Esto no rueda entre la prensa

img_16315Uno de los momentos cruciales en cualquier periodista en formación que se precie es cuando toca afrontar la primera cobertura a solas. Generalmente – o, por lo menos, así fue en mi caso –, una rueda de prensa suele plantearse la prueba de fuego perfecta según los mentores. Por ello, la orden de acudir a alguna convocatoria no tarda en llegar. Estar a tiempo en el lugar adecuado es la cuestión causante del primer sudor frío. Ya una vez ubicados en el terreno, toca lidiar con ese sentimiento de principiante frente al resto de profesionales. En algunos casos, la paranoia llega hasta el punto de creer que pueden leer en tu cara que es tu primera vez. Quizá, la presión por tomar bien las notas y dar con la parte clave de la declaración sean las preocupaciones más delatadoras. Sea como fuere, con más o menos soltura, la gran mayoría superamos la prueba. Así, en la segunda y tercera cita la ilusión ya se entremezcla con algo de aplomo. Sin embargo…

Sin embargo, pocas ruedas más tarde, la realidad nos sacude: salvo contadas excepciones, estos encuentros son de lo más mecánico. Asistir, escuchar, tomar nota y darle forma al llegar a redacción. Se trata del primer desencanto con dicho concepto, el cual puede ser mucho más acusado si la experiencia se ha escrito en el ámbito de la política. Tener que seguir el evento a través de un monitor, innovación acuñada recientemente por el presidente del Gobierno – muchas gracias, Mariano, te has lucido – no es más que la punta del iceberg de los espectáculos que organizan los partidos políticos en materia de comunicación.

Aparte de todo ello, y como muchos estaréis pensando, el colmo del desengaño es otro: las ruedas de prensa sin preguntas. Sí, esa práctica que se contradice por definición – para quienes no lo tengan claro, decir que la prensa no es una masa abstracta, sino un grupo de profesionales experimentados en recabar información planteando cuestiones – y que de un tiempo a esta parte ha sido tendencia en determinados sectores. Da la sensación de que algunos callan al periodista como si se quitasen una piedra del zapato. “Aquí hay algo que me molesta. ¡Fuera!”, dirán en ambos casos. Parecen ignorar que los periodistas tenemos más vida que un pedrusco y podemos responder por otros medios, como no acudir a su llamada. En otras palabras: les podemos negar esa ansiada atención mediática, vaya.

Más allá de esto, en relación a las ruedas de prensa también cabría destacar esa extendida creencia de panacea. “Quiero lanzar un mensaje o promover mi empresa, así que convoco a los medios – que es coser y cantar – y arreglado”, piensan unos cuantos. Si aún no se habían dado cuenta, siento comunicarles que no es así. Los periodistas no caemos en cualquier cebo – o, por lo menos, lo intentamos –, sino que precisamos de un gancho certero. Y si antes ya nos esforzábamos por ser selectivos, mucho más ahora, que los miembros de la redacción escasean cada vez más y es físicamente imposible estar en todo.

Quede claro que no quiero significar que las ruedas de prensa no sirven para nada, ni mucho menos pretendo abanderar un movimiento a favor de su desaparición. Por el contrario, considero que esta práctica puede ser muy útil si se plantea adecuadamente: abordar una cuestión de interés público, igualdad de condiciones para todos los medios, posibilidad de preguntar a los ponentes… De hecho, cuento en mi breve experiencia con algunas de esas excepciones que apuntaba al principio. No sé si es relevante, pero matizo que la mayoría correspondientes al ámbito de la cultura. En cualquier caso, como siempre, esta no es más que mi modesta opinión. Hubiese convocado una rueda de prensa para compartirla, pero dudo que os hubiese dejado preguntar (guiño, guiño).

Posted by @LaBellver – Photo by @Marga_Ferrer

Contenido, contenido y contenido

Soma ComunicaciónCuando llega el momento de planificar una campaña de comunicación online, el punto de partida sobre el que pivota toda acción es el contenido. Da nada sirve contar con elementos creativos y promocionales solapados a nuestros objetivos si la estrategia online que ponemos en práctica para alcanzarlos no contempla la proyección pautada de un contexto informativo de calidad.

Crear contenido de calidad pasa por no dejar nada en manos de la improvisación; por orquestar una buena agenda de contactos que permita acceder a datos de interés relacionados con el sector objetivo,  por documentar cada acción para que la información tenga peso; por planificar los canales en los que difundiremos el contenido;  por moderar las reacciones suscitadas entre el hecho difundido y los receptores de los mensajes; por evaluar la repercusión de los esfuerzos; y por medir el peso de la acción en relación a los objetivos generales de la campaña.

Contenido, contenido y contenido a disposición de planes de comunicación cuya misión ha de saber emprender con las mejores garantías un perfil periodístico. Porque es ahí donde los periodistas más pueden aportar en la transición hacia su reinvención profesional y establecer el punto de partida o de inflexión para dar un giro de calidad al ruido que presenciamos actualmente en internet.

Posted by @somacomunicacio / Photo by  Soma Comunicación

Twitter y su «favorito secreto»

índiceSiete son los años que cumplirá Twitter el próximo mes de marzo… ¿Llegará a esa hipotética mayoría de edad con síntomas de agotamiento? Desde siempre, y solapado al concepto innovador que ha lucido la red social de los 140 caracteres, el pajarito azul ha sido símbolo de hogar para influyentes, gurús, seudogurús, expertos en todo y sabiondos de nada; un vehículo de expresión en el que muchos se sentían con el privilegio de estar en un entorno del que la mayoría que no había probado el sabor de los tuits ni disfrutaba ni entendía.

Prescriptores, geeks, periodistas, iluminados, emprendedores, famosos, blogueros, advenedizos y probadores de todo lo que suena a prescripción, novedad o tecnología camparon a sus anchas por los recovecos de la red social de microblogging. Lo hicieron a velocidad de crucero y consiguieron sentirse especiales en un círculo ‘desvirtualizante’ y ‘desvirtualizador’, rodeados de la magia especial de lo que significaba pertenecer a un club virtual de explicadores paralelos al acontecer, a golpe de tuits.

Hasta que la representación más oficialista de la realidad, la misma que había discurrido por cauces tradicionales en paralelo a la interpretación sincronizada de los miles de tuits diarios publicados por aquellos que huían de versiones impuestas, aterrizó como elefante en cacharrería en los 140 caracteres. Cuentas institucionales, mensajes oficialistas, comunicados inertes, últimas noticias descontextualizadas, globos sonda, robots del marketing programado, compradores y vendedores de followers, aplicaciones en diferido ladronas de conversaciones, cuentas oficiales en vez de nombres propios… Nada nuevo más que la expresión de la realidad tradicional en tuits que difuminaron la línea paralela trazada en un principio por quienes habían encontrado el oasis de la representación de otros aconteceres distintos a los pautados por gabinetes de prensa, grandes empresas, cabeceras tradicionales, teletipos enlatados y otros desmentidos de guardar del colorín colorado.

La comunidad probadora que creció de forma deslocalizada, coincidiendo eventualmente cara a cara en eventos desvirtualizadores, quedó difuminada como lo había estado antes de la llegada de Twitter, sumergida y confundida por el ruido de la maquinaria oficial. El mismo ruido que ya se apoderó en su momento de las ondas, del papel, de la televisión… Porque la información es poder y el poder siempre ha necesitado controlar la información.

Y ahora, ¿qué? –se preguntaron muchos de ellos-. ¿Cómo iban a sentir el sabor de la diferencia jugando en el mismo campo que toda la sociedad? ¿Qué tendrían que hacer para saborear de nuevo la exclusividad de pertenecer a un círculo roturador de tendencias, de aplicaciones, de diferencias respecto a la “masa”?

El vaticinio lanzado por algunos apunta a la moda de dejar de usar Twitter como símbolo de rebeldía o de extraña distinción respecto al “vulgo tuitero”. Otros señalan a una suerte de “zona VIP” o de pago que recuperará el sentido de pertenencia exclusiva que sintieron aquellos que lo probaron en sus dos, tres o cuatro primeros años de existencia. Quién sabe…

Javier Marías, el magnífico escritor que sigue anclado a su máquina de escribir, publicó en EPS el pasado 9 de diciembre un artículo donde describía el sinsabor que le queda a alguien cuando le roban el tesoro – «favoritos secretos» (sic) – de pertenecer a un pequeño círculo conocedor de un gran artista, de un buen escritor… que de repente es abordado por la mayoría y deja la sensación en el primero de frustración por perder la exclusiva de su buen gusto.

«Cuando esos “favoritos secretos” dejan de ser lo segundo, nuestra reacción es mezquina y ridícula, lo reconozco. Lejos de alegrarnos de que por fin el mundo celebre a quien desde nuestro punto de vista lo merecía hace ya tiempo, nos sentimos traicionados, y no es raro que, al ver cómo se populariza y vulgariza la figura admirada, nos alejemos injustamente de ella y aun cesemos en nuestra devoción»*.

¿Está Twitter dejando de ser el «favorito secreto» de muchos?

*(Javier Marías, ‘La zona fantasma’. El fin de todo secreto. EPS, 9 de diciembre de 2012).
Posted by @360gradospressSoma Comunicación

Cobertura descafeinada

ACTO CENTRAL DE COMPROMIS EN EL PARQUE DE CABECERA, ASISTE LLAMAZARESUna conversación mantenida en la propia agencia Soma Comunicación el pasado miércoles día 16 de enero ha inspirado esta entrada. Que me haya decidido a publicarla no es cuestión de autobombo, sino de casualidad, pues justo este fin de semana presencié un exponente esclarecedor de lo comentado. Pero vayamos por partes:

Iniciábamos el turno vespertino cuando se terció hablar de los informativos de televisión. Acababa de estallar el dato de los 22 millones que el extesorero del PP, Luís Bárcenas, tuvo en cuentas suizas y todos los presentes apuntamos un mismo hecho: la cadena pública no abordó esta información hasta transcurridos unos 20 minutos de la primera edición de sus informativos. Obviamente, fue nostalgia y no sorpresa lo que se respiró en el ambiente, ya que tuvimos la certeza de que esto no hubiese ocurrido así no hace mucho tiempo.

En cualquier caso, ahora las cosas son como son. Bien es cierto que a partir del día siguiente la apertura de los informativos de TVE vino de la mano de las reacciones y nuevas informaciones al respecto de este tema, pero también es verdad que la importancia de una cuestión no viene dada únicamente – aunque sea un aspecto fundamental – por su emplazamiento en la escaleta, sino que factores como la duración y el tratamiento influyen en ello. Pues bien, haciendo una media de todos ellos, la gestión de las basuras – sí, tal cual – gozó de mayor relevancia en la edición dominical. Tanto fue así, que la pieza del día de los corresponsales de Alemania, Estados Unidos y China no trató de recabar impresiones internacionales acerca de la presente situación política de España, sino de cómo se recicla en las respectivas vecindades de estos rincones del mundo.

Con esto no quiero decir que la cuestión de los residuos sea nimia, pues creo firmemente en lo fundamental de la concienciación ciudadana en este sentido con vistas a preservar nuestro entorno – los más desconfiados podríais inspeccionar las bolsas que tiro a los correspondientes contenedores para comprobar que no estoy haciendo uso de hipocresía –. No cuestiono siquiera su aparición en el telediario, pero… ¿Realmente merece semejante cobertura en comparación con otros temas que nos conciernen actualmente? Si me permitís caer en un juego de palabras fácil, diría que hay otras “basuras” – por emplear un término fino – a las que prestar mayor atención.

El caso es que la sensación al ver esta información me teletransportó a las pasadas Navidades, cuando los míticos reportajes acerca de las compras previas a citas como Nochebuena y los precios de los alimentos en el mercado se sucedieron en bucle durante días. Tampoco quiero significar que deban desaparecer estas noticias de la programación, pero una vez más me pregunto: ¿es necesario reiterarlas hasta la saciedad a pesar de que es más de lo mismo todos los años y de que hay otros asuntos de actualidad en danza?

Muy a mi pesar, e indiferentemente al calendario, esta dinámica informativa se repite una y otra vez. ¡Ojo! No sólo en la pública, ya que las banalidades inundan los informativos de todas las cadenas de televisión. Generalmente, a modo de pieza anecdótica al final de la dosis informativa, por eso de no dejar un pésimo sabor de boca. Quizá, estigmatizo más al ente público porque nos tenía “malacostumbrados” a algo mejor. Sea como sea, tengo la esperanza puesta en venideras coberturas. Porque para descafeinado ya tenemos el café, ¿no creéis?

Posted by @LaBellver

Un trayecto de reflexiones periodísticas (I)

El semanario digital 360 Grados Press, editado por Soma Comunicación, además de dar su habitual giro semanal a la actualidad alejado de la agenda-setting, emprendió desde su nacimiento en 2008 un trayecto por los principales actores del periodismo global para explicar y contextualizar con sus puntos de vista el cambio al que asiste el concepto tradicional de la profesión periodística.

Recogemos en este post varios fragmentos de la opinión vertida por dichos perfiles con la perspectiva que concede el paso del tiempo y la evolución hacia las nuevas formas de entender el periodismo.

escolartw2     “Si tú eres bueno en tu información y además eres capaz de contarlo en distintos soportes vas a ser el mejor periodista siempre. Pero lo difícil de verdad no es aprender a manejar internet, Twitter o aprender a manejar la radio, lo difícil de verdad es manejar la información. Con lo cual, los viejos periodistas tienen todas las de ganar”. Ignacio Escolar.

ysy25qay11f7actisr8b“Gracias a Twitter y su interactividad se puede hacer un periodismo sobre aquello que preocupa a la sociedad. Además, esta red social es estrictamente periodística, porque es de titulares. Y titular es periodismo [fusion_builder_container hundred_percent=”yes” overflow=”visible”][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”no” center_content=”no” min_height=”none”][…] Hay que salir a emprender como periodista, porque nadie va a hacerlo por nosotros”. Pedro de Alzaga  

Sin títuloEl ideal es que el periodismo sea pertinente, que socialice el debate público, que satisfaga el derecho humano a la información. Las plataformas no determinan la calidad del periodismo, sólo su forma de entrega”. Gerardo Albarrán

 

b065539b8e980719402a5114bc2a2464“Que los periodistas no se rindan y que piensen en proyectos personales e independientes. Internet permite cruzar fronteras. El presente y el futuro es ya digital, pero los periódicos no morirán. Las redes sociales nos conectan con los lectores y nos inspiran”. Esther Vargas

mcm8begnjd7n4r5edrkf“En cualquier crisis o desastre económico hay posibilidades de crear cosas nuevas que en el pasado no habrían sido posibles. De hecho, encuentro periodistas emprendedores en los cursos que están aprovechando las oportunidades de la web para crear algo de valor para una comunidad un poco más reducida comparada con otros medios grandes”. James Breiner

43faef20e1459b5fde1ad79e9b7b760c“Es un horizonte el del autoempleo que ofrecen las nuevas tecnologías. Y también debemos tener en cuenta la necesidad de cualquier empresa ahora mismo de emplear comunicación […] Desde luego que los CM son puestos para periodistas. La formación que recibimos nos prepara perfectamente para enfrentarnos a ese mundo. […] Y el periodista es muy reacio a emprender por sí mismo, está dependiendo permanentemente. Tenemos que cambiar nuestro chip y las nuevas herramientas nos permiten entrar en esa vía”. Elsa González

img_16658“El periodismo está descubriendo que hay un aliado en internet”.

Marilín Gonzalo[/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Las herramientas periodísticas de la segunda década del siglo XXI

Presentación utilizada en el curso-taller que, de la mano de Óscar Delgado y Javier Montes, Soma Comunicación impartió a los colegas de la Asociación de la Prensa de Oviedo entre el 26 y el 30 de noviembre de 2012.

Fue una bonita experiencia basada en la especialización, la calidad de contenidos y las nuevas oportunidades abiertas en el ciberespacio para los profesionales de la comunicación en una contexto de crisis y de transición de soportes para ejercer el periodismo.

 
Curso-taller de herramientas periodísticas en los medios sociales.

El valor del mensajero

_FM_2606Esta entrada está basada en hechos reales.

Ahora sí, la historia: hace pocos días un hombre tomó la palabra en el turno de preguntas de una conferencia periodística acerca de conflictos internacionales. Más que una cuestión a responder, el caballero aprovechó la ocasión para verter una acusación sobre los profesionales allí presentes: él había estado hace poco en Israel de viaje y defendía que las informaciones publicadas sobre la contienda en la Franja de Gaza no eran ciertas, pues consideraba que las fuerzas israelíes no hacían más que defender su país de ataques externos, lo cual justificaba todas sus acciones.

Sin entrar en lo acertado o no acertado de esta valoración – podría resumir mi opinión en un “se equivoca”, pero prefiero emplear estas líneas para otro menester –, creo que este señor pasó por alto dos aspectos fundamentales antes de compartir su reflexión a viva voz. Primero, que se dirigía a periodistas que han trabajado durante años sobre el terreno. Y seguir mínimamente su trabajo demuestra que en el ejercicio de su profesión han escuchado testimonios de ambos bandos y que no se han posicionado a favor o en contra de ninguno de ellos. Muy al contrario, han intentado retratar la realidad de las personas que, indiferentemente de su territorio, viven en un continuo conflicto armado. También han tratado de dar voz a las minorías y de explicar los intereses de cada uno de los frentes implicados. En definitiva, han estado informando. La segunda cuestión es tan sencilla como que para ello, para informar, para contar la verdad, para que esta realidad llegue a nuestros oídos, han arriesgado sus vidas.

Con todo ello, no quiero decir que lo dicho por los corresponsales es incuestionable. Ni mucho menos. Los periodistas nos equivocamos como los que más. Pero ese tono de reproche en la intervención conllevaba un mensaje implícito. Básicamente, que lo contado por estos plumillas no se correspondía con lo que el señor opinaba y, por tanto, se trataba de un mal trabajo. Ello me planteó una duda que me dio miedo: ¿hasta qué punto se valora el análisis de un profesional de la información? ¿Realmente se le da importancia a las historias que se esfuerza por encontrar y, posteriormente, cuenta? Las expresiones del resto de asistentes me devolvieron la confianza.

No obstante, mi temor se acrecentó de nuevo cuando la ponencia viró sobre el enemigo que tenemos en casa. Porque la dinámica actual en muchos medios es exigir que el periodista sacie al público de inmediato, aunque sea con lo primero que se haya encontrado. Y como antes de la rapidez está el dinero, muchas empresas de comunicación directamente han optado por prescindir de esos buenos buscadores de historias y salir del paso con informaciones de agencia y alguna cobertura puntual. De ahí, también, que muchos periodistas se las vean y se las deseen para que alguien haga hueco a su relato, ése por el que han invertido tiempo y recursos propios antes de que nadie apueste por él. Así, ver ese trabajo entre las páginas de un diario o contar con unos minutos en pantalla o en las ondas es un triunfo cada vez más esporádico.

Pero no se equivoquen: quienes más pierden con ello no son los periodistas, pues aquel que tiene auténtica vocación por informar se las arreglará para llegar hasta el público. Y ahora es más sencillo que nunca – sí, hablo de redes sociales, blogs y demás plataformas cibernéticas –.  Aquellos que quieren seguir haciendo dinero con lo que están consiguiendo que no valga apenas nada serán los más perjudicados. Cómo no, esta justicia mediática dependerá de ustedes, de quienes leen las palabras que escribimos y escuchan cuando tenemos algo que decir. Podrán estar o no de acuerdo, pero este trabajo tiene importancia siempre y cuando la sociedad así lo considere. Por eso les pido, por favor, valoren siempre a los mensajeros.

Posted by @LaBellver/Photo by @Marga_FerrerSoma Comunicación

Soma Comunicación impartirá un nuevo curso de Social Media para periodistas en Asturias

Las redes sociales se han convertido, indiscutiblemente, en una herramienta más de trabajo para los periodistas pero usarlas requiere conocimiento y criterio.

Para descubrir las posibilidades que ofrecen estos nuevos canales, la Asociación de la Prensa de Oviedo ha vuelto a contar, por tercera vez en 2012, con Soma Comunicación. En esta ocasión, la agencia de servicios periodísticos impartirá del 26 al 30 de noviembre un curso avanzado a los colegas periodistas asturianos.

En concreto, el taller se desarrollará en horario de 10 a 12 horas en el Centro de Enseñanza y Producción Audiovisual de Olloniego (Oviedo). A lo largo de esas diez horas de formación, Óscar Delgado, director de Soma Comunicación, y Javier Montes, responsable de la delegación en Asturias, trasladarán a los profesionales de la comunicación y el periodismo conocimientos avanzados acerca de la utilización, monitorización y gestión de los medios sociales así como de las diferentes aplicaciones específicas para periodistas. Se trata de un taller avanzado en el que los asistentes conocerán de primera mano funcionalidades prácticas para su trabajo diario.

La Asociación de la Prensa de Oviedo ya ha abierto el plazo de inscripción (hay un cupo de veinte plazas).

Soma Comunicación, cofundadora del encuentro tuitero Horchata&Twitts, ya ha impartido formación a periodistas de la Unió de Periodistes Valencians o, entre otros, a los colegas del gabinete de comunicación de la Diputación de Valencia. Con este ya es el tercer taller que la agencia imparte a periodistas asociados a la Asociación de la Prensa de Oviedo.

Talento voluntario para ‘hackear’ el sistema

Bajo el título de «Compartir pasiones para descubrir talentos», Nuria Pérez e Ícaro Moyano presentaron el sábado 3 de noviembre en el Evento Blog España celebrado en Sevilla una alternativa educativa a la que reciben los niños en edad escolar, como complemento hacia la búsqueda del talento creativo que encierran las personas en esa etapa de la vida: ‘Teach a Talent‘.

La fórmula que proponen se centra en servir de intermediarios entre voluntarios con pasión y los pequeños, como cauces de conocimiento aplicado distinto al que impone el sistema.

“Todos sabemos hacer algo y se lo podemos transmitir a los enanos; ¿cuántos trabajáis en algo que no os dijeron en el colegio”. De esta manera Ícaro Moyano, colaborador en ‘Teach a Talent‘ hizo reflexionar a los asistentes al EBE acerca de la formación que reciben los niños en relación con la posibilidad que tienen de desarrollar su talento creativo. En este sentido, Nuria Pérez incidió en que “el sistema educativo como lo concebimos castiga la creatividad, inculca en los menores el miedo a equivocarse y les enseña a memorizar datos”.

La formadora destacó también que en su momento ya Steve Jobs hablaba de incrementar experiencias por encima de los datos. Así, Pérez señaló que “nos enseñan a seguir un camino en el que reducimos cada vez más la curiosidad y la imaginación; queremos instrucciones”.

Por ello, los impulsores de ‘Teach a Talent‘ persiguen poner en común experiencias creativas que alimenten la curiosidad de aprender los más pequeños desde experiencias voluntarias multidisciplianres. Porque para Nuria Pérez, “el sistema educativo no necesita la enésima reforma, necesita un cambio radical”. Quizá ‘Teach a Talent‘ esté dando el primer paso…

¿Qué opináis?

Photo by @Marga_FerrerSoma Comunicación

Periodismo medio vacío, pero también medio lleno

Muchos nos pueden tildar de pesados. De un tiempo a esta parte no dejamos de analizar la crisis general y la particular de la profesión. Y me atrevo a aventurar que las observaciones no van a dejar de sucederse. Tal vez, algunos pensaron en un principio que se trataba de un episodio eventual, pero el transcurso de los meses está demostrando que ésta es nuestra realidad, con todas sus consecuencias. Y cambiar una realidad implica aceptación, reflexión y acción. De ahí, quizá, el torrente – que ya no lluvia – de ideas actual entre periodistas.

Porque, ¿qué podemos hacer frente a esos tiranos – perdón, quería decir directivos – que la única salida que conciben frente a los tiempos difíciles es sacrificar a gran parte de la plantilla? Como bien sabemos, la cuenta de resultados siempre ha primado en cualquier empresa que se precie. Lo fuerte es que ya no se tiene que incurrir necesariamente en pérdidas para tomar la decisión más drástica e injusta. Será que otros aspectos fallan en los cálculos. O que hemos estado viviendo demasiado bien. En todo caso, trabajando por encima de nuestras posibilidades – gratuitamente, inclusive –, diría yo.

Pero no me quiero ensañar con una de las múltiples cuestiones que nos atañen. Porque también nos queda por resolver cómo lidiar con aquellos medios e, incluso, voces de autoridad que aún no conciben el periodismo en las nuevas plataformas – la cursiva se debe a que, más que “nuevas”, yo apostaría ya por calificarlas de “presentes” –. Y sigue, asimismo, abierto el debate de cómo convertir el contenido online en rentable. Y etcétera, etcétera, etcétera.

En fin, ¿qué hacemos? La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha puesto en marcha El muro de las lamentaciones de los periodistas, una iniciativa virtual en la que poner en común denuncias e inspirar una profesión más digna. Bien, pero… ¿Y si nos dejamos llevar por los aspectos positivos durante un momento? Como dijo hace poco Nicholas Lemann, ex-decano de la Columbia Journalism School: “El periodismo no es perfecto, pero no está muriendo.

Quiero pensar que algo estaremos haciendo bien cuando gran parte de la ciudadanía nos sigue considerando necesarios. O, mejor dicho, la ciudadanía nos considera necesarios cuando hacemos bien nuestro trabajo: si ofrecemos calidad, si estamos dónde y cuándo se nos necesita, si no olvidamos nuestro compromiso con la sociedad

Quizá, como es viernes, se me antoja ver el vaso medio lleno. Probablemente, el lunes acabe escribiendo mi particular lamentación en ese muro gris. Sea como fuere, sé que somos muchos los que aspiramos a dar la talla en esta necesaria profesión, así que sigo con mi capricho de hoy y os propongo: ¿compartimos los motivos por los que seguir adelante?

Posted by @LaBellver-Photo by @Marga_FerrerSoma Comunicación