Hace tres años los guionistas de Hollywood protagonizaron una huelga en defensa de sus derechos de autor o, mejor dicho, de unos honorarios mejor pagados en relación al peso que su papel tiene en los resultados de audiencia de las series o en las taquillas de las grandes salas de proyecciones. Por aquel entonces, Twitter prácticamente acababa de nacer y nadie se planteaba el debate de la suplantación de personalidades bajo un nick de usuario y una fotografía en la red social del pajarito.
SI trasladamos el perfil del guionista de Hollywood al plano político, no parecería tan descabellado pensar en la apropiación ‘debida’ de la personalidad de un tercero sintonizada a una estrategia de comunicación y de marketing, como se ha venido haciendo en el ámbito offline. De hecho, la batalla dialéctica del día a día entre políticos, gobernantes y opositores es una pugna de recámara protagonizada por quienes redactan sus discursos, los mismos que trazan ideas fuerza enfocadas a convertirse en los titulares oficiales del día al albur de las preguntas o expectativas que hipotéticamente tienen depositadas los periodistas que acuden a una convocatoria oficial.
¿Os imagináis qué ocurriría si, al igual que los guionistas de ficción, los asesores hicieran una huelga de bolígrafos caídos? Se suspenderían comparecencias oficiales, se aplazarían ruedas de prensa, Merkel hubiera dejado para otro día su visita a España, por no hablar del agujero de personalidad que crearía entre los miembros de la casa real, los que más acostumbrados están a leer guiones…
En este sentido, el debate en Twitter o en Facebook apunta en ocasiones a que fulanito tiene una cuenta abierta pero no la lleva él, como si ello fuera indigno del que la firma, como si fuera tan raro que alguien esté detrás de las palabras del que pone la cara ante las cámaras. La mejor improvisación es la que se prepara y si un político o personaje de incidencia pública encuentra en un periodista o en un estratega del marketing los caminos adecuados para convencer a sus interlocutores en el 2.0, ¿qué tiene de malo? Mientras no haya huelga de asesores de comunicación digital sin servicios mínimos…
photo by @Marga Ferrer