Entre el periodismo oficialista y el periodismo ciudadano

El debate sobre la idoneidad para el periodista de beneficiarse del periodismo ciudadano que emergió en las redes sociales parece atenuarse en los últimos tiempos, especialmente desde que, más allá de que la sociedad ya está en Twitter, las normas de trabajo periodístico oficial heredadas de prácticas tradicionales se ha apoderado de los TL o de las biografías de otros canales sociales.

Las noticias relacionadas con la agenda-setting invaden las actualizaciones al ritmo de ‘copia y pega’, de RT sin contrastar o de titulares construidos por la ingeniería comunicadora de las instituciones y empresas, la misma que desde siempre han proyectado en las redacciones de los medios de comunicación y de la que ahora son testigos los mismos ciudadanos que hasta hace bien poco desconocían el funcionamiento de la maquinaria informativa oficial.

Una maquinaria que ha entrado en las redes sociales como elefante en cacharrería, sin caer en la cuenta de que el ruido que provoca perjudica seriamente el aprovechamiento de historias menos ruidosas y más humanas que las que encienden los TL con urgencias, alertas y últimas horas heredadas del minuto y resultado de agencias o de notas de prensa dosificadas a golpe de tuit.

Queda despejado, pues, el debate de la idoneidad de que el periodista se beneficie del periodismo ciudadano, atenuado por la oficialidad de informaciones alteradas por los conceptos de actualidad y noticia alejados del paralelismo interpretativo que había caracterizado a las redes sociales en una primera fase. Periodismo ciudadano, por supuesto, pero en la seguna fase actual parece estar en peligro de extinción en dichos canales ante el desembarco del rodillo oficialista que todo lo borra.

Más allá del espectáculo

Decía Cristiano Ronaldo en una entrevista que era un “showman”. Así se refería a sí mismo porque tenía muy claro que lo que ofrecía era entretenimiento. Punto. Son sus palabras, las del futbolista, o las de un hombre que considera que vive del espectáculo; el que ofrecen sus botas acertadas contra la red, pero espectáculo al fin y al cabo.

A finales del mes de marzo, Javier Espinosa, el periodista del rotativo El Mundo, recibía el Premio Internacional de Periodismo Manu Leguineche, cuyo objetivo es promover el periodismo libre, riguroso e independiente, según sus propias bases. Espinosa, que ha estado en la Guerra del Golfo, recientemente se jugó la vida en la ciudad Siria de Homs, donde murieron otros dos corresponsales extranjeros mientras cubrían la masacre. Al recoger el galardón, reivindicó sobre su profesión precisamente todo lo contrario que el afamado deportista: “El reportero no es un showman”.

El periodismo intelectual y reflexivo, que no sólo lanza titulares, sino que analiza, jerarquiza y contextualiza la información contrastada, no ha desaparecido ni mucho menos, pero sí es más difícil de encontrar. Quedarse en la superficie de las historias o abandonarlas cuando los editores están convencidos de que en ese punto ya no atraerán a una audiencia como la de un Barça-Madrid, dota a la profesión de cierto cariz de espectáculo… pasando de puntillas por la función social en la que se cimienta. Claro que, para seguir la noticia, para rascar en la herida del poderoso que subyuga a los ciudadanos, para tirar del hilo, es necesaria la confianza en el profesional. Cada vez son menos los jefes que invierten en recursos y en tiempo para que los periodistas persigan la historia y elaboren información propia.

El fotoperiodista Samuel Aranda, uno de los pocos españoles que ha conseguido el prestigioso World Press Photo, lamentaba en Radio Nacional que no se esté cubriendo la transición de la llamada Primavera Árabe con la misma intensidad que se hizo cuando estallaron las revoluciones. Él, sin embargo, también aseguró que su objetivo sigue a punto para captar el desarrollo de los acontecimientos hasta el final. Sin espectáculo. Sin prisas. Con compromiso.

 posted by @Lorena_Padilla
photo by actualidadfutbol.com

Conglomerado de titulares digitales

Los medios de comunicación que informan a través de la red desde una óptica más interactiva que la de los soportes tradicionales, tuvieron el pasado sábado en el Bioparc de Valencia un punto de encuentro para la reflexión y para la tertulia periodística con motivo de las II Jornadas de Medios Digitales organizadas por la AMDComVal.

Este post repasa los titulares que los ponentes utilizaron para describir el encuentro periodístico, tras ser preguntados por tal particular a la finalización de las jornadas en un ambiente distendido ‘a la valenciana’: a pie de la Playa de la Malvarrosa y con el gesto relajado que ofrece la degustación de una paella hecha a leña. El resultado:

Millán Berzosa (@ideas4all): “Periodismo y periodisme en València: contenido, contenido y contenido”

Pepa Crespo (@bioparc): “Frenesí periodístico en la red”

Javier Furió (@ciberfallas): “Presente y futuro de la fauna periodística en Bioparc”

Antoni Reig (@ACPG_ACPG): “El futuro digital (3.0) presente en las Jornadas de AmdComVal”

Víctor Núñez (@prensagratuita): “El periodismo digital valenciano apela a la unión contra la crisis”

Félix Tena (@RTVV): “El instinto periodístico vive en la red”

Óscar Delgado (@360gradospress): “Un ‘grito salvaje’ a favor del periodismo digital”

Manuel Furió (@hortanoticias): “La fauna periodística digital toma Bioparc”

El periodista emprendedor (I)

Llegados a este punto de la crisis económica y de la metacrisis por la que atraviesa la profesión en relación al concepto tradicional del vínculo existente entre el periodista y la empresa informativa, en plena transición de soportes y de identidad, es oportuno plantear alternativas a la preexistencia del ejercicio periodístico y a los valores deontológicos que se le presuponen desde una nueva forma de entender la profesión. Se trata de la figura del periodista emprendedor.

Emprender es probar, aventurarse, poner en práctica una idea, dar rienda autónoma a las habilidades profesionales adquiridas, depender de uno mismo, crecer y empaparse de otra perspectiva del mercado laboral, de otras rutinas y de un conocimiento empresarial distinto al que tradicionalmente ha unido al redactor con su superior en el seno de una redacción.

Quien desee probar, puede aprender los conceptos básicos de funcionamiento de una empresa, los requerimientos burocráticos que exige la composición de una mercantil y las características del plan de viabilidad de su idea a través, por ejemplo, de los cursos gratuitos que suelen convocar las instituciones camerales para la creación y consolidación de empresas. Una vez dado este paso, el periodista ya dispondrá de una visión más amplia de lo que significa emprender en relación a su proyecto empresarial y dispondrá de instalaciones donde ejercer su apuesta gracias a la red de viveros de empresas distribuidos por la geografía española.

Después llega el momento más duro: probar, concretar, conseguir los primeros clientes y cobrar. Un proceso que puede abarcar de 3 a 6 meses y que requiere disponer de un colchón inicial al que aferrarse hasta comenzar a percibir ingresos dinerarios. El colchón puede proceder de haber capitalizado la prestación por desempleo en una sola cuota bajo la excusa, precisamente, de emprender un proyecto empresarial o de líneas de financiación (escasas, aunque existentes) para la adquisición de materiales que demuestren una apuesta por las TIC (equipos informáticos, fotográficos digitales…).

Es un primer paso, el siguiente pasa por diversificar las propuestas periodísticas, no depender exclusivamente de un único modelo de cliente ni de servicio y echar tantas horas como sea posible para consolidar la idea inicial.

¿Probamos?

Huesca acoge el XIII Congreso de Periodismo Digital

El periodismo ya forma parte del ecosistema digital. Los retos y oportunidades de la profesión son precisamente los puntos fuertes sobre los que pivotará la primera conferencia del XIII Congreso de Periodismo Digital en Huesca que se celebrará los próximos días 15 y 16 de marzo.

La Asociación de Periodistas de Aragón y el Ayuntamiento de Huesca organizan este encuentro donde se darán cita diferentes periodistas y personalidades relacionadas con la comunicación, como Ignacio Escolar, Gumersindo Lafuente o Sonia Chacón Peinado, entre otros. Los ponentes analizarán las nuevas perspectivas informativas y de empleo que ofrece la red, teniendo muy presente que Internet ha favorecido la aparición de muchos más medios que tienden la mano a la participación.

Esta dimensión está muy relacionada con la fuerza de las redes sociales, totalmente presentes en el panorama comunicativo. A través de las redes, los medios tradicionales buscan acercarse a una audiencia a la que atraen en un primer momento gracias a la importancia de la marca conseguida durante años por sus cabeceras.

Estas cuestiones, entre otras, serán objeto de debate en las diferentes ponencias de este congreso que lleva por bandera el análisis del periodismo desde un prisma digital.

Somos optimistas: el periodista tiene futuro

No es novedad decir que la economía mundial en general y la española en particular está viviendo uno de los momentos más complicados de la historia reciente. Ante esta adversidad es fácil caer en el desánimo pero nosotros siempre hemos defendido que en contextos como el actual, si bien hay que ser realistas, no se puede (ni se debe) ser pesimista.

Soma Comunicación es una agencia de servicios periodísticos y de comunicación offline y online. Nacimos en el verano de 2008. A quienes nos gustan las efemérides puedo decir que guardo con mimo aquel primer comunicado que salió del correo electrónico de la empresa ofreciendo sus servicios. Fue el 15 de julio de 2008.

Desde esa fecha hasta hoy han pasado casi cuatro años.

Desde esa fecha hasta hoy la crisis se ha agudizado y ha mostrado su rostro más cruel.

Desde esa fecha hasta hoy hemos cambiado de Gobierno pero seguimos padeciendo la inoperancia de la mayoría de nuestros gobernantes.

Y desde esa fecha hasta hoy Soma Comunicación ha remado contra viento y marea para hacerse un hueco en el sector siempre a base de ofrecer calidad, profesionalidad y entusiasmo.

Con esos ingredientes poco a poco aquel bebé fue creciendo. Cambió la cuna del vivero de empresas de Torrent por un hogar en el Polígono L’Aldana, en Paterna. Su carta de servicios se diversificó y la confianza de cada día más y más clientes nos permitió dar trabajo a compañeros. Aprendimos. En el verano de 2011 se dio otro paso importante dentro de Soma Comunicación con la apertura de su primera delegación en Asturias. Seguimos en constante proceso de aprendizaje pero desde hace un tiempo también enseñamos.

Con la experiencia de impartir cursos de formación a periodistas de la Diputación de Valencia y la Unió de Periodistes Valencians, Soma Comunicación llegó a un acuerdo con la Asociación de la Prensa de Oviedo. Fundada en diciembre de 1909, esta institución que asocia a más de 360 profesionales –la quinta en número de cuantas hay en España- era la primera vez que ofrecía a sus asociados un taller práctico de Social Media. Así, bajo el título ‘Aproximación al Social Media y el 2.0. Una nueva salida profesional’, Óscar Delgado, director de Soma Comunicación, y Javier Montes, responsable de la delegación en Asturias, impartieron en la Cámara de Comercio de Oviedo un taller de ocho horas de duración al que asistieron quince alumnos. Fue los días 20, 21, 27 y 28 del pasado mes de enero.

Ocho horas en las que compartimos nuestros conocimientos con nuestros compañeros.

Ocho horas en las que tratamos de trasladar que el periodismo no está muerto.

Ocho horas en las que abrimos los ojos de las nuevas herramientas que están al alcance de todos los periodistas.

Ocho horas para ilusionar a un colectivo que está padeciendo con crudeza las estrecheces de la crisis.

Ocho horas para ser optimistas dentro de una nueva realidad.

Posted by @JavierMontesCas
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El nuevo periodista de gabinete de prensa

Siempre que abordamos la transición del concepto tradicional de profesión periodística tendemos a asociarla a la que viven los medios de siempre en relación a las nuevas tendencias digitales que asumen la empresa informativa y el periodista del siglo XXI. Pero en esta etapa, también hemos de poner el foco en la información periodística especializada que fluye de los gabinetes de prensa, actores principales del cambio de rutinas que afronta el plumilla.

La relación entre el profesional que difunde contenidos desde la oficina de comunicación de una institución, empresa o partido político se ha visto modificada en los últimos tiempos por la generalización del uso de las nuevas tecnologías, el cambio de hábitos en el consumo de información y la nueva inmediatez a la que se enfrentan las redacciones tradicionales de los medios de comunicación.

De ahí que sea imprescindible que los profesionales de la comunicación que difunden mensajes, contenidos, informaciones y datos a sus colegas de redacción, a los que recogen la producción del primero como base de sus artículos, como respaldo informativo a sus crónicas o como justificante oficial a la versión de los hechos que presentan en sus secciones; lo hagan teniendo en cuenta la accesibilidad, inmediatez y formatos digitales que dejaron hace tiempo durmiendo al fax y que ahora están haciendo lo propio con el concepto tradicional de nota de prensa.

El comunicador de gabinete de prensa, al igual que sus colegas del ‘otro lado’, ha de familiarizarse con los nuevos lenguajes, saber anticiparse a la versión en papel que se publicará al día siguiente gracias a las pistas informativas que aborde desde el 2.0 al respecto de la información que haya difundido; mantener el contacto con los periodistas especializados en su área a través de los nuevos canales; monitorizar la actualidad de su sector e inducir contenidos que redunden en una lectura positiva de su empresa o institución en los medios de comunicación, tanto en el corto plazo (ediciones digitales), como en su versión tradicional.

Pero también redactar contenidos pensando en facilitar una lectura contextualizada al receptor, con enlaces, documentos, precedentes, informes, datos corporativos, cuentas de usuario de los protagonistas en los canales sociales… Y hacerlo sin olvidar que todo lo que publique o mediante cuya acción induzca a publicar, deja una huella en el ámbito digital que ha de plasmar la mejor versión de sí mismo y el mejor posicionamiento de la empresa o institución para la que trabaje.

Como se dijo en la presentación del informe de la Sociedad de la Información en España, asistimos al nacimiento de la figura del comunicador digital permanente, de la que el periodista ha de ser en todas sus representaciones protagonista del guión.

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Herramientas periodísticas 2.0 para los periodistas asturianos

La agencia de servicios periodísticos, Soma Comunicación, imparte desde el viernes 20 hasta el sábado 28 cuatro sesiones formativas para la Asociación de la Prensa de Asturias, al objeto de dar a conocer a los colegas de profesión del Principado los contextos informativos vinculados al ámbito online, las claves de las redes sociales y la utilización periodística que se desprende de los nuevos soportes.

El cambio del concepto tradicional de la profesión, la asimilación de los nuevos lenguajes y el sentido más periodístico del Social Media son algunos de los puntos que se abordan en el taller de formación impartido por Javier Montes, delegado de la agencia de las lunas en Asturias, con el apoyo en las dos primeras sesiones de Óscar Delgado.

Soma Comunicación ya ha impartido formación a los periodistas de la Unió de Periodistes Valencians y del gabinete de comunicación de la Diputación de Valencia.

Especializarse o morir

El periodismo atraviesa una transición dura hacia los nuevos modelos que marcan su desempeño en la segunda década del siglo XXI bajo las circunstancias de una crisis sin precedentes para la profesión. El contexto informativo que rodea el quehacer de los periodistas acapara cada día noticias caníbales, las que dan cuenta de cierres, despidos, ERE y concursos de acreedores que ponen un interrogante mayúsculo para intuir hacia dónde ha de mirar el profesional que, a pesar de las dolorosas circunstancias, aún cree y defiende la necesidad de su papel en las sociedades actuales.

En apenas dos semanas hemos conocido que el futuro de Público cuelga del alambre, el adiós del gratuito ADN, el Expediente de Regulación de Empleo en RTVV, el cierre de iniciativas digitales como la del regional Extremadura al Día… Pero también los permanentes rumores que envuelven a los redactores de numerosos medios de comunicación, sufridores en silencio de la amenaza de ser o no ser los siguientes de una lista que parece no tener fin. Una especie de acoso que marca las circunstancias laborales de los profesionales, empeñados en sobrevivir y en demostrar que es posible hacerlo si se aferran a nuevas formas de cumplir la misión social de informar desde su cualificación y desde la especialización abierta por los nuevos cauces globales de información, aunque desde una perspectiva que ha de superar los latifundios periodísticos tradicionales y los conceptos empresariales que de ellos se desprenden en beneficio de minifundios periodísticos construidos a partir del carácter más especializado y emprendedor del periodista.

Son tiempos difíciles para los periodistas, así lo han advertido en numerosas ocasiones las asociaciones profesionales que los agrupan. Están siendo testigos de privilegio de una crisis económica y de otra, la menos divulgada, la suya propia, la de quienes informan, divulgan, comparten, escriben, leen, contrastan, ordenan, rastrean, documentan, contextualizan… La de quienes, pese al panorama que les toca vivir, conservan (y conservarán) un guión necesario en las sociedades actuales porque en papel o en digital, la vida se escribe en negro sobre blanco.

#gratisnotrabajo y la conciencia periodística vía redes sociales

Hace varias semanas que una oferta de trabajo hirió el orgullo de todo el gremio periodístico. “La retribución será de 0,75 euros por artículo, debiendo contener un mínimo de 800 caracteres y estarán sujetos a unos términos de calidad basados en la ortografía, semántica y expresión“, rezaba. Ésta fue propuesta a una única profesional, Azahara Cano, quien decidió ponerla en común a través de Internet. Poco después, se obró el milagro:  las redes sociales comenzaron a bullir. Los periodistas se unieron para alzar su voz. El hashtag #gratisnotrabajo es un claro ejemplo de ello: apenas precisó de horas para convertirse en Trending Topic y, actualmente, circula por Twitter en una quincena de países.

Aunque se trata de un caso extremo,  esta oferta es el reflejo de una situación que se está convirtiendo (si es que no lo es ya) en el principal problema estructural de la profesión: la precariedad laboral. Los empresarios no están dispuestos a pagar lo que realmente vale un profesional de la comunicación mientras se lamentan de que sus beneficios disminuyen. Curioso. ¿Alguno de ellos se habrá parado a pensar que el precio que apoquinan por las informaciones puede ser directamente proporcional a la calidad de las mismas? ¿O que los lectores no son tontos y quieren artículos de interés, no cualquier información a cualquier precio?

Implantar el bajo coste en el periodismo tiene consecuencias que muchos parecen no tener claras. En palabras de Elsa González, presidenta de la Asociación de Federaciones de Periodistas: “Si degenera así el periodismo, la democracia se resiente. Somos garantes del derecho a la información de los ciudadanos. ¿Qué podemos ofrecer en esta situación? El primer perjudicado es el ciudadano. Esto debería alarmarnos“.

Sin embargo, esta coyuntura guarda una vertiente positiva. La oferta de trabajo que rebaja la labor periodística a menos del coste de un mero café lo ha puesto de manifiesto. Se trata de la existencia de una conciencia colectiva en la profesión. El movimiento #gratisnotrabajo ha demostrado que movilizarse es súmamente fácil. Así, denunciar cualquier situación de precariedad similar y compartir los trabajos que sí merecen la pena deberían ser, a partir de ahora, tareas obligatorias para todos. Pues no hay que olvidar que nosotros mismos, los periodistas, somos los reponsables de volver a poner en valor nuestra profesión.

Posted by @LaBellver