opción desaparecerá a las 24 horas y tan sólo tendrás la la posibilidad de verlo en dos ocasiones, al igual que en Snapchat Stories. Por tanto, las historias que se hagan públicas con esta opción no serán visibiles ni en el tablón de noticias ni en el perfil del usuario. Pero al igual que en Instagram y Snapchat, el usuario podrá enviar directamente la historia a cualquier amigo a través de la opción del mensaje directo.

Mark Zuckerberg y su equipo llevaba meses haciendo pruebas con esta nueva funcionalidad. De hecho, en enero pudimos conocer por la vía oficial que el gigante social estaba allanando el terreno para crear publicaciones que desaparecen en 24 horas, al igual que como ocurre en Instagram y Snapchat. Este último mes en Irlanda hicieron la prueba piloto definitiva los trabajadores de Facebook y ahora, por fin, ha desembarcado en España después de hacerlo en Argentina, Italia, Hungría, Taiwán, Suecia y Noruega.

La red social ha implementado un nuevo sistema de cámara que permite decorar los vídeos, añadir filtros, máscaras, marcos, funciones interactivas y stickers, con la novedad de que después se pueden compartir en privado o de forma pública en una sección especial. Esta alternativa está disponible para iOS y Android. El mecanismo es muy similar, pues sólo hay que tocar el nuevo ícono de la cámara en el margen superior del lado izquierdo de la red social o deslizar el dedo hacia el feed de noticias. Después, si quieres hacer pública la historia, sólo tienes que hacer click en el icono “Tu historia”, que figura en el mismo apartado.

Asimismo, mediante el botón de direct las imágenes y los vídeos pueden ser compartidos con los contactos que escoja el usuario. Según ha explicado Zuckerberg en un comunicado, con esta incorporación pretenden “facilitar formas flexibles y divertidas para que las personas sigan compartiendo fotos y vídeos creativos, con quienes deseen y en cualquier momento”.

Y dicho esto, con esta funcionalidad Facebook se asegura de que los usuarios permanezca más tiempo en la red social, su objetivo  Pero ahora la batuta la tiene el público, quien decide con qué red social desea compartir sus experiencias.

 

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Slow journalism: preceptos para practicarlo

Para conocer a qué responde el concepto slow journalism, ése que no ha sido acuñado oficialmente por nadie pero que el imaginario vocacional de cualquier plumilla que se precie lo contempla, es necesario aspirar a practicarlo. Por slow journalism podríamos entender la especialización en tiempos de Big Data, a la meticulosidad trabajada a partir de la verificación, al trabajo periodístico en profundidad, sin mirar el reloj ni si el sometimiento a unos imperativos de tiempo-espacio-publicitarios que condicionen el resultado final. El ‘periodismo lento’ atiende a una serie de preceptos que procuramos resumir a continuación:

Originalidad: practicar la originalidad pasa por abordar enfoques distintos, trabajar el contenido desde un punto de vista diferente al que proyecta la mayoría de soportes informativos. Si ponemos el fotoperiodismo como ejemplo, podríamos recurrir al reportero gráfico que huye de la foto-encuadre por la que reparten codazos sus compañeros y arriesga, por ejemplo, con una ‘metafoto’ o  foto de los fotógrafos fotografiando el hecho noticiable, que podría quedar en segundo plano. Desde el punto de vista escrito, sería el hito abordado desde otro prisma diferente al del teletipo, la nota de prensa o la profecía lanzada por la fuente que protagoniza la pieza. La actitud del profesional y el tiempo que dedique a abordar la realidad a informar, a documentarla, a contextualizarla, a enmarcarla en su guion periodístico, será cómplice necesaria para la consecución de la originalidad.

Calidad: del precepto anterior se desprende la necesaria calidad, cuyo resultado es la suma de otros factores necesarios que abarcan desde las habilidades escritoras del periodista, el conocimiento del entorno, el contexto geográfico de la pieza que trabaja, los contactos que tenga o adquiera para trabajar el contenido, hasta las nociones de marketing digital que aplique para que el resultado de horas de trabajo se proyecte a una audiencia lectora potencial de facto.

Especialización: el mejor aliado para trabajar desde el punto de vista periodístico el escenario del Big Data puede pasar por la especialización. Será entendida por el conocimiento exhaustivo de una materia a partir de la trayectoria profesional dedicada a la misma y al manejo de las habilidades técnicas para perfeccionarla y comunicarla. En este capítulo, el periodista especializado es un experto en la materia de la que informa, algo que habrá conseguido a base de leer, interactuar, practicar las relaciones públicas con los protagonistas de “su” actualidad y escribir sobre la materia con vehemencia posicionadora.

Dedicación: concatenado con los preceptos señalados, el de la dedicación es el principal aliado del slow journalism. Porque sin tiempo no habrá un resultado de calidad. Es la inversión imprescindible, el mejor testigo del periodismo lento que lo caracteriza como heredero del periodismo que narra historias, que se implica en el entorno del que informa, que conoce a sus protagonistas, que pregunta por las diferentes caras y por los diferentes grados de implicación condicionan la interpretación de los hechos. La dedicación es saber comunicar al detalle las distintas capas de la cebolla.

Publicación: una vez conseguido el resultado, esto es, el texto de nuevo cuño, original, trabajado bajo los preceptos indicados, revisado, filtrado, verificado y actualizado; llega el momento de publicarlo y difundirlo. Porque de nada sirve haber escrito una aportación brillante si a priori no nos hemos procurado la garantía de la publicación que nos permita difundir el conocimiento especializado que hemos redactado. Un blog propio que alimente nuestra marca personal, un medio digital que apueste por el slow journalism –que crea en los mismos preceptos-, una revista especializada que abra contactos y oportunidades para la autoridad de nuestra firma en el contexto abordado,… será la guinda que coloque en el camino la vocación practicada con la exclusividad de quien tiene argumentos para creer en el periodismo cocinado a fuego lento.

Posted by @os_delgado