Taller de herramientas periodísticas 2.0 en Asturias

La Asociación de la Prensa de Oviedo convoca para los próximos 20, 21, 27 y 28 de enero de 2012 un curso de herramientas periodísticas 2.0 que impartirá Soma Comunicación en la Cámara de Comercio de la capital del Principado con el objetivo de trasladar a los periodistas asturianos las claves de los nuevos formatos informativos vinculados al Social Media y las ventajas que los profesionales de la comunicación encuentran en estos soportes, así como las oportunidades laborales que de su correcta y fluida utilización se desprenden.

Soma Comunicación continúa de esta manera su tarea formativa especializada a través de talleres dirigidos a la profesión periodística, como los que organizó en 2010 y este año también para la Unió de Periodistas Valencians en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Valencia o los que imparte para los periodistas de gabinetes de comunicación de instituciones oficiales y de empresas.

El objetivo de la agencia de las lunas pasa por contribuir a que los colegas de profesión expriman las virtudes de las redes sociales y se introduzcan en los nuevos lenguajes para afrontar los cambios que condicionan el ejercicio del periodismo en la segunda década del siglo XXI. La delegación de Soma Comunicación en Asturias, encabezada por Javier Montes, será la encargada de impartir este nuevo taller de formación.

Información e inscripción.

Una profesión a precio de café

En las últimas semanas empiezan a proliferar en la red noticias y posts que se hacen eco de la decadencia alcanzada con la crisis por una profesión que, desde que tengo uso de razón y me empecé a interesar por ella, parece vivir en una continua crisis existencial. Recuerdo que en mi primera clase en la Facultad, Josep Lluís Gómez Mompart, catedrático de la Universitat de València, ya nos dijo en tono premonitorio: “Quien quiera ganar dinero o vivir bien, se ha equivocado de carrera”. No parecían irle mal las cosas a él, siempre bien vestido y con apariencia de no sufrir excesivo estrés, pero todos los allí presentes empezamos a buscarnos con miradas cómplices, esperando a ver quién era el primero en dar el paso y salir de aquel salón de grados en busca de un futuro mejor.

Lo cierto es que curso a curso, la carrera se iba cobrando sus víctimas. Gente que entonces nos sorprendía al cambiar de estudios con tres años de titulación a sus espaldas, pero que unos años después nos causaría bastante envidia al verlos bien colocados tras acabar sus estudios de empresariales, económicas o vete a saber qué. Nosotros, los que aguantamos pese a aquel discurso siniestro, fieles a nuestra vocación, veíamos como la premonición de nuestro profesor se iba haciendo poco a poco realidad. Éramos conscientes de que no seríamos ricos. Interiorizamos que no viviríamos ni tendríamos un horario como el común de los mortales. Incluso aceptamos que nos tendríamos que ganar la vida trabajando en otras cosas que nada tenían que ver con nuestros estudios.

Cinco años después de terminar la carrera, hay quienes tenemos la suerte de poder ejercer y vivir de lo que nos gusta. Los hay también que son profesores, comerciales, dependientes, funcionarios… Todos ellos han aprendido a vivir lejos de la profesión para la que se formaron, aunque en su interior, pese a que siguen retumbando con fuerza las palabras de Josep Lluís Gómez Mompart, morirían por poder algún día ganarse la vida, aunque sea de forma discreta y humilde, con aquello que realmente les apasiona.

El futuro, sin embargo, es poco halagüeño. Corren malos tiempos para los soñadores, que diría Amélie. Las empresas empiezan a buscar mano de obra gratis. Pagan miserias a los profesionales freelance, como si los artículos se escribiesen solos  o las fotos las pudiese hacer cualquiera. Las reducciones de sueldo están a la orden del día. Incluso hay quien hace su trabajo  por ¡70 céntimos la unidad! Como si todo fuese un mercado de frutas y verduras en que las cosas se pagan al peso. La culpa, al fin y al cabo, no deja de ser nuestra, que aceptamos esas ofertas por miedo a que las pueda coger cualquier otro si tardamos en dar el ‘sí’. Como resultado, la profesión pierde credibilidad a la par que calidad. Y todo ello a pasos agigantados.

Sí, estábais en lo cierto. El periodismo es esa profesión.

posted by @acordellat

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La información y la opinión en Twitter

La tragedia griega

Sobre la importancia relativa de los ‘trending topics’

¿No creéis que se le está dando una importancia excesiva a los Tendring Topics en Twitter?, ¿cómo es que consentimos aceptar como noticia un hecho que puede haber sido inflado conscientemente como ruido por un grupo determinado de usuarios que sincronizan una estrategia oportuna para convertirse en tendencia?, ¿pecan los periodistas, los medios de comunicación, los blogueros o los usuarios de los canales sociales de crédulos respecto hacia un indicador que puede ser un envoltorio de un caramelo sin sabor?, ¿dónde está el contenido atractivo o el valor informativo que justifica convertir una tendencia de esas características en noticiable por defecto?, ¿no es aquí donde el periodista tendría que ejercer su papel y atajar/ordenar las emociones puntuales de una etiqueta para saber si es susceptible de ser noticia?, ¿no habría que analizar los tweets compartidos bajo un denominador común para medir si realmente responden a una tendencia informativa más que a una pauta organizada por un grupo de usuarios interesados en obtener publicidad o de condicionar la versión objetiva de una realidad noticiable?

Estas son preguntas que bien pueden configurar un debate abierto en este foro, al objeto de intentar delimitar el peso de los Trending Topics, hasta dónde llega el papel del periodista 2.0 al interpretarlos y los valores informativos que deben contener para ser considerados noticias.

Ecos del Día de la Persona Emprendedora (periodísticos y ‘horchatuiteros’)

Con  motivo de la celebración de la última edición del Día de la Persona Emprendedora 2011 de la Comunidad Valenciana, la organización del certamen realizó una ronda de entrevistas con emprendedores, organizadores de actividades y personas relacionadas con el ámbito de la creación y de la consolidación de empresas. Óscar Delgado, socio fundador de Soma Comunicación y cofundador del Horchata and Twitts, aprovechó para analizar la situación del periodismo en relación a la crisis y el ejercicio de la profesión en los nuevos soportes digitales, así como para explicar el sentido de celebrar eventos de networking como el que congregó en dicho certamen a más de 100 usuarios de la red social Twitter en torno a la horchata y a los fartons.

La información y la opinión en Twitter

Dentro del abecé de la profesión periodística encontramos la necesidad ética de ofrecer a la audiencia los contenidos separados por secciones y, como praxis deontológica primaria, especificar bien cuándo un espacio publicitario invade uno informativo. Aspecto cualitativo tan importante como discriminar la opinión de la información en aras a favorecer que el criterio y la valoración del receptor sean los que, por encima de la intencionalidad editorial, interpreten el contenido sin engaños.

Este modus operandi se enseña en todas de las facultades de Periodismo para que los futuros periodistas lo emprendan como tic habitual. Pero, ¿cómo separar la información de la opinión en un tweet?, ¿el hashtag es el recurso más periodístico dentro de la red social de los 140 caracteres para conferir al post un carácter de publicidad, de información o de opinión en cada caso?

Cabría abrir un debate dentro de los muchos que ya se han iniciado en relación a las nuevas funciones del periodista en las plataformas digitales y en las redes sociales, particularizándolo en cómo ejercer con los mismos criterios deontológicos que lo ha hecho tradicionalmente cuando comparte un análisis en alto por estos canales. Una buen vía podría ser la de plasmarlo en las hojas de estilo del periodista 2.0 que ya comienzan a circular por redacciones, organizaciones y empresas.

¿Tendría que escribir el hashtag #opinión cuando publicara en Twitter un juicio de valor respecto a algún hecho de actualidad o cuando enlazara a un artículo de opinión, aunque los caracteres escritos en la red social del pajarito estuvieran plasmados en un tono informativo?; Y cuando compartiera el tweet de otro usuario con sus seguidores,  ¿cómo ‘apellidarlo’ para encasillar su contenido en relación a su intencionalidad?

Sin duda, y continuando con el caso de Twitter, 140 caracteres dan para lo que dan, pero jamás han de servir de excusa para caer en la dejadez de las virtudes que se le presuponen al profesional de la comunicación, el más y mejor cualificado para ordenar, contrastar y verificar todo el ruido que se genera a diario en las redes sociales en general y en Twitter en particular.

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El poder periodístico de los ‘hashtags’ en Twitter
Utilidades periodísticas de Twitter
Cursos de formación. Herramientas periodísticas 2.0

Fotoperiodistas: testigos accidentales del Social Media

El fotógrafo de prensa siempre ha sido testigo accidental y presencial del acontecer periodístico. Y lo sigue siendo en tiempos de transición de formatos, de asimilación de nuevos lenguajes audiovisuales y de soportes de imágenes estáticas y en movimiento. Porque el fotoperiodista está inmerso en un cambio de identidad que le obliga a una adaptación silenciosa a los nuevos conceptos de información vinculados al periodismo digital, por un lado; y a los hábitos de lectura o de seguimiento de la actualidad de la audiencia, por otro.

En paralelo, los fotoperiodistas también han comenzado a desembarcar en las redes sociales con más o menos fluidez, con las incertidumbres de cómo compartir escrupulosamente una producción fotográfica bajo la inmediatez que siempre requiere su trabajo sin mermar la calidad que los identifica y que los diferencia del resto de personas que toman fotografías. Un aspecto difícil de asimilar, un encuadre incómodo que afrontan los fotógrafos de prensa al cabalgar entre conceptos que abarcan la inmediatez, la calidad, el corporativismo, la primicia, la exclusiva… ¿Cómo equilibrar todos estos frentes y a cuál atender prioritariamente?

Los equipos con los que trabajan no tardarán en incorporar, al igual que ya lo han hecho con la posibilidad de grabar vídeo, alguna aplicación que les permita compartir al instante su producción en los ámbitos 2.0; sin que para ello tengan que descargar previamente su trabajo en un terminal o recurrir forzosamente a la foto tomada con un smartphone para dar testimonio gráfico de algún hecho noticiable.

Son tiempos de cambios, pues, y de asimilación de nuevas rutinas para los fotógrafos de prensa. La puerta está abierta para estos testigos accidentales de excepción, coleccionistas de la historia gráfica de nuestras vidas, también de la era global y del Social Media.

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La reputación del fotógrafo de prensa en las redes sociales
Formación herramientas periodísticas 2.0

Comienza un Evento Blog España (EBE’11) muy periodístico

La edición del Evento Blog España de 2011 comienza en el Pabellón del Futuro de Sevilla revestida de citas con el periodismo. Su programa incluye numerosos atractivos vinculados a los medios, a los periodistas y a los profesionales que trabajan el área de comunicación en empresas e instituciones, síntoma de que la profesión en 2011 ha dado un paso hacia adelante definitivo por la familiarización con los nuevos soportes sociales y por la puesta en común de rutinas periodísticas digitales en relación a las ejercidas por la profesión tradicionalmente.

Así, el EBE 2011, al que asistirá Soma Comunicación para conocer de cerca las tendencias 2.0 vinculadas al periodismo y al resto de sectores que conjugan durante tres días sus experiencias, comienza el viernes 11 con la conferencia inaugural, a cargo de @dbravo, ‘Internet, propiedad intelectual y su trato en los medios de comunicación‘, como antesala de la mesa ‘Los blogs en la era de las redes sociales’ y el encuentro #DircomEBE entre profesionales de la comunicación, que dará paso a la ponencia del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, ‘Un periodista en twitterland‘.

El periodismo volverá a tener puntos de atención el sábado, com la mesa de debate vespertina ‘Periodismo: negocio, plataformas y profesión’ y con la charla ‘The future of internet radio‘, ofrecida por @nicoperez.

De deportes, horchata y emprendedores 2.0

La agencia de servicios periodísticos Soma Comunicación alimentó el pasado 3 de noviembre el debate en torno a las oportunidades que abren las redes sociales en ámbitos a priori tan dispares entre sí como el deportivo, el emprendedor y el horchatero, con la excusa de la celebración del Día de la Persona Emprendedora de la Comunidad Valenciana, el I Foro Internacional del Deporte y el V Horchata and Twitts.

La primera cita del día reunió en Feria Valencia a ’emprendedores orquesta’ multidisciplinares, en la mesa de trabajo organizada por 3inoRes y Coworkingvalencia en el centro de eventos del complejo ferial. El director de comunicación de Soma, Óscar Delgado, ejerció de moderador en una cita marcada por la numerosa afluencia de emprendedores bajo el denominador común de conocer el ‘hasta dónde’ debe asumir un autónomo sus habilidades sin contar con ayuda externa o qué papel juegan las redes sociales en el desempeño rutinario de sus quehaceres. Delgado defendió la oportunidad emprendedora en tiempos de crisis y la búsqueda de sinergias entre profesionales que permitan acelerar la concreción de una idea empresarial de futuro.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias albergó el I Foro Internacional del Deporte, coincidiendo con la celebración del Open 500 de tenis ATP de Valencia. Soma Comunicación, en representación de la Asociación de Medios Digitales de la Comunidad Valenciana, presidida por Óscar Delgado, estuvo presente en la mesa Comunicación 2.0 y Deporte, donde el debate discurrió entre la amenaza que puede significar el Social Media para el concepto tradicional de la profesión periodística o la oportunidad que abren los canales sociales para la especialización de los contenidos de las cabeceras deportivas. Con todo, una vez asumidas las posibilidades y oportunidades de las redes sociales y el potencial que abren para el ejercicio del periodismo deportivo, los responsables de los medios de comunicación presentes en el debate siguieron preguntándose por cómo obtener beneficios económicos y rentabilidad de esa asimilación del nuevo código de la relación audiencia-periodista-deportista.

El V Horchata and Twitts, organizado por Soma Comunicación y Webmetrics, puso el broche 2.0 a la jornada emprendedora de Feria Valencia. Más de 100 tuiteros (usuarios de la red social Twitter) procedentes de distintos puntos de la Comunidad Valenciana intercambiaron experiencias profesionales vinculadas a la red social de microblogging con motivo del V Horchata and Twitts, que celebró una edición especial para emprendedores coincidiendo con el Día de la Persona Emprendedora de la Comunidad Valenciana.

El periodismo digital y la carnaza publicitaria

El cierre de Don Balón ha sentado un hito en el camino del periodismo especializado. La publicación ha dicho basta en un tiempo en que ejercer la profesión desde una vertiente tradicional y especializada se ha convertido en una práctica de romanticismo poco rentable para las arcas de las empresas informativas. Pero tampoco para las que han dejado de encontrar rentabilidad en invertir dinero en concepto de publicidad en estas cabeceras, a las que ni su tradicionalismo, ni su audiencia más o menos fiel, ni la calidad de los contenidos han salvado.

Con este panorama, y a tenor de otros certeros análisis que los compañeros de profesión han realizado sobre hacia dónde camina la rentabilidad del periodismo tradicional, se puede intuir desde hace tiempo que la versión digital de la profesión puede ser la nueva vía a la que agarrarse. Con todo, ¿cómo atraer inversores tradicionales a la nueva concepción periodística?, ¿cómo canalizar al ámbito digital la especialización de contenidos y, a la postre, la calidad de planteamientos caducados –por caros e inviables en el 1.0 como el caso de Don Balón- sin que tengan que someterse a la tiranía de la carnaza del CPM, del CPC o del CPV?, ¿quién sitúa el sempiterno límite entre la cantidad y la calidad?

Las apuestas por la calidad de contenidos, con un público especializado, aunque minoritario, que los demanda, responden en sí mismas a los nuevos hábitos de consumo de información, por lo que no deberían de estar solapadas a criterios de rentabilidad y a costes calculados a partir de los miles de personas para justificar su hipotética continuidad. Porque su supervivencia, precisamente, reside en la cualidad especializada que los identifica, en la respuesta a una demanda minoritaria que los reclama y en el mercado especializado del que también pueden nutrirse sin que éste los someta a unos criterios distintos para insertar una publicidad en el formato periodístico especializado.

La decadencia del papel, incierta o inevitable, y los cierres de apuestas irrepetibles de periodismo de calidad tradicional, como el citado al inicio o los que han cerrado en internet, han de servir para que los tics tradicionales no se proyecten a los nuevos soportes periodísticos, que poco tienen que ver con el concepto masivo de los mass media y mucho con la oportunidad especializada que abren tanto para el periodista que difunde informaciones dirigidas a un círculo minoritario de la población, como para el destinatario que recibe de buen grado dicha apuesta por la calidad, como para el anunciante que puede encontrar canales más eficaces, más baratos y menos masivos que, como aguja hipodérmica, acudan al rescate del target de público que más les interesa.

Sería bueno entonar un réquiem por los CPM, CPV y CPC antes de que las cifras cuantitativas devoren buenas apuestas periodísticas cualitativas –que no publicitarias- para las sociedades especializadas del siglo XXI.

Otros enlaces del blog de la agencia de servicios periodísticos Soma Comunicación:

Periodistas del siglo XXI

Armas periodísticas en internet

Periodistas (del siglo XXI)

Más de 4.000 profesionales de la comunicación se han quedado sin empleo en España desde que comenzó la crisis. Si sumáramos los últimos despidos contenidos en los ERE de Prisa o Público, la incertidumbre en torno a la continuidad de la revista Don Balón o la precariedad con la que trabajan a diario redacciones basadas en la ley del máximo esfuerzo con la recompensa del mínimo sueldo, encontraríamos el panorama desolador por el que atraviesa hoy la profesión periodística en nuestro país.

El debate ya ha dejado de ser si el papel desaparecerá o si lo que ha cambiado han sido los soportes. El nuevo precepto pasa por la supervivencia individual de quienes creen en el flanco tradicional y de quienes han decidido apostar por la aventura empresarial. En los dos casos la rentabilidad sigue siendo dudosa, primero porque el papel ha perdido vigencia o porque en ámbitos institucionales o empresariales lo efímero o temporal es lo que prevalece para muchos; y, segundo, porque lo digital tiene una difícil teoría de la rentabilidad que aplicar. Entre ambos, quedan los inadaptados o, lo que es lo mismo, aquellos que aún están atados a los modelos hereditarios de la profesión o los que llegaron al tren de la tecnología tan a tiempo como para abrir camino a machetazos en la jungla de la actualidad.

La crisis es del sistema, quizás, pero en el periodismo la crisis es de un metasistema de poderes en el que los periodistas siempre han tenido un peso por encima de un sueldo. Hoy parece que el peso social de estos profesionales se equipara con el que atenaza a otros en tiempos de crisis: el del paro o el del mileurismo feroz.

El antídoto que se plantea en esta encrucijada profesional pasa por buscar oportunidades emprendedoras donde antes no las había, gracias a la eclosión y a la democratización de las nuevas tecnologías. Facilidades oficiales, siempre serán pocas, por lo que más numerosas tendrán que ser las oportunidades que de la puesta en común de buenas ideas surjan como avance de un futuro periodístico emprendedor, fresco, directo, sin esclavitudes, sin dictados ni codazos corporativos carentes de sentido que deshumanizan a quienes lo practican en defensa de aquellos que, tarde o temprano, los convertirán en carne de nuevos ERE.

 

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