Buenas noticias para el periodismo

De 2011 el periodismo sale ganando, si bien las cifras indican lo contrario, a tenor de que los despidos y los cierres de cabeceras han sido una constante a lo largo del año, la esperanza llega del lado de la especialización que los periodistas han acaparado gracias al auge de las nuevas tecnologías, de las nuevas vías para informar, de los nuevos soportes para ejercer la profesión y, sobre todo, de la asimilación de todo ello por parte del profesional.

No es que 2011 haya sido el año tecnológico para la profesión, pero sí el del punto de inflexión para los periodistas que, por fin, con nombres y apellidos, han dado el salto generalizado hacia los nuevos lenguajes que condicionan su quehacer. Caminos de especialización poco viables en años anteriores al circunscribir inexcusablemente su tarea informadora a cabeceras y medios de comunicación alejados de ese nuevo acontecer y que forzosamente los plumillas han tenido que asimilar en 2011. Buenas noticias para la profesión, pues, que tendrá mejores armas para luchar contra el intrusismo de quienes han ejercido de periodistas en los nuevos soportes simplemente porque sabían utilizarlos con más habilidad que el comunicador que ha tardado en acceder a ellos.

No fue periodista quien escribió en su día con una máquina de escribir, ni quien habló por un micrófono, ni quien imprimió un documento. Antes y después, el periodista ha ejercido su profesión gracias a una cualificación vocacional o adquirida para comunicar, para informar, para aplicar una ética profesional al hecho informativo… Un papel que desempeña con el resto de actores de la sociedad, con los que habla, comparte y a los que informa después de ordenar todas esas interacciones y las informaciones que recibe.

Finaliza el año con un titular esperanzador para la profesión: “El periodista reacciona en 2011 para mantener la cualificación de su necesario papel informativo en 2012”.

Tweettoys: 5.000 juguetes fabricados con tweets para los niños necesitados

Los Reyes Magos de Oriente entregarán estas navidades a los niños más necesitados 5.000 juguetes creados a partir de los tweets navideños compartidos por los usuarios desde Tweettoys.es, el microsite que Movistar ha abierto durante la Navidad 2011-2012 para convertir cada felicitación de 140 caracteres en juguetes.

Desde que comenzó la campaña, el pasado 21 de diciembre, los usuarios han compartido hasta la fecha 6.400 tweettoys con la excusa de felicitar las navidades. Cada tweet se está convirtiendo en un juguete virtual configurado a partir de los 140 caracteres de una felicitación con los hashtags #feliznavidad y #tweettoys; y han significado 5.000 juguetes reales para los niños más necesitados. Con todo, la campaña sigue abierta hasta el 31 de diciembre y los usuarios de las redes sociales pueden seguir felicitando las fiestas desde el microsite abierto por la compañía.

Entre todos los juguetes virtuales que se creen durante las navidades, la Fundación Telefónica hará entrega de los 5.000 juguetes reales configurados a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente para que las siguientes organizaciones  procedan a su reparto entre quienes más lo necesitan: Aldeas Infantiles, Fundación Balia, Asociación Apoyo, Fundació Integrament, Disprat lleure, Apadis, YMCA, Parroquia Sant Jaume, Parroquia San Pancracio, ADAMA, Down Caminar, Coordinadora Disminuits, Deportes&Desafío.

#gratisnotrabajo y la conciencia periodística vía redes sociales

Hace varias semanas que una oferta de trabajo hirió el orgullo de todo el gremio periodístico. “La retribución será de 0,75 euros por artículo, debiendo contener un mínimo de 800 caracteres y estarán sujetos a unos términos de calidad basados en la ortografía, semántica y expresión“, rezaba. Ésta fue propuesta a una única profesional, Azahara Cano, quien decidió ponerla en común a través de Internet. Poco después, se obró el milagro:  las redes sociales comenzaron a bullir. Los periodistas se unieron para alzar su voz. El hashtag #gratisnotrabajo es un claro ejemplo de ello: apenas precisó de horas para convertirse en Trending Topic y, actualmente, circula por Twitter en una quincena de países.

Aunque se trata de un caso extremo,  esta oferta es el reflejo de una situación que se está convirtiendo (si es que no lo es ya) en el principal problema estructural de la profesión: la precariedad laboral. Los empresarios no están dispuestos a pagar lo que realmente vale un profesional de la comunicación mientras se lamentan de que sus beneficios disminuyen. Curioso. ¿Alguno de ellos se habrá parado a pensar que el precio que apoquinan por las informaciones puede ser directamente proporcional a la calidad de las mismas? ¿O que los lectores no son tontos y quieren artículos de interés, no cualquier información a cualquier precio?

Implantar el bajo coste en el periodismo tiene consecuencias que muchos parecen no tener claras. En palabras de Elsa González, presidenta de la Asociación de Federaciones de Periodistas: “Si degenera así el periodismo, la democracia se resiente. Somos garantes del derecho a la información de los ciudadanos. ¿Qué podemos ofrecer en esta situación? El primer perjudicado es el ciudadano. Esto debería alarmarnos“.

Sin embargo, esta coyuntura guarda una vertiente positiva. La oferta de trabajo que rebaja la labor periodística a menos del coste de un mero café lo ha puesto de manifiesto. Se trata de la existencia de una conciencia colectiva en la profesión. El movimiento #gratisnotrabajo ha demostrado que movilizarse es súmamente fácil. Así, denunciar cualquier situación de precariedad similar y compartir los trabajos que sí merecen la pena deberían ser, a partir de ahora, tareas obligatorias para todos. Pues no hay que olvidar que nosotros mismos, los periodistas, somos los reponsables de volver a poner en valor nuestra profesión.

Posted by @LaBellver

Taller de herramientas periodísticas 2.0 en Asturias

La Asociación de la Prensa de Oviedo convoca para los próximos 20, 21, 27 y 28 de enero de 2012 un curso de herramientas periodísticas 2.0 que impartirá Soma Comunicación en la Cámara de Comercio de la capital del Principado con el objetivo de trasladar a los periodistas asturianos las claves de los nuevos formatos informativos vinculados al Social Media y las ventajas que los profesionales de la comunicación encuentran en estos soportes, así como las oportunidades laborales que de su correcta y fluida utilización se desprenden.

Soma Comunicación continúa de esta manera su tarea formativa especializada a través de talleres dirigidos a la profesión periodística, como los que organizó en 2010 y este año también para la Unió de Periodistas Valencians en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Valencia o los que imparte para los periodistas de gabinetes de comunicación de instituciones oficiales y de empresas.

El objetivo de la agencia de las lunas pasa por contribuir a que los colegas de profesión expriman las virtudes de las redes sociales y se introduzcan en los nuevos lenguajes para afrontar los cambios que condicionan el ejercicio del periodismo en la segunda década del siglo XXI. La delegación de Soma Comunicación en Asturias, encabezada por Javier Montes, será la encargada de impartir este nuevo taller de formación.

Información e inscripción.

Una profesión a precio de café

En las últimas semanas empiezan a proliferar en la red noticias y posts que se hacen eco de la decadencia alcanzada con la crisis por una profesión que, desde que tengo uso de razón y me empecé a interesar por ella, parece vivir en una continua crisis existencial. Recuerdo que en mi primera clase en la Facultad, Josep Lluís Gómez Mompart, catedrático de la Universitat de València, ya nos dijo en tono premonitorio: “Quien quiera ganar dinero o vivir bien, se ha equivocado de carrera”. No parecían irle mal las cosas a él, siempre bien vestido y con apariencia de no sufrir excesivo estrés, pero todos los allí presentes empezamos a buscarnos con miradas cómplices, esperando a ver quién era el primero en dar el paso y salir de aquel salón de grados en busca de un futuro mejor.

Lo cierto es que curso a curso, la carrera se iba cobrando sus víctimas. Gente que entonces nos sorprendía al cambiar de estudios con tres años de titulación a sus espaldas, pero que unos años después nos causaría bastante envidia al verlos bien colocados tras acabar sus estudios de empresariales, económicas o vete a saber qué. Nosotros, los que aguantamos pese a aquel discurso siniestro, fieles a nuestra vocación, veíamos como la premonición de nuestro profesor se iba haciendo poco a poco realidad. Éramos conscientes de que no seríamos ricos. Interiorizamos que no viviríamos ni tendríamos un horario como el común de los mortales. Incluso aceptamos que nos tendríamos que ganar la vida trabajando en otras cosas que nada tenían que ver con nuestros estudios.

Cinco años después de terminar la carrera, hay quienes tenemos la suerte de poder ejercer y vivir de lo que nos gusta. Los hay también que son profesores, comerciales, dependientes, funcionarios… Todos ellos han aprendido a vivir lejos de la profesión para la que se formaron, aunque en su interior, pese a que siguen retumbando con fuerza las palabras de Josep Lluís Gómez Mompart, morirían por poder algún día ganarse la vida, aunque sea de forma discreta y humilde, con aquello que realmente les apasiona.

El futuro, sin embargo, es poco halagüeño. Corren malos tiempos para los soñadores, que diría Amélie. Las empresas empiezan a buscar mano de obra gratis. Pagan miserias a los profesionales freelance, como si los artículos se escribiesen solos  o las fotos las pudiese hacer cualquiera. Las reducciones de sueldo están a la orden del día. Incluso hay quien hace su trabajo  por ¡70 céntimos la unidad! Como si todo fuese un mercado de frutas y verduras en que las cosas se pagan al peso. La culpa, al fin y al cabo, no deja de ser nuestra, que aceptamos esas ofertas por miedo a que las pueda coger cualquier otro si tardamos en dar el ‘sí’. Como resultado, la profesión pierde credibilidad a la par que calidad. Y todo ello a pasos agigantados.

Sí, estábais en lo cierto. El periodismo es esa profesión.

posted by @acordellat

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La información y la opinión en Twitter

La tragedia griega

Sobre la importancia relativa de los ‘trending topics’

¿No creéis que se le está dando una importancia excesiva a los Tendring Topics en Twitter?, ¿cómo es que consentimos aceptar como noticia un hecho que puede haber sido inflado conscientemente como ruido por un grupo determinado de usuarios que sincronizan una estrategia oportuna para convertirse en tendencia?, ¿pecan los periodistas, los medios de comunicación, los blogueros o los usuarios de los canales sociales de crédulos respecto hacia un indicador que puede ser un envoltorio de un caramelo sin sabor?, ¿dónde está el contenido atractivo o el valor informativo que justifica convertir una tendencia de esas características en noticiable por defecto?, ¿no es aquí donde el periodista tendría que ejercer su papel y atajar/ordenar las emociones puntuales de una etiqueta para saber si es susceptible de ser noticia?, ¿no habría que analizar los tweets compartidos bajo un denominador común para medir si realmente responden a una tendencia informativa más que a una pauta organizada por un grupo de usuarios interesados en obtener publicidad o de condicionar la versión objetiva de una realidad noticiable?

Estas son preguntas que bien pueden configurar un debate abierto en este foro, al objeto de intentar delimitar el peso de los Trending Topics, hasta dónde llega el papel del periodista 2.0 al interpretarlos y los valores informativos que deben contener para ser considerados noticias.

Ecos del Día de la Persona Emprendedora (periodísticos y ‘horchatuiteros’)

Con  motivo de la celebración de la última edición del Día de la Persona Emprendedora 2011 de la Comunidad Valenciana, la organización del certamen realizó una ronda de entrevistas con emprendedores, organizadores de actividades y personas relacionadas con el ámbito de la creación y de la consolidación de empresas. Óscar Delgado, socio fundador de Soma Comunicación y cofundador del Horchata and Twitts, aprovechó para analizar la situación del periodismo en relación a la crisis y el ejercicio de la profesión en los nuevos soportes digitales, así como para explicar el sentido de celebrar eventos de networking como el que congregó en dicho certamen a más de 100 usuarios de la red social Twitter en torno a la horchata y a los fartons.

Nace la red social de la gente que odia y ama lo mismo

Los emprendedores Pau García-Milà (eyesOS) y Sergio Galiano (Coin+D) son los ideólogos de Bananity, una comunidad virtual, donde cada usuario se define por las cosas que le gustan, pero también por las que odia, y poder así encontrar “almas gemelas” en la maraña de la red. Cuando uno entra en esta plataforma libre marcará qué cosas “ama” y qué “odia” (desde un equipo de fútbol a un restaurante, un libro, un sentimiento, la política…) y con estos datos definir su perfil, que podrá mantener bajo seudónimo, ha explicado en la presentación García-Milà, cofundador del proyecto de software libre eyesOS, y reciente premio TR35, al mejor innovador de España menor de 35 años.

La idea de la “sociedad banana” nació de forma casual, cuando García-Milà y Galiano se dieron cuenta de que a ninguno de sus amigos, ni a nadie de su entorno les gustaba un juego de zombies al que ellos estaban enganchados. Allí vieron un hueco: una plataforma “libre” que permitiera conocer a gente afín en cosas concretas, más allá de los habituales portales para conocer pareja. Bananity presenta una interfaz de uso sencillo, donde el usuario va definiendo sus gustos, y si quiere incorporando nuevas bananities, las sugerencias sobre las que la gente podrá debatir.

Durante la fase beta (prueba) del proyecto, entre las 16.000 bananities planteadas las más debatidas (What”s hot) han sido las referidas a Jose Mourinho, Leo Messi o Belén Esteban, entre los personajes, aunque también han mucho generado movimiento las referidas a la tortilla de patata, el hacerse la cama o la impuntualidad. “El futuro de Bananity es convertirse en un “mayordomo” en la red, pero no sólo para sugerir restaurantes, sino sobre muchos aspectos del día a día”, afirma Pau García-Milà. La comunidad está disponible en tres versiones (castellano, catalán e inglés) y cuenta con una aplicación para iPhone, a la que en breve se unirá otra versión para Android.

Junto a García-Milá y Galiano, el proyecto -que tiene como socio tecnológico a Acens- ha tomado cuerpo gracias al equipo formado por David González, Carles Iborra, María Sanfeliu y Albert Martí, este último responsable de una división la empresa Sara Lee, y que será el director general de Bananity.
Martí se ha mostrado confiado en el éxito del proyecto, que nace sin inversores externos y que tiene a España como país piloto, aunque prevé dar el salto internacional y buscar capital externo.
EFE-Barcelona

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“Los emprendedores no deberían tener portavoces”

La información y la opinión en Twitter

Dentro del abecé de la profesión periodística encontramos la necesidad ética de ofrecer a la audiencia los contenidos separados por secciones y, como praxis deontológica primaria, especificar bien cuándo un espacio publicitario invade uno informativo. Aspecto cualitativo tan importante como discriminar la opinión de la información en aras a favorecer que el criterio y la valoración del receptor sean los que, por encima de la intencionalidad editorial, interpreten el contenido sin engaños.

Este modus operandi se enseña en todas de las facultades de Periodismo para que los futuros periodistas lo emprendan como tic habitual. Pero, ¿cómo separar la información de la opinión en un tweet?, ¿el hashtag es el recurso más periodístico dentro de la red social de los 140 caracteres para conferir al post un carácter de publicidad, de información o de opinión en cada caso?

Cabría abrir un debate dentro de los muchos que ya se han iniciado en relación a las nuevas funciones del periodista en las plataformas digitales y en las redes sociales, particularizándolo en cómo ejercer con los mismos criterios deontológicos que lo ha hecho tradicionalmente cuando comparte un análisis en alto por estos canales. Una buen vía podría ser la de plasmarlo en las hojas de estilo del periodista 2.0 que ya comienzan a circular por redacciones, organizaciones y empresas.

¿Tendría que escribir el hashtag #opinión cuando publicara en Twitter un juicio de valor respecto a algún hecho de actualidad o cuando enlazara a un artículo de opinión, aunque los caracteres escritos en la red social del pajarito estuvieran plasmados en un tono informativo?; Y cuando compartiera el tweet de otro usuario con sus seguidores,  ¿cómo ‘apellidarlo’ para encasillar su contenido en relación a su intencionalidad?

Sin duda, y continuando con el caso de Twitter, 140 caracteres dan para lo que dan, pero jamás han de servir de excusa para caer en la dejadez de las virtudes que se le presuponen al profesional de la comunicación, el más y mejor cualificado para ordenar, contrastar y verificar todo el ruido que se genera a diario en las redes sociales en general y en Twitter en particular.

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El poder periodístico de los ‘hashtags’ en Twitter
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Fotoperiodistas: testigos accidentales del Social Media

El fotógrafo de prensa siempre ha sido testigo accidental y presencial del acontecer periodístico. Y lo sigue siendo en tiempos de transición de formatos, de asimilación de nuevos lenguajes audiovisuales y de soportes de imágenes estáticas y en movimiento. Porque el fotoperiodista está inmerso en un cambio de identidad que le obliga a una adaptación silenciosa a los nuevos conceptos de información vinculados al periodismo digital, por un lado; y a los hábitos de lectura o de seguimiento de la actualidad de la audiencia, por otro.

En paralelo, los fotoperiodistas también han comenzado a desembarcar en las redes sociales con más o menos fluidez, con las incertidumbres de cómo compartir escrupulosamente una producción fotográfica bajo la inmediatez que siempre requiere su trabajo sin mermar la calidad que los identifica y que los diferencia del resto de personas que toman fotografías. Un aspecto difícil de asimilar, un encuadre incómodo que afrontan los fotógrafos de prensa al cabalgar entre conceptos que abarcan la inmediatez, la calidad, el corporativismo, la primicia, la exclusiva… ¿Cómo equilibrar todos estos frentes y a cuál atender prioritariamente?

Los equipos con los que trabajan no tardarán en incorporar, al igual que ya lo han hecho con la posibilidad de grabar vídeo, alguna aplicación que les permita compartir al instante su producción en los ámbitos 2.0; sin que para ello tengan que descargar previamente su trabajo en un terminal o recurrir forzosamente a la foto tomada con un smartphone para dar testimonio gráfico de algún hecho noticiable.

Son tiempos de cambios, pues, y de asimilación de nuevas rutinas para los fotógrafos de prensa. La puerta está abierta para estos testigos accidentales de excepción, coleccionistas de la historia gráfica de nuestras vidas, también de la era global y del Social Media.

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La reputación del fotógrafo de prensa en las redes sociales
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