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El Congreso de Periodismo Digital saca pecho ante la profesión

Hace ya cerca de dos décadas que la ciudad de Huesca se llena de periodistas por estas fechas para conocer lo que se cuece en la profesión desde la Red y aportar ideas y propuestas interesantes al respecto. Los próximos 10 y 11 de marzo se celebra el XVII Congreso de Periodismo Digital con el objetivo de que profesionales de la información de América y de Europa debatan, propongan proyectos y analicen los retos que plantea la constante y radical evolución tecnológica que está viviendo el sector.

Además, con el pasar de las ediciones el campo digital se ha abierto también a la reflexión sobre el periodismo como profesión sometida a unas transformaciones que modifican la forma de trabajar, los lenguajes, la relación con la opinión pública e, incluso, la ética.

Este año habrá presentaciones de nuevos medios, se exhibirán diseños y se debatirá sobre la transparencia de los propios medios, el papel de la mujer o los últimos inventos tecnológicos. También se espera la visita de grandes figuras del mundo de la comunicación como Emilio García-Ruiz (@garciaruize), alto responsable del Washington Post, que aportará las claves que les han llevado a lograr superar en visitas al New York Times tras haber quedado bajo el control de Amazon, el gigante de ventas online.

La ponencia inaugural correrá a cargo del director de El Mundo, David Jiménez (@DavidJimenezTW), y la de clausura tendrá como protagonista la incisiva crítica de El Gran Wyoming que, además, en un guiño final, actuará con su grupo de rock (El Gran Wyoming & Los Insolventes) en El Edén, local en el que el Congreso vive de noche.

El éxito del congreso

La cita oscense disfruta hoy de una buena reputación, sobre todo en Europa y América Latina, que le ha llevado en los últimos años a recibir más de 400 congresistas inscritos y más de medio centenar de ponentes, según datos del CPDH. Un volumen que no ha dejado de crecer y que les está llevando a alcanzar los propios límites del Palacio de Congresos de Huesca, en el que se organiza el evento, debido a contenidos de interés como la cuestión del modelo de negocio, que atraen a profesionales de la comunicación, no solo periodistas: directores de sistemas, gerentes, editores, etc.

Estamos convencidos de que si los soportes digitales no dan beneficio, la información va a dejar de ser una ‘industria’ capaz de valerse por sí misma y de sostener, en tal medida, su independencia y su vocación de servicio público”, afirma José Luis Trasobares, presidente de la Asociación de Periodistas de Aragón (APA) y miembro del comité organizador del Congreso.

El periodismo digital en España

Trasobares valora que el sector de la información español ya se haya digitalizado “sobradamente” y que las temáticas con las que este evento pionero nació hace 17 años “ya no suenan a revelación o a profecía”. Pero considera que en la actualidad existe un problema relacionado que necesita resolución. “El periodismo no ha encontrado en los nuevos soportes un espacio donde trasladar el negocio tradicional del papel o de las ondas”, considera, y destaca, ante todo, el caso de los diarios, que “sufren el cambio conforme sus ediciones digitales y su publicidad han de adaptarse al terminal móvil que se ha impuesto sobre escritorios convencionales o tabletas”.

También subraya que el periodismo en nuestro país se ha visto afectado por la rápida sustitución de unos terminales por otros y la irrupción de nuevos ámbitos de comunicación, como las redes sociales, que “nos obligan a repensar y reorganizar constantemente nuestro despliegue y nuestra posición como periodistas”, mientras las cuentas de resultados “languidecen” y nuestro oficio se convierte en uno muy mal pagado. “No es fácil, pero ahí estamos, buscando alternativas; si los periodistas no damos con la solución, nadie más lo hará por nosotros”, concluye el presidente de la APA.

Foto: Álvaro Calvo

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Del periodismo a la trivialidad informativa

Los medios de comunicación, ya sean tradicionales o digitales, cuentan hoy con un peligro al frente que puede cuestionar la calidad de sus contenidos: caer en la banalización del periodismo, es decir, convertir la agenda de un soporte informativo en un abanico de hechos superficiales o de poca importancia real para el lector/espectador.

Bernardo Díaz Nosty, catedrático de la Universidad de Málaga, va más allá y asocia esta idea a la colocación, en un periódico, por ejemplo, de secciones más ‘blandas’ como sociedad, sucesos o deportes por delante de otras más serias o duras como política o economía.

Se banaliza en un medio también cuando se reduce casi todo a titulares llamativos, a píldoras descontextualizadas y a aspectos relacionados con el espectáculo de la realidad, y no a entender esta y a reducir la incertidumbre”, añade.

Es en el momento en el que las decisiones editoriales fijan unos criterios de jerarquización “más propios del márquetin” cuando los medios “se olvidan de hacer periodismo”, como indica José Luis Rojas (@rojastorrijos), profesor de Periodismo de la Universidad de Sevilla, al priorizar en el entretenimiento y desplazar las verdaderas noticias a lugares secundarios o a reducir su extensión, su número y la calidad de su tratamiento.

Se impone lo rápido a lo correcto, no se investiga lo suficiente y se sacan menos temas propios, se recibe más de lo que se busca y existe un trabajo insuficiente de fuentes, lo que hace que la información sea cada vez más plana y previsible, valora Rojas.

Errores periodísticos que se cometen muy a menudo en televisión donde, como diría el filósofo Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje” y se produce un baile de contenidos de calidad (o no) entre los sucesos, la información y el espectáculo.

No se puede confundir ‘medios’ con ‘periodismo’, ya que los primeros son un gran contenedor y el segundo es una construcción simbólica de la realidad, una narración del acontecer y se corresponde con el derecho democrático a conocer, a estar informado, no a recibir basura”, denuncia Díaz Nosty.

Cuadernos de Periodistas

En el último número de Cuadernos de Periodistas, la principal revista española de pensamiento sobre periodismo, publicada por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), los estudiosos y periodistas Díaz Nosty y Rojas han participado en un completo informe sobre la tendencia de los medios de comunicación de nuestro país hacia la banalización de los contenidos periodísticos.

También han participado otros profesionales de la información como Samuel Negredo, Agustín García Matilla, Ángel Antonio Herrera y Myriam Redondo.

Imagen: Asociación de la Prensa de Madrid (APM)

WSJ

Las apps de The Wall Street Journal

The Wall Street Journal, periódico estadounidense especializado en contenidos de negocios y economía, ha entendido a la perfección la importancia que en los tiempos de las nuevas tecnologías tienen las aplicaciones móviles para captar nuevos lectores, mantener a los más fieles, informar y servir de herramienta para periodistas.

Por ello ya tiene tres productos de creciente reconocimiento en el ámbito internacional, con los que recogen a 1,5 millones de sus seguidores, y previsto también el lanzamiento de tres apps más en los próximos meses.

El jefe de Innovación de la entidad, Edward Roussel, lo anunció recientemente y explicó a Digiday que la mitad de su tráfico web ya proviene del móvil. “La tendencia en todos los ámbitos para el 2016 son los teléfonos inteligentes y lo que hacemos con ellos”, señaló.

Una directriz que se perfila hacia la “personalización de la experiencia de noticias para el espacio de la empresa” en la que están integrando a toda la redacción del medio de comunicación que edita Robert Thompson en pos de unir mentes y llevar a cabo nuevos proyectos 2.0 similares. “Estamos premiando a las personas más inteligentes que tienen las mejores ideas para atraer a los clientes a través del móvil”, añadió Roussel.

Las que ya atraen usuarios

Las tres apps de The Wall Street Journal más interesantes que ya tienen en el mercado online acercan a sus lectores a su manera de hacer periodismo: WSJ Live, para ofrecer los contenidos de calidad en vídeo y que resume las 10 historias más importantes del día; WSJ City, enfocada a la información económica; y What’s New, con la que el medio busca que la lealtad de los usuarios se incremente y que el número de suscritos a la edición digital alcance los 3 millones en 2017. Esta última, además, abre un abanico de noticias, principalmente de color sepia, de los editores de este periódico en Nueva York, Londres y Hong Kong.

Información y nuevas tecnologías unidas para impulsar más aún el crecimiento del medio más grande que circula en Estados Unidos.

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Crowdfunding para periodistas

El crowdfunding o micromecenazgo, es decir, la obtención de financiación a través de un colectivo de personas que contribuyen con pequeñas sumas de dinero para apoyar un proyecto vía Internet, ha llegado también al mundo del periodismo con unos resultados muy satisfactorios.

En estos tiempos de crisis (también de la profesión), en los que hay que sacar cada céntimo hasta de debajo de las piedras para arrancar cualquier iniciativa, este sistema se está convirtiendo en una alternativa para poder sufragar el lanzamiento de artículos en particular, publicaciones, medios de comunicación o, incluso, para fundar una nueva organización.

Hoy existen infinidad de mediadoras, páginas dedicadas a servir como soporte para que las ideas periodísticas lleguen a materializarse y que han recaudado billones de dólares para todo tipo de proyectos. En concreto, tres campañas europeas lograron hace pocos años más de un millón de euros cada una para iniciar su funcionamiento: De Correspondent (Holanda), Krautreporter (Alemania) y El Español (España).

Campañas para quienes tienen “algo de community manager en las venas”

Pero no solo iniciativas a mediana o gran escala han tenido éxito. También a pequeña. La periodista Mercè Molist (@mercemolist), especializada en Internet, comunidades virtuales y seguridad informática, por ejemplo, ha financiado un reportaje (consiguió dinero para un viaje a un congreso de seguridad informática) y una investigación más amplia que ha cristalizado en el libro Hackstory.es (obtuvo 6.000 euros y se pagó seis meses de trabajo a media jornada para indagar acerca de la historia de los hackers españoles).

La clave en ambos proyectos ha sido cerrar el coto a un público concreto, ya que le fue fácil hacer publicidad de su idea en sus sitios de reunión y crear un feedback muy efectivo. “Ellos me conocían de antes, sabían que cumplo lo que prometo y que trabajo bien, así que saldría algo bien hecho; había un elemento de confianza que considero de vital importancia para el éxito del ‘crowdfunding’”, comenta Molist.

La periodista añade que “estas campañas no son difíciles si sabes moverte por la red y tienes algo de community manager en las venas”, aunque también confiesa que pueden llegar a agotarte. “Te piden estar a tope el tiempo que dura el proceso de recaudación, pero solo con ese alto grado de implicación se consigue una cantidad importante de dinero”. También cree que el futuro del periodismo está en estas iniciativas puntuales, porque considera que la mayoría de periódicos que han querido lanzarse al mercado gracias al crowdfunding han seguido dos caminos: hacia el fracaso debido a que sus lectores “no les pagan eternamente” o hacia otros tipos de financiación “de los que huían”.

Pinceladas de crowdfunding para periodistas

Con todo, es importante tener claros los puntos a seguir antes de empezar una campaña que pueda ser de interés. Como consejos cabe destacar:

Cuál es el sitio ideal, tanto para el proyecto como para la audiencia objetivo. Investigar las páginas, leer su letra pequeña y pedir consejo de personas que hayan pasado por la misma experiencia puede ser un buen recurso.

Cómo se cuenta. El ‘discurso de venta’ debe ser claro, convincente, conciso y creativo para lograr conectar con los posibles donantes. Se recomienda incluir un video como parte de la descripción del proyecto, que sea corto, de calidad y en el que se describan con transparencia los objetivos.

Cómo conectar con la audiencia potencial. Para crear comunidad, se pueden pedir contribuciones ‘en especies’ para quienes no desean donar dinero: alojamiento gratuito mientras se viaja para producir el artículo, voluntarios para colaborar con temas logísticos o ayuda con contactos y recursos.

Cómo promocionar la idea. Las redes sociales son ideales para conseguir que la iniciativa llegue al mayor público posible. También es interesante hablar con otros periodistas, blogueros y organizadores que puedan potenciar la difusión.

Cómo organizar la campaña. Planear cada paso previo, desde los tuits que se van a lanzar hasta el presupuesto, los ‘premios’ para los contribuyentes y el nivel de trabajo necesario, puede ser una buena forma de no dejar nada al azar.

Tener los pies en el suelo. Es importante estimar cuánto tiempo y trabajo supondrá mantener la iniciativa en movimiento y, una vez sabido, duplicarlo, ya que el esfuerzo continúa una vez arrancado, por ejemplo, el artículo: contacto con los donantes para que sepan cómo se gasta el dinero y cuál es su impacto, trabajo con diseñadores para presentar el proyecto de manera cautivadora, etc.

Imagen: Rocío Lara
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Cómo utilizar Twitter si eres periodista

Twitter llegó hace cerca de una década para hacer la vida más fácil a los periodistas, aunque estos, rezagados y desconfiados, no comenzaran a tomarla en serio hasta pasados un par de años. Como recalca José Luis Orihuela (@jlori), profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y autor de Los medios después de internet (UOC, Barcelona, 2015), después de Google, se trata de “la herramienta en línea que mayor impacto ha tenido sobre el ejercicio del periodismo y sobre el acceso del público a los contenidos periodísticos”.

Este servicio de microblogging abrió un canal de comunicación directa entre el medio (también gabinete de prensa y agencia de comunicación) y las fuentes, al igual que con el público, y permitió a todos los actores involucrados contar y seguir la actualidad en tiempo real.

Un instrumento que los periodistas, como explica Orihuela, pueden utilizar, a la hora de preparar una noticia, para monitorizar fuentes y tendencias, identificar y contactar con expertos y testigos, mejorar la relación con sus audiencias y dar mayor visibilidad al contenido de sus medios. Pero la clave para un uso periodístico adecuado se encuentra en la verificación de los puntos de referencia y de la información que difunden, el cuidado escrupuloso de la redacción y de la ortografía, la frecuencia regular de la publicación, el enfoque temático de las cuentas profesionales para aportar valor y evitar las trampas, bulos e interacciones con usuarios ‘tóxicos’.

Sin olvidar que el principal error que cometen los comunicadores cuando no cumplen con las premisas mencionadas es pensar que el propio Twitter es la fuente, cuando solo se trata del espacio en el que, eventualmente, es posible encontrarla. Además, es importante asumir que todo lo que se publica (como la propia palabra indica) es público y que siempre puede ser malinterpretado. “Los temas personales y controvertidos deben ser tratados con mucho cuidado y, ante la duda, lo mejor es evitarlos”, recomienda el profesor.

Twitter puede ser para un periodista una gran herramienta si se utiliza bien y se conocen sus ventajas y sus limitaciones. Y nunca debería ser el único recurso de investigación, ni el único ámbito temático de cobertura. Solo un “regalo” informativo que nos brinda la Red y que puede formar parte de nuestras vías de confección de contenidos de calidad.

Foto: Marga Ferrer
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Técnicas de locución para comunicadores

La voz es el vehículo de la palabra, la principal herramienta para la comunicación y saber utilizarla aporta credibilidad y confianza a nuestro discurso. Siguiendo esta directriz ha arrancado el pasado miércoles (hasta el 19 de febrero) el XII Curso ‘Técnicas de voz y locución para radio y televisión”, organizado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y destinado a profesionales de la información.

María Ruiz del Árbol e Isabel Albar, directoras de Eduvoz (@eduvozformacion) y encargadas de impartir el curso, declaran que en él los periodistas, de manera totalmente práctica, aprenden a utilizar la voz correctamente y técnicas de locución de respiración, vocalización, articulación, dicción, entonación y velocidad, encaminadas a leer bien y en su registro todo tipo de textos periodísticos para medios audiovisuales.

Con estos ejercicios se pueden evitar fallos como las respiraciones ruidosas y fuera de tiempo, que no se oigan los finales de las frases, acentuar mal las palabras, el típico “tonillo” de informativo, hacer sinalefas, leer muy rápido o excesivamente lento, o no otorgar credibilidad a la noticia.

Un curso que está viniendo muy bien no solo a periodistas que se enfrentan al trabajo delante de un micrófono, sino también a aquellos que utilizan el teléfono o la conversación cara a cara como herramienta (por ejemplo, quienes trabajan en agencia de comunicación o en gabinete de prensa). “Estas técnicas les pueden servir para mejorar su expresión en público y la comunicación interpersonal con los clientes y con otros colegas de profesión”, aseguran las directoras de Eduvoz.

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Una nueva asociación de defensa del periodismo plural

Siempre es motivo de alegría conocer el nacimiento de un grupo destinado a la protección del trabajo intelectual de los periodistas y de sus derechos como profesionales. Es el caso reciente de la asociación Pi i Margall, que ha surgido en Barcelona con el firme propósito añadido de “reivindicar la convivencia y la concordia entre catalanes y la de estos con el resto de españoles”, según su presidente, Sergio Fidalgo.

También señala que “los medios de comunicación reflejan una Cataluña en la que parece que todos” sean independentistas, por lo que, añade, “es necesario un contrapunto” y trabajar para que todos puedan hacer oír su voz. Un panorama periodístico que considera hoy en este ámbito “un campo de combate” y hace hincapié en la necesidad de profesionales de la información que denuncien “los abusos de los medios públicos de todos los catalanes“.

Una iniciativa por la reflexión periodística

La asociación Pi i Margall se presenta como un lugar de encuentro y de referencia para los periodistas y escritores que “comparten una misma idea del periodismo serio, riguroso, documentado y crítico, con el objetivo de promover un modelo comunicativo reflexivo, coherente, plural y de calidad, tanto en el ámbito público como en el privado”.

Desde ella van a realizar informes de la situación o el estado de la prensa anual, a conceder premios que pongan en valor los contenidos de calidad de un periodista o de un medio que comparta los fines del grupo, a realizar foros, seminarios, simposios y publicación de libros, y a manifestar la posición de la entidad ante cualquier hecho de importancia para ellos.

Pi i Margall, el intelectual de la pluralidad

La asociación eligió el nombre Pi i Margall, presidente del poder ejecutivo de la I República Española, entre otros motivos porque “fue partidario de una España plural y uno de los intelectuales representativos del pensamiento más avanzado de la segunda mitad del siglo XIX“. Defendió en 1873 la Constitución española, que no llegó a aprobarse, y por sus ideas sufrió censura, cárcel y exilio.

Foto: Catalunya Press

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El uso (erróneo) de la ortografía en los medios de comunicación

El célebre escritor Azorín decía que “el idioma -el castellano- llega a ser para nosotros como un licor que paladeamos, y del cual no podemos ya prescindir”. El problema es cuando esa bebida espirituosa la mezclamos con otros alcoholes y le añadimos demasiados hielos, que puede que ya no sepa tan bien.

Esos fallos y excesos se convierten en faltas de ortografía en el momento en el que los trasladamos a muchos medios de comunicación. Según la Fundación del español urgente, Fundéu (@fundeu), que trata de “detectar errores y dudas habituales para ofrecer consejos y recomendaciones que ayuden a evitar los primeros y a resolver las segundas”, la mayoría se debe a equivocaciones o a simples erratas.

Pero, ¿cómo se permite que un desliz en la escritura o en la locución (previamente redactada) de una noticia pueda ser emitido o publicado cuando ha podido pasar por la lente de tantos ojos avispados? Por un lado, porque la velocidad del trabajo del periodista, “siempre bajo presión”, como indica el equipo de consulta, le impide hacer las revisiones necesarias de sus piezas. Por otro, y más importante si cabe, porque “la crisis se ha llevado por delante, con los recortes, muchos puestos en las redacciones” y, entre ellos, los de quienes se encargaban de la corrección y edición de los textos.

Problemas humanos y económicos que, en muchas ocasiones (y cuando el periodista se preocupa por ello con tiempo), se quedan en simples, pero socorridas, dudas (naturales) de la lengua y que Fundéu trabaja por solucionar. Las que más les trasladan, según afirman, son las relacionadas con extranjerismos (sobre todo, anglicismos) y con la búsqueda de alternativas en español.

Pero también otras más concretas como las diferencias entre por que, por qué, porque y porqué, entre a sí mismo, así mismo y asimismo o entre sino y si no; sobre el uso de mayúsculas; las faltas de concordancia (por ejemplo, las mejor vestidas, no las mejores vestidas); la supresión de preposiciones (por ejemplo, la mayoría de los candidatos, no la mayoría de candidatos), o la grafía de nombres extranjeros (por ejemplo, Varufakis, mejor que Varoufakis).

Lo que ha llegado en los nuevos diccionarios

Además, con la renovación de las grandes obras académicas en los últimos años, se han incluido algunas novedades que ya están trayendo quebraderos de cabeza a los profesionales de la comunicación. En el ámbito de la ortografía, ha suscitado polémica la introducción de la eliminación de la tilde en términos como guion y truhan y la posibilidad de hacerlo incluso en contextos ambiguos en la palabra solo y en los demostrativos (este, esta, etc.), o la tendencia a prescindir de mayúsculas, de las que se consideraban ‘de respecto’, en términos como rey o papa.

Cambios “de los que los periodistas deben estar informados”, bajo el apoyo de las recomendaciones diarias de Fundéu, para elaborar contenidos de calidad que sirvan de ejemplo ortográfico para lectores interesados en la buena escritura.

Foto: Marga Ferrer

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Aprendizaje al servicio del trabajo ‘freelance’

Después de tres ediciones de buena acogida, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) organiza el IV Taller “Las claves para trabajar como periodista ‘freelance’”, que la periodista Marta Gómez-Rodulfo impartirá los días 1, 2 y 4 de febrero.

Esta profesional de la comunicación es corresponsal de prensa entre España y México con una trayectoria de 13 años. Ha trabajado para El Mundo (2007-2012) y actualmente, desde nuestro país, para 24HORAS, Gentelman y El Universal, medios en los que escribe contenidos de calidad sobre política, economía, cultura y derechos humanos.

El taller en cuestión, que recoge tanto práctica como teoría, pretende “cubrir las necesidades de los periodistas y estudiantes de Periodismo interesados en seguir el camino del trabajo ‘freelance’ porque se inician en la profesión o porque están en paro y desean probar algo diferente”, según fuentes de la APM. De esta manera, pueden hacer de esta modalidad periodística una labor rentable y con proyección a largo plazo a partir de tres ejes principales: la diversificación de los trabajos, la adecuada valoración económica y la internacionalización como principal estrategia.

Además, los alumnos tienen la oportunidad de seguir la hoja de ruta que se les creará de manera personalizada para iniciarse como profesionales independientes y continuar manteniendo el contacto con la docente para dudas y consultas al acabar el curso.

El éxito de este taller está siendo tal que solo en 2015 se convocaron las tres primeras ediciones y ya se prepara la quinta para abril.

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“Criticar es fácil; aplaudir parece que cuesta más”

Miguel Ángel Jimeno (@majimeno) ha conocido la prensa en papel y digital desde dentro y ha tenido la oportunidad de contemplar y colaborar en la gestación y evolución editorial de Barcelona’92, diario oficial de los Juegos Olímpicos, Diario de Noticias, Nuestro tiempo, Diari de Tarragona o Heraldo de Aragón, en España, y de otros extranjeros como Clave (República Dominicana), Panorama (Venezuela) o Al Bayán (Dubai).

Este trabajo en las ‘maquinarias’ le ha llevado a valorar cada día más el buen trabajo y los contenidos de calidad que se hacen en agencias de prensa, medios de comunicación y gabinetes de prensa, gracias a periodistas y editores comprometidos como profesionales. Así, y a partir de su propio blog, desde hace cinco años convoca los Premios La Buena Prensa para galardonar a quienes luchan por mantener vivas las palabras de Gabriel García Márquez y seguir catalogando este oficio como el mejor del mundo.

¿De qué manera entiende el buen periodismo?

El buen periodismo se nota. Es aquel que dedica un poquito más de tiempo a un tema, es el que planifica cómo abordar un hecho, el que aporta varias fuentes, el que se para a pensar en el modo más eficaz de contar las cosas, el que mima la escritura, el que va más allá del dato y lo liga a una historia, el que se preocupa por contextualizar, el que apuesta por una información, pero también por su previa y su día después, el que intenta que tema y diseño vayan de la mano, el que mima el título y el primer nivel de lectura, el que edita las imágenes, etc.

Parafraseando el nombre del certamen que organiza, ¿se hace hoy por hoy ‘buena prensa’ en España?

Claro que se hace buena prensa en España. De hecho, en mi blog muestro ejemplos a diario. Cada día encuentro buenas informaciones, análisis, previas, coberturas de hechos previstos, seguimientos, historias, etc.

¿Destaca algún medio?

Puedo destacar muchos. Hay excelentes regionales como El Correo, La Voz de Galicia o El Diario Vasco. Todos los días hay excelentes páginas en La Vanguardia y El Periódico, los grandes catalanes. Hay otros regionales de menor tirada que vale la pena seguir como Las Provincias, Diario de Burgos, Diario de Navarra o Ideal de Granada. Entre los medios nacionales, me gusta mucho la edición online de El País y cada día encuentro muy buenas informaciones en El Mundo, que además es una maravilla desde el punto de vista visual.

¿Y si comparamos este panorama con el latinoamericano?

En Latinoamérica, en general, los medios son distintos. Hay algunos muy grandes y muchos muy pequeños. La “clase media”, mayoritaria en España, allá apenas existe. Entre los diarios grandes, hay algunos muy buenos. Si tengo que citar alguno, me quedo con los brasileños, con algunos colombianos (El Tiempo, El Espectador o El Colombiano), con el argentino La Nación, con el chileno La Tercera, con el peruano El Comercio y con el mexicano El Universal.

¿Cuáles son los objetivos que se plantea con los Premios La Buena Prensa?

Los premios nacieron como un medio de “complementar” el espíritu del blog. Como hay muchos periodistas que siguen cada día el buen periodismo que muestra este, qué mejor que crear premios para aplaudir el buen periodismo. El objetivo era humilde. Pero desde la primera edición la respuesta fue abrumadora. En el sentido de que excelentes periodistas se presentan. Creo que tiene mérito que se presenten tantos colegas, porque lo que reciben, si ganan, es un diploma. No hay dinero de por medio. Como promotor, me gusta que, para muchos periodistas, sea un honor ganar uno de los premios.

¿Mantiene las mismas categorías cada año?

Desde la primera edición las categorías son las mismas: mejor reportaje, crónica, entrevista, análisis, serie y cobertura de hecho previsto e imprevisto. El año pasado nació un nuevo premio, el José Antonio Vidal-Quadras, en honor a un periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en la que trabajo. Este premio lo gana el periodista “más completo”, el que, en función de los trabajos que presente, el jurado vea que es un “todoterreno”. Y este año ha nacido otra categoría, el Francisco Sancho, también en honor de este periodista y profesor de FCOM, fallecido el pasado noviembre. Como Paco era un gran formador de periodistas, el premio se lo llevará el periodista menor de 25 años con mejores trabajos.

¿Desea resaltar alguna cosa que se haya quedado en el tintero?

Es importante destacar y aplaudir el trabajo de cientos de periodistas españoles y latinoamericanos que cada día intentan hacer bien su trabajo y más aún en estos tiempos de incertidumbres, dudas, inquietudes y sufrimientos que viven las redacciones. Criticar es fácil. Aplaudir parece que cuesta más. Como colega y lector, solo pretendo dar las gracias a los periodistas.