Cinco relatos sobre periodismo

La literatura periodística en cinco textos adictivos

Cualquier asunto, sea un caso aislado o un fenómeno, se puede contar con tantos enfoques como caras tiene un poliedro, desde tantos ángulos como medios y periodistas pueda haber. El carácter subjetivo de esta profesión se apuntala a través de la jerarquización de contenidos en los medios -en función de los criterios de noticiabilidad que se apliquen-, de la mera selección de voces y silencios o con la decisión de dónde colocar el trípode con la cámara. Es su esencia. Ahí radican sus virtudes y de esa percha cuelgan buena parte de los vicios de esta profesión. Del mismo modo, el periodismo puede ser la noticia y se puede contar desde mil y una vertientes. De periodismo se puede escribir en los libros de texto y manuales académicos, pero el oficio de periodista se puede abordar, especialmente, desde la experiencia vivida por quienes cada día engrandecen el oficio en cada una de sus trincheras.

Testimonios, vivencias, guerras y batallas han engordado una fértil literatura periodística. La lista de libros recomendados sería inabordable… He aquí una pequeña selección de títulos que constituyen auténticas joyas de la literatura periodística publicados en los últimos años. Obras sobre un oficio que perjudica seriamente la salud de quien lo practica, que provoca extrema adicción.

Cada mesa un Vietnam. Sobre el oficio de periodismo. De Jot Down Books, con una cuidada edición del periodista Enric González. Publicado en 2017, el propio título es ya una declaración de principios respecto a la convulsión permanente en la que vive sumido el profesional de la información con independencia del frente que le corresponda cubrir. En sus páginas, 24 periodistas reflexionan sobre su trabajo. Informadores y opinadores del reporterismo de guerra, de la información política o del deporte, desde todas las demarcaciones de este terreno de juego, abordan la manera de vivir, entender y sobrevivir a todas las trampas y retos de la profesión. Desde la formalidad exenta de aventura de la rueda de prensa a la crónica desde la trinchera con balas del corresponsal de guerra, desde el periodista en plantilla a la figura del freelance, casi todos los perfiles están presentes en Cada mesa un Vietnam.

La reinvención de The New York Times. Cómo la “dama de gris” del periodismo se está adaptando a la era móvil. Editado por Knight Center, este libro de Ismael Nafría (periodista, consultor, profesor y experto en medios digitales) publicado en 2017 explica con todo lujo de detalles la transición experimentada por el periódico más influyente del mundo desde la condición de estricto diario de papel hasta su completa adaptación a la era digital. Se trata de uno de los procesos más revolucionarios y exitosos, aunque con altibajos, experimentados en la historia del periodismo. En esta obra se aborda no solamente la transformación tecnológica y del modelo de negocio de este gigante de la prensa escrita, sino también la implicación de este fenómeno en el consumo de noticias y la relación con el lector (intertextualidad o multimedialidad) o con los anunciantes (interactividad).

Todos náufragos. Ediciones B publicó en 2015 esta obra maravillosa de Ramón Lobo, un veterano de mil batallas que durante veinte años de profesión ejerció en la sección de Internacional del diario El País. Es este un libro muy personal, podría decirse que un auténtico streptease sobre su manera de sentir el oficio, sobre los miedos, convicciones, principios, dudas y certezas. Y sobre su familia y antepasados, su manera de concebir el mundo, todos los mundos. El autor lo considera su mejor libro. En él desfilan buena parte de sus vivencias en los conflictos internacionales que cubrió como reportero del periódico de Prisa. Entre ellos, los de los Balcanes, Afganistán, Chechenia, Irak, Líbano, Ruanda o Sierra Leona. Ramón Lobo acumula varios premios y reconocimientos a su dilatada trayectoria profesional.

El oficio más hermoso del mundo. Editado por Clave Intelectual, en 2016. Hay pocos reporteros de la talla de José Martí Gómez. Para su colega Enric González, es el mejor. Este libro de Martí Gómez debería ser de lectura obligada en todas las facultades y escuelas de periodismo del mundo. Cada una de sus páginas exuda verdad y una concepción del oficio muy a flor de piel, de las enseñanzas aprendidas en cada tropiezo, en cada experiencia, en la calle, en la carretera o en los bares. El libro repasa cinco décadas de la historia de España a través de los ojos y los textos de este veterano periodista. Y lo hace a través de los géneros que ha cultivado, que han sido prácticamente todos, y especialmente la crónica, la entrevista y el reportaje. El libro tiene el mejor de los remates con un epílogo en el que el autor conversa con Josep Ramoneda, Javier del Pino y Jordi Évole sobre periodistas y medios, sobre el presente y el futuro del oficio más hermoso del mundo.

Peláez. Historias de un periodista de provincias. Editado por 360 Grados Libros, el periodista David Barreiro recrea en un tono sarcástico y crítico el ambiente que se vive en el seno de una redacción de un diario de los llamados “de provincias” en una época de absoluta decadencia política, social y económica que recuerda los años de profunda crisis vividos en España desde el crack de 2008. Peláez es un periodista de la vieja escuela, con una vida dedicada en cuerpo y alma a un oficio al que es adicto, y que tiene como director a un vividor de los que regala consejos y hasta ofrece clases gratuitas sobre comportamientos que él no lleva a la práctica. Bebedor de güisqui, fumador empedernido y alérgico al trabajo, es el vivo retrato de una corrupción sistémica que, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, salpica a todos los poderes y que tiene como exponentes mediáticos casos como Gürtel. El autor ofrece impagables diálogos llenos de acidez y hasta de humor negro.

Por Abril Antara

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“Parte de mi buen hacer en la radio ha sido producto de mi insensatez”

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La periodista Nieves Concostrina no tiene un buen recuerdo de su paso por la televisión en los años 90 como redactora, pero en la actualidad ha podido resarcirse de sus recuerdos como colaboradora del programa Cero en Historia, de Movistar, donde conecta con la pasión a la que también da rienda suelta en La Ventana, de Cadena SER: la Historia. Concostrina ha recibido diversos galardones de relevancia por su trabajo en los medios de comunicación como el Premio Ondas (2016), el Premio Internacional Rey de España de Periodismo en Radio, el Micrófono de Oro (2010) y el Premio Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2005), entre otros.

¿Qué balance haces de la mujer periodista en los ochenta y su evolución en los diferentes soportes periodísticos hasta la actualidad?

Desde mi experiencia personal tuve la enorme suerte de contar con extraordinarios compañeros desde que inicié mi carrera en los ochenta y, afortunadamente, casi nunca me sentí discriminada por ser mujer. Salvo algún detalle sin importancia cuando me tocó estar en la sección de Deportes, en la que los compañeros redactores no vieron con buenos ojos que entrara una chica (era la primera vez que ocurría). En el fondo me alegré de que apenas me dejaran una parcelita informativa para trabajar porque estaba deseando salir de esa sección. No me interesaba nada tal y com estaba enfocada y dominada por machos alfa. Fue la época en la que las mujeres comenzaron a entrar en las secciones de deportes de periódicos y que, como María Escario, abrieron brecha. Como mera observadora, solo añadir que, curiosamente, periódicos como El País solo han acertado a nombrar a una mujer como directora, la gran Sol Gallego Díaz, en un momento agónico para la prensa escrita y después de 40 años de una sucesión de directores que, en los últimos tiempos, han llevado al diario a la peor de sus situaciones. Ojalá Sol esté a tiempo de remontarlo.

¿Qué pudiste aprender en la televisión de los 90? ¿Qué ofrecía la pequeña pantalla entonces, que se ha perdido o ganado en la actualidad?

A mí, la tele, me aportó menos que nada. Quizás los programas por los que me tocó pasar no fueron los mejores para amar el medio y si trabajé en la tele fue porque no me quedó más remedio. Quizás si mi paso por televisión hubiera sido por otro tipo de programas habría sabido ver lo que algunos llaman “la magia de la tele”. Yo no vi magia por ninguna parte. Solo vi cifras astronómicas que se pagaban a los famosos por ir a contar idioteces, reportajes que se hacían con mucha frivolidad, mucho tiempo perdido porque el trabajo es muy disperso, etc. Insisto para que quede claro: en lo que a mí me tocó vivir. Sé perfectamente que la televisión tiene una parte buena que, lamentablemente, no pude disfrutar. Es el último medio al que querría volver a trabajar como redactora de ese tipo de programas que me tocó hacer. Ahora colaboro en otros como Cero en Historia, de Movistar, y estoy feliz, pero es una plataforma de televisión que nada tiene que ver con la tele que conocí.

¿Cuáles son las claves para comunicar a través de las ondas hertzianas de manera clara y de calidad, sin perder interés por parte del radioyente?

No tengo la clave. Solo sé que yo lo he hecho a mi manera y me ha salido bien. Nunca había hecho radio antes de 2003 y puede que mi falta de método haya acabado siendo mi mejor método. Quizás si hubiera preguntado cómo hacerlo y me hubieran dado unas directrices, me habría coartado y no habría hecho las cosas como quería y como me apetecía hacerlas. A veces creo que parte de mi buen hacer en la radio y parte del éxito que me han regalado los oyentes han sido productos de mi insensatez.

¿Crees que siempre habrá espacio para la radio en la vida de las personas? ¿Qué aporta este medio?

La radio aporta todo, de todo y para todos. Es la inmediatez informativa más absoluta, el divertimento más variado y camaleónico. Se puede escuchar en cualquier parte, a la hora que se quiera, haciendo bici, caminando, en el coche, en el AVE, a deshoras, a la carta, etc. Ofrece música, información, cultura, debate, deporte, humor, etc. La radio siempre va a estar con nosotros y ha sido la que mejor se ha adaptado a ese futuro que ya está aquí. Ahora la radio va en nuestro bolsillo, en nuestro móvil, y encima elegimos lo que queremos escuchar y a la hora que queremos escucharlo. Todo son buenas noticias para la radio.

¿Cómo te enfrentas a la hoja en blanco antes de comenzar la escritura de un libro? ¿Qué diferencias has encontrado entre la escritura periodística en formato libro y la novela a la hora de enfrentarte a su redacción?

Me cuesta mucho diferenciar estilos a la hora de escribir. Es más, creo que no lo hago. Hasta ahora solo he escrito una novela, pero, puesto que está basada en hechos reales, lo que hice fue una gran crónica que en vez de ocupar una doble página en un periódico ocupó 300 páginas. Siempre me ha gustado escribir historias de la gente y la novela fue un extenso reportaje en el que me tomé mis licencias narrativas. Sin embargo, mis libros en los que recopilo esas pequeñas historias de la Historia en realidad son una adaptación, casi literal, de las que cuento en la radio. Apenas las cambio para que el lector no encuentre mucha diferencia de lo que escucha a lo que lee. Lo que intento trabajar mucho es la documentación. Siempre digo que yo no cuento nada nuevo, solo lo cuento de otra manera, a mi aire, pero siempre sobre el trabajo de historiadores e investigadores. Ellos son los que saben. Yo solo divulgo a mi manera.

¿Qué futuro les espera a quienes estudian actualmente Periodismo en las facultades? ¿Qué les recomiendas?

¿Que qué les recomiendo? Que pongan una ferretería. Les saldrá más rentable. Aclaro que es una broma, porque las ironías no se entienden por escrito. No tengo ni idea del futuro que les espera a los futuros periodistas; no soy Sandro Rey. Lo que recuerdo de mi carrera de Periodismo es que no me enseñaban nada útil y que diez minutos en una redacción me enseñaba más que cinco meses en la facultad. Creo que es una carrera mal diseñada que nunca debió dejar de ser aquella Escuela Oficial de Periodistas de la que salieron tan buenos profesionales. No soy muy optimista con el oficio, pero quien quiera ser periodista, que no deje de luchar por serlo. Diga lo que diga nadie. Incluso yo. Bendiciones.

Por @casas_castro
Foto de Jesús Pozo

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Fotografía: Marga Ferrer

Influencers de cuatro patas: convierte a tu mascota en una estrella

Internet empezó siendo un monopolio de gatitos adorables y ha terminado convirtiéndose en el coto de unos cuantos perros con influencia. Proclamemos todos juntos: ¡nuestras mascotas dominan la red… y pronto someterán a los humanos! Obviamente no: esta hipérbole sirve para ilustrar el influjo que ejercen los animales domésticos en plataformas como Instagram y Youtube, donde la celebrities más seguidas –elRubius, Dulceida, etc.– comparten protagonismo y likes con bulldogs, gatos persas e incluso cerditos.

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“Los periodistas hispanohablantes en Estados Unidos deben utilizar palabras que trasciendan los regionalismos”

En Estados Unidos la comunidad hispanohablante es muy grande y ello se puede ver reflejado en la cantidad de medios de comunicación audiovisuales enfocados a este público que amplían sus redes por el país. Dania Alexandrino es una de las periodistas que han crecido profesionalmente utilizando la palabra española como herramienta de trabajo, de la mano de la Universidad de la Florida, donde también enseña a sus alumnos que el acento neutro es el más adecuado para hablar delante de la cámara.

¿Cómo defines la profesión de periodista?

El periodista es un comunicador que se considera el enlace entre la información y su destino, que varía dependiendo del medio. Es una carrera en la que debe reinar la verdad, la información, los hechos, la objetividad, la dedicación, la transparencia, la honestidad, la ética y, sobre todo, el balance.

¿Cuáles son las claves para comunicar periodísticamente delante de una cámara?

Soy fiel creyente en no seguir las corrientes de los demás medios. Para mi es más importante conectar con el público, contarle las historias que les afectan, las historias que les identifiquen de una forma u otra. Las noticias del momento son importantes, sí, pero la noticia dura, la más impactante, muchas veces es la más difícil de encontrar y de contar. Las demás son relaciones públicas de los políticos.

¿Y a la hora de hacerlo en un medio radiofónico?

Una emisora de radio tiene la inmediatez de tener el contacto directo con la audiencia, si es que el programa recibe llamadas telefónicas y esto le da la ventaja de invitar al radioescucha a sugerir sus historias para que el periodista investigue y pueda contarlas. No obstante, debe reinar la misma premisa que en televisión. Se debe conectar con la audiencia. Tenemos la obligación de conectar y educar al común.

¿Qué acogida tiene la información en español en Florida?

El estado de la Florida tiene varias particularidades con la comunidad hispanoparlante. Dependiendo de la parte del estado y la generación poblacional a la que llegas, el consumo de información puede ser en español, en inglés o en ambos idiomas. La mayoría de los jóvenes latinos de segunda generación en adelante, nacidos en Estados Unidos, ya no consumen información en español, a menos que haya algún motivo para ello.

A la hora de comunicar en televisión para hispanohablantes, ¿qué tipo de vocabulario formal se utiliza para que la información sea entendida correctamente en todos los países?

Las cadenas principales de Estados Unidos (Univision y Telemundo), por lo general, esperan un acento y una dicción neutral. Los periodistas hispanohablantes deben utilizar palabras que trasciendan los regionalismos. Se enfoca particularmente en la población de cada ciudad o mercado. Por ejemplo, un canal hispano en Washington DC entiende que la mayoría de los hispanoparlantes son de origen salvadoreño. Por tal motivo, además de entender cuáles son los temas de importancia para los salvadoreños, el periodista debe saber que la Pupusa forma parte del plato tradicional de El Salvador.

¿Se imparte en las facultades de Periodismo?

Por lo general, las facultades de Periodismo no imparten este tipo de enseñanza. Pero desde que a mí me contrataron en la Universidad de la Florida, esto forma parte del currículo de mi clase. Mis estudiantes aprenden sobre la importancia de la neutralidad en el uso de las palabras, de la importancia de usar un acento neutral que llegue a todos y con el cual todos se puedan identificar, y aprenden lo esencial, que es conocer su audiencia.

¿Qué acentos se encuentran más comúnmente en los medios para hispanohablantes de Estados Unidos?

Aunque domina el acento neutro (o casi mexicano ya que más del 65% de la población que consume productos noticiosos en español tiene este origen), los periodistas pueden sonar un poco más regional, según el mercado de destino. Por ejemplo, en Nueva York, los presentadores pueden ser de origen puertorriqueño o dominicano, porque es el grueso de los latinos, seguido por colombianos, que también se ven como presentadores. En Boston se aplica un escenario similar. En Miami, la mayoría son cubanos, venezolanos o puertorriqueños y así sucesivamente.

¿Hay mucha influencia del inglés en esa comunicación por la ubicación en la que te encuentras o tratas de ser fiel a la lengua española?

Trato de ser fiel a las prácticas que se utilizan en los medios latinoamericanos en Estados Unidos, que combinan en esencia el estilo estadounidense sin olvidarse de quién es la audiencia. Siempre se respeta el uso del idioma. Solo se utilizan anglicismos, si los mismos han sido adaptados y se han convertido en algo común. O si, por ejemplo, en términos de entretenimiento, una película adquiere un reconocimiento a tal magnitud que si se traduce el título nadie lo entenderá.

Como amante de los animales y vegetariana, ¿has tenido la oportunidad de informar acerca de estas temáticas como reportera?

Como reportera en Puerto Rico, pocas veces. A menos que hubiera habido un tema de abuso grande en el que las autoridades se vieran inmiscuidas, pocas veces cubría algo. Son temas que para los productores y directores de noticias no tienen relevancia ni importancia. Ahora, si el canal tiene algún acuerdo con alguna organización sin fines de lucro, sí se cubre algo.

¿Algún ejemplo?

Cuando estuve en Univision Puerto Rico cubrí una incautación de más de 250 perros de todas las razas de una “fábrica de cachorros” ilegal. Fue una historia difícil, y desgarradora, y para alguien que ama los animales como yo fue mentalmente agobiante. Como periodista tenemos que contar las historias de los que no tienen voz, pero pocas veces se cuentan las de esos seres que sienten, sufren y padecen, pero no tienen la capacidad de entendimiento, análisis o habla. Son indefensos.

Por @casas_castro

Fotografía: Marga Ferrer

Cómo evitar discursos xenófobos en los medios de comunicación

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A medida que crecen y se multiplican las organizaciones xenófobas con capacidad para filtrar discursos de odio en el resto de la sociedad, los medios de comunicación debaten sobre cómo frenar esos discursos haciendo uso de su herramienta más potente: el periodismo.

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La prensa se hace adicta al telescopio

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Una buena mañana, en algún lugar del cosmos, se produjo una explosión de tal intensidad que de ahí surgió el universo. De esa circunstancia hace aproximadamente 13.800 millones de años. Nadie, que se sepa, contó la noticia. Ni periodistas, ni agencias de comunicación, ni historiadores, ni siquiera arqueólogos. Hoy, las explosiones se harían virales en redes sociales, pero aquellos no eran tiempos de hiperconectividad. No fue hasta bien entrado el siglo XX —hace media hora en términos de tiempo cosmológico— cuando aquel acontecimiento se acuñó como Big Bang en la literatura científica. La expansión del universo, la formación de galaxias y estrellas, la teoría de la relatividad a la que tanta dedicación prestó Stephen Hawking y su idea de viajar en el tiempo… Otros conceptos astronómicos como Gran Atractor, Cuásar, Enana marrón o los Agujeros Negros fueron bautizados muy recientemente, a finales del siglo pasado, época en la que el astrofísico inglés publicó su Breve historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros, la biblia del pensamiento de Hawking y uno de los textos de referencia de la divulgación científica. Fue uno de los cerebros más privilegiados de la historia, con Albert Einstein, por supuesto, y quizás el más mediático. Afectado por ELA, la enfermedad neurológica degenerativa con la que aprendió a convivir, su icónica estampa en silla de ruedas y su voz robótica gracias al software que sintetizaba sus palabras, Hawking puede que fuera el primer periodista especializado en astronomía y astrofísica. Sin saberlo. A fin de cuentas, fue un gran difusor de la ciencia, la popularizó, la hizo más digestiva sin perder un ápice de rigor.

En España, hasta hace poco la astronomía era materia privativa de revistas científicas y de divulgación, pero el interés creciente por la ciencia, y por esta rama en especial, ha llevado a medios generalistas a acercar el cielo y el firmamento a los ojos de los lectores. De vivir en un permanente eclipse a brillar como una estrella. Esa ha sido la astronómica evolución de la astronomía en los medios. Periódicos como El País o ABC dan bastante cancha a noticias sobre astronomía en sección propia, un asunto que también se hace hueco en el suplemento de Ciencia y Salud del diario El Mundo. Son apuestas editoriales regladas, aunque ejemplos de periodistas observadores del universo y divulgadores de sus secretos los hubo antes incluso en medios locales. Es el caso, por ejemplo, del valenciano Vicente Aupí en el diario Levante-EMV.

La labor de los periodistas de divulgación científica ha conseguido recortar la distancia sideral todavía existente entre el trabajo que realizan los físicos o astrónomos y, en palabras del ministro astronauta Pedro Duque, “lo que la gente conoce sobre su trabajo”. Hoy, en las agendas de los medios aparecen las lluvias de meteoritos, las Cuadrántidas, las Perseidas, los eclipses anulares de Sol, los de Luna…

¿Están respondiendo las Facultades de Periodismo en sus planes de estudios a la creciente demanda de información científica, en general, y astronómica, en particular? Quizás no a la velocidad que reclama la incipiente curiosidad y demanda por parte del público. Y ello pese a que los medios de comunicación confían estas informaciones a periodistas metidos a científicos y no a científicos en labores periodísticas. Es más, un estudio de Roger Cassany, Sergi Cortiñas y Albert Elduque evidencia que estos periodistas no solo carecen de formación universitaria científica, sino que tampoco la consideran necesaria.

En el auge de la información astronómica en España ha pesado, sin duda, la labor del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), como centro de investigación y divulgador de ciencia, así como el Telescopio Espacial Hubble (HST) y la actividad científica que generan ambos. También ha contribuido la Sociedad Española de Astronomía o la Fundación Starlight, creada por el IAC, y cuyo fin es la difusión de la astronomía y la lucha por salvaguardar el “cielo estrellado”, libre de contaminación lumínica y vital para la supervivencia de especies que necesitan de la oscuridad de la noche.

Por Abril Antara

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Un premio agroalimentario para Soma Comunicación

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La mayor gratificación para una agencia de comunicación es que el cliente quede satisfecho con el trabajo realizado, pero si, además de ello, el feedback se ve reflejado en un premio nacional, la sensación positiva se multiplica por mil.

Es justo lo que nos ha pasado al equipo de Soma Comunicación con la Asociación Alcachofa de España, a la que ayudamos desde los servicios de comunicación a fomentar su difusión del consumo de alcachofa y del seguimiento de una vida saludable.

Del 23 al 25 de octubre tuvo lugar en Madrid la décima edición de Fruit Attraction, una de las ferias internacionales del sector agroalimentario más importantes del mundo, en la que se celebraron los Premios Estrellas de Internet, que organiza cada año la revista Fruit Today.

Durante el evento, que se localizó en el stand de la empresa hortofrutícola Proexport, la asociación recibió el galardón al Mejor Blog. El premio, en forma de estrella, lo recogió Antonio Galindo, presidente de Alcachofa de España, de manos de Juan Pablo Carpintero, reportero del programa de televisión Aquí la tierra, y agradeció a todos los socios de la entidad sin ánimo de lucro su importante labor de promoción y de apoyo a su producto estrella.

Este espacio, www.alcachofa.es, recoge información sobre el sector de la alcachofa, entrevistas a socios y personajes influyentes del mundo de la agricultura, las redes sociales y la cocina y recetas y vídeorecetas sabrosas con el alcaucil como protagonista.

Una página web que conducimos desde Soma Comunicación con todo el cariño, el rigor y el sentido estético que se merece y que ha ganado en poder de atracción, gracias a las mejoras que hemos ido (y que en la actualidad seguimos) efectuando en los últimos meses sobre ella. Como, por ejemplo, la creación de un microsite enfocado a restaurantes que cocinan con alcachofa y a consumidores de esos establecimientos.

En definitiva, este premio nos motiva a seguir esforzándonos y a seguir trabajando por ofrecer el mejor servicio periodístico y comunicacional de calidad.

Foto de @marga_ferrer

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Violencia_machista

Unos premios de periodismo que sí aman a las mujeres

No son unos premios más de periodismo; son unos galardones que reconocen el lado más social, comprometido y de servicio público de la comunicación. Los Premios de Periodismo contra la Violencia de Género que otorga la Fundación Grupo Norte, que acaban de fallarse, ponen en valor aquellos trabajos periodísticos que contribuyen a combatir la lacra social que es la violencia machista. Reconocer y compensar las buenas prácticas que hayan contribuido a la defensa y difusión de los valores de la igualdad entre sexos es la misión de estos galardones. En esencia, se subraya la concepción de los medios de comunicación como agentes fundamentales como creadores de opinión pública y de difusión de la cultura de la igualdad, frente a estereotipos sociales y culturales sexistas.

La Fundación Grupo Norte, que se dedica a la gestión de recursos, proyectos y actividades para la atención de colectivos sensibles y desfavorecidos, ha premiado en esta III edición de sus galardones a la agencia Colpisa, a Antena 3 y a Onda Cero, como medio escrito, televisión y radio, respectivamente. El acto de entrega se celebrará el 13 de noviembre en la sede de la Secretaría de Estado de Igualdad, en Madrid. En total han sido 70 los trabajos que se han remitido al jurado de estos galardones.

En su modalidad escrita, el premio ha ido a parar al periodista Isaac Asenjo, de Colpisa, por Los invisibles de la violencia machista. El jurado ha valorado ¨la radiografía” realizada sobre “los niños huérfanos por la violencia de género, desde el punto de vista jurídico y social y con datos contrastados y bien expuestos”. En la categoría de televisión, la galardonada ha sido la periodista de Antena 3 Mónica Carrillo por el programa Contra el silencio. La “calidad y diversidad de los testimonios aportados” y la decisión de la cadena de programar el espacio en “horario de máxima audiencia” son motivos expuestos por el jurado para justificar el reconocimiento.

En radio, el premio ha sido para Los hombres que sí amaban a las mujeres, de Javier Cancho y David del Cura, emitido en el informativo La Brújula, de Onda Cero. “Un recorrido realista y sin tabúes que nos sitúa ante el espejo como sociedad, alertando además de los errores de lenguaje que se utilizan para definir los crímenes”. Es el mérito de este trabajo, según el veredicto del jurado.

Estos galardones están dotados con 4.000 euros en metálico para cada categoría y una escultura de Concha Gay que lleva por título Árbol de luz. El jurado ha estado integrado por periodistas y directivos de la Fundación Grupo Norte, la federación de asociaciones de prensa FAPE, la organización de magistrados APM, la COPE, El País, EFE, Antena 3, TVE, El Confidencial, Colpisa, Onda Madrid y Vocento.

 

Abril Antara