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Media Innovation Initiative: el proyecto que apoya y desarrolla la innovación en los medios

Editores y universidades se unen en la Media Innovation Initiative (IMI) para desarrollar y apoyar la innovación en los medios y las tecnologías de la información. Se trata de un consorcio académico público-privado, abierto a otros participantes que deseen colaborar, que lanzará sus primeros proyectos durante el año. Por el momento, ya forman parte del proyecto L’École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), los grupos mediáticos suizos Sociedad Suiza de Radiodifusión y Televisión(SSR) y Rignier, la red que junta las universidades de Lausanne y Neuchâtel en Suiza Triangle Azur, y la Oficina Federal de Comunicaciones (OFCOM).

La crisis actual de los medios de comunicación requiere iniciativas como esta, donde la colaboración laboral entre las universidades y la industria juntará lo mejor de ambos y permitirá a los medios de comunicación integrar innovaciones en su trabajo diario, adaptándose cada vez más a las nuevas necesidades de la gente en cuanto a la información. Durante todos estos años, tanto la industria como la academia han ido por separado. Sin embargo, Suiza se encargará de demostrar que el trabajo conjunto puede ayudar a sortear los baches de la era digital, entre otras dificultades.

Así, la Media Innovation Iniciative recibirá un presupuesto de unos 560 000 euros anuales para financiar proyectos de investigación que mejoren la estrategia digital de los mediosLa primera convocatoria de proyectos, en la que podrán participar tanto editores como universidades de todo el mundo, se abrirá en otoño. Se abordarán temas de actualidad como las fake news, el data periodismo, le personalización de contenidos, la inteligencia artificial, los nuevos modelos de negocios, la monetización o los aspectos culturales y sociales de los medios. El objetivo principal de la IMI es unir creatividad y tecnología entre el mundo de los medios y el de la investigación académica. Para los fundadores, la clave de la innovación es la interdisciplinariedad.

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Qué es un laboratorio de medios

Las fórmulas químicas no son las protagonistas de este tipo de laboratorios, sino las de la innovación y la tecnología en los medios de comunicación. Los ‘labs’ de medios “se configuran como unidades de experimentación estructurales e implementadas en el seno de las propias empresas (periodísticas), desde las cuales el medio focaliza y prioriza su apuesta por la innovación”, explica el periodista José Antonio González Alba en ‘Cuadernos para periodista’ de la Asociación de la Prensa de Madrid.

Este experto en la materia lamenta que el periodismo continúa instalado “en ese cada vez más largo periodo de transición entre la crisis del viejo modelo tradicional, sustentado económicamente en un porcentaje mayoritario por la facturación publicitaria, y el nuevo contexto digital”. Por ello, señala que los cambios que ha habido tanto a nivel tecnológico como cultural y económico deben impulsar a los medios a buscar “esa fórmula mágica que resuelva con éxito el modelo de negocio de los medios”.

Por ello, el nacimiento de los laboratorios de medios en el seno de los principales medios de comunicación está ayudando a encontrar nuevas vías para no quedarse atrás. Uno de los más reconocidos es el de El Confidencial, que fue elegido por Google como medio para fomentar la innovación periodística creando nuevos productos y experimentos en esta materia. De hecho, el año pasado realizaron 16 proyectos con nuevas narrativas para sorprender, retener e informar a los lectores. Historias periodísticos en las que se combina “el potencial narrativo que ofrecen la tecnología, el diseño y la creatividad”, tal y como indican.

Experimentar con nuevas narrativas es uno de los pilares de estos ‘labs’ de medios, como hacen desde RTVE. Uno de sus últimos proyectos trata de desmontar las mentiras en torno a una guerra a través de un site novedoso y disruptivo en el que se abre una conversación con la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla. Imágenes e historias en primera persona, impactantes, con un texto directo y con testimonios hacen que el usuario quiera conocer esas mentiras que encierra un conflicto bélico como es el de Siria.

Como ha señalado González Alba hoy en las jornadas ‘Comunica2’, que se están celebrando en Gandia: “Con las nuevas narrativas, por primera vez la historia define el formato en que va a ser contada”. Redes sociales, videos en directo o solo dándole ‘like’ a una publicación se han convertido en maneras en las que la noticia puede ser comunicada, siendo la historia en sí la que marca la pauta y no el formato como hasta entonces.

Los medios más pequeños también cuentan con su propio laboratorio, como es el Diario de Navarra, donde realizan numerosas noticias que atañen al lector y en las que puede interactuar porque le afecta de una forma a otra. Por ejemplo, qué edificios han pasado el informe obligatorio en el casco antiguo de Pamplona o qué contratos de trabajo firmas en función de tu edad. También han recibido premios por un reportaje muy innovador sobre la transexualidad.

El año pasado The Washington Post se colocó como el segundo medio de comunicación tradicional más innovador en el mundo, según Fast Company. De hecho, el conocido portal señala que este periódico, que se remonta a más de un siglo, “se parece cada vez más a una empresa de medios tecnológicos”. Cuenta con datos tan excepcionales como que en noviembre de 2016 superó los 100 millones de visitas online. Esto lo han conseguido gracias a iniciativas como nuevos tipos de ofertas de anuncios publicitarios o herramientas para ayudar a los periodistas y editores a actuar de forma más rápida en torno a las últimas noticias.

Por todo ello, ¿por qué no apostar por un laboratorio de medios en el que descubrir y experimentar otras narrativas y formatos, y jugar con la tecnología para acercar una información de calidad y periodística al consumidor de hoy en día? Ninguna de las dos partes está reñida y a los hechos nos remitimos.

Futuro y periodismo en versión 2.0

Internet ha irrumpido en nuestras vidas y, sin duda, lo ha hecho para quedarse. Hace apenas unos días leía que la publicidad online ha crecido un 14.4% en el primer semestre del presente año, situándose como el tercer soporte predilecto en nuestro país con una inversión que ya alcanza los 431.95 millones de euros. Poco después, escuché las palabras de Javier Rodríguez Zapatero, director general de Google España, Portugal y Turquía, quien remarcaba cómo la Red había cambiado el modelo de negocio de numerosas empresas y llegó a vaticinar que la desaparición de este medio supondría la pérdida del 76% del PIB del país.

Estudio Periodismo. Confío en ser licenciada en ello por la Universidad de Valencia el próximo mes de junio. Y cada vez que llegan a mí datos semejantes me pregunto cómo hay quien todavía se pregunta si hay futuro para los profesionales de la información. Y mi asombro es máximo cuando otros achacan la actual situación de éstos a los soportes de tipo digital. ¿Qué les pasa? Transmisión inmediata de información, interacción continuada con los lectores, conexión global, acceso multitudinario… Estas son algunas de las ventajas que Internet ha aportado a la comunicación. ¿No deberíamos, por tanto, acusar más bien un problema de formas que de medios? ¿No será que el único problema existente es que aún no se ha dado con la fórmula para hacer de un medio digital un medio rentable?

Los textos de poca calidad, la injerencia profesional, la escasa conciencia crítica, la baja estima de los trabajadores o la excesiva dependencia de la publicidad que tanto se denuncian últimamente no son más que vicios heredados de la que llaman ‘la última época dorada del periodismo’, ésa que tuvo lugar en los medios tradicionales. Pero ahora toca un cambio de paradigma. Comenzaba el artículo ejemplificando cómo otras doctrinas ya están en ello: publicidad, negocios… ¿Por qué no empezar nosotros también? Nadie dijo que la adaptación a un nuevo savoir faire fuera fácil, pero las situaciones de cambio son siempre idóneas para innovar, arriesgarse y probar otras recetas de éxito. El pasado mes de marzo, un valiente, The New York Times, decidió empezar a cobrar por el acceso a su edición digital. Ahora presume como paradigma del contenido de pago. Mientras, otros medios nos aleccionan acerca de calidad y éxito informativo en la Red, como es el caso de The Huffington Post o ProPublica.

Quizá sea porque estoy iniciándome en la que espero que sea mi profesión y me niego a ver el futuro tan negro como algunos lo pintan. Quiero pensar que la supervivencia del periodismo dependerá de la capacidad y del talento de quienes lo practican –o lo estamos intentando–. “Será un inmenso quiosco”, leí hace tiempo en un artículo de Maruja Torres. Me quedo con esa definición.

posted by @LaBellver

Wuaki.tv, un videoclub por Internet nacido con aspiraciones internacionales

Wuaki.tv es el videoclub por Internet que acaba de estrenar en España un grupo de inversores catalanes y que ha nacido con el apoyo de fabricantes de televisores para llevar este servicio directamente a las pantallas de la televisión.
Jacint Roca, presidente ejecutivo de este proyecto, dejó hace dos años el mundo del capital-riesgo de EEUU para desarrollar este nuevo servicio que cuenta con el refrendo de la industria americana del cine y en el que sus promotores han invertido cuatro millones de euros.

Para 2012, Wuaki.tv realizará una ronda de financiación para captar en los mercados entre 5 y 10 millones de euros para poder seguir creciendo.

La empresa fue fundada en 2009 por Jacinto Roca, Josep Mitjà y la empresa tecnológica NicePeopleAtWork tiene su sede en el distrito tecnológico 22@ de Barcelona. Entre sus socios está el inversor Marc Ingla.

Wuaki.tv cuenta ya con un acceso directo en los nuevos televisores con Internet de Samsung y LG y en sintonizadores de tv de estos fabricantes y de Gigaset (Siemens) y Vodafone a través del set top box o disco duro multimedia de acceso a Internet y muy pronto firmarán con otras dos empresas. Jacint Roca ha dicho que estos acuerdos forman parte de la estrategia del servicio que busca hacer muy fácil el acceso al servicio que reúne mil películas de 0,99 a 3,99 horas, que se pueden alquilar o comprar, y que también cuenta con un “menú degustación” en el que los usuarios pueden probar el servicio a través las 50 de películas gratuitas que ofrece.

El pago se realiza mediante tarjeta de crédito que sólo se tiene que introducir la primera vez, aunque pronto incluirán otros sistemas de pago sencillos y seguros. El sistema cuenta con un control parental para controlar el acceso de los niños.
Jacint Roca estima que las redes de Internet de España están preparadas para este tipo de servicio ya que hay ocho millones de hogares con banda ancha de tres megabits por segundo, además de las líneas de fibra.

La empresa ha iniciado una fuerte campaña de comunicación en la que invita a probar el servicio como “experiencia completa en el sofá”.

Madrid-Agencia Efe

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