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Thread Reader, transforma hilos de Twitter en artículos

Thread Reader convierte en artículos los hilos de Twitter, con el fin de tener recopilados una historia que se encuentra a través de esta red. De esta manera, se puede visualizar de un solo golpe todos los tweets que conforman auténticas micro novelas en algunos casos. Todo el mundo recuerda la “novela 4.0” de Manual Bartual que acumuló miles de seguidores en la red de microbloggin. De hecho, fue tal el éxito que creo la cuenta La Hiloteca, con las mejores historias que aparecen en esta plataforma en español. Así pues, con Thread Reader estos fragmentos se pueden seguirse desde un mismo lugar para no perderse entre comentarios e imágenes.

Thread Reader funciona gracias a un bot. Según explican en su web, hay que seguir la aplicación en Twitter para mencionarlos. El usuario debe seleccionar un hilo y mencionar la palabra clave “desenrollar” (“unroll” en inglés). Hasta el momento en que se ha escrito este artículo, Thread Reader cuenta con 352.692 hilos “desenrollados”, lo que refleja el éxito, no solo de la plataforma, sino también de este tipo de tweets.

Los hilos se han convertido en uno de los formatos más populares de Twitter. Se cuentan desde historias reales, inventadas, se emiten opiniones, se informa de la actualidad, etc. Obviamente, no todos tienen la calidad suficiente o, directamente, no son interesantes. De todas formas, los que son interesantes, reúnen miles de fans, como cuando un blog atrae miles de lectores.

Cuando Twitter amplió a 280 caracteres, aun se quedaba corto para mucha gente que quería desarrollar sus ideas. Por esto, los hilos se han convertido en una herramienta fantástica a través de la cual un usuario se va respondiendo a sí mismo, tejiendo una historia. Además de un texto, se pueden añadir imágenes, vídeos o gifs, por lo que los hacen aún más entretenidos, y el resto de perfiles puede dar ‘feedback’ a uno de los tweets que se lanzan. De ahí que sea una de las máximas expresiones de lo que supone la filosofía de la web 2.0: compartir e interactuar.

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Periodismo científico en la exposición ‘Mètode: 100 números de ciencia’ en La Nau

La investigación científica sin divulgación padece de infravaloración crónica severa; corre el riesgo de no trascender el ámbito académico, invernadero en el que florece y a menudo también perece. La divulgación científica es esencial para que como sociedad valoremos la importancia de la investigación y, consiguientemente, vía impuestos, dotemos de recursos económicos al personal investigador. Por eso son necesarios proyectos como la revista Mètode, que en estos días cumple 100 números y lo celebra con una exposición en el Centro Cultural La Nau de la Universitat de València.

La muestra se detiene en los principales retos de la ciencia a través de la trayectoria de la revista editada por la universidad valenciana, que utiliza como hilo conductor las portadas de artistas como Manuel Boix, Rosa Torres o Rafael Armengol. Así, quien asista a la exposición de La Nau tendrá la oportunidad de revisar los contenidos que han ocupado el centenar de números que hoy llenan las estanterías de la universidad.

La exposición tiene orden cronológico y destaca algunos de los principales hitos que ha conseguido la publicación científica dirigida por Martí Domínguez, caso de los premios recibido a lo largo de su trayectoria, la creación de nuevos canales de comunicación como el canal de Youtube Mètode TV, o la creación de la revista indexada Mètode Science Studies Journal. Asimismo, la muestra incluye una pieza audiovisual mediante la cual algunas personas ligadas a la revista ofrecen su punto de vista sobre el papel de Mètode en la divulgación.

Cambio climático, genética, física, inteligencia artificial, medicina… son algunas de las temáticas que han poblado la revista, que nació en 1992 bajo la dirección de Olga Dénia y que desde 1998 está dirigida por el periodista y biólogo Martí Domínguez. A lo largo de su centenar de publicaciones, la revista ha creado un espacio de interacción entre ciencias y humanidades donde colaboran personalidades del mundo de la ciencia pero no sólo, también interviene gente del ámbito del arte, la filosofía, la sociología, la historia o la literatura.

Pero aparte del contenido meramente consultivo, la muestra también dispone de un concurso denominado “Tus porqués”, donde el público puede enviar sus dudas científicas y la revista contesta con voces expertas en la sección web “Los porqués de Mètode”. Además de obtener soluciones a las dudas planteadas, el concurso tiene un premio especial: entre todas las personas participantes se sortearán cinco suscripciones anuales.

Esta actividad de celebración de los 100 número de Mètode se enmarca dentro de la programación que el Centro Cultural La Nau de la Universitat de València ha organizado con motivo de su 20 aniversario, coincidiendo también con el 520 aniversario de la Universitat de València.

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Innovación y gran consumo en València

El Institut Cerdà, en colaboración con la Fundación de la Ciudad Politécnica de la Innovación de la Universitat Politècnica de València, presenta en la capital del Turia el informe del Observatorio de Innovación en Gran Consumo de España 2019. El evento tendrá lugar el próximo miércoles, 19 de junio, a las 9.30 horas, y en él se presentarán los resultados en materia de innovación de las empresas de ámbito valenciano Mercadona, Farmidable y San Benedetto.

El director de la Fundación, Salvador Coll, dará la bienvenida al acto, en el que se expondrá el informe anual del Observatorio, que dará a conocer los avances más significativos por todos los agentes implicados en la cadena de gran consumo y los retos que afrontan.

Un grupo de 15 expertos independientes del OIGC 2019 ha seleccionado este año un total de 20 innovaciones entre más de 300 proyectos e iniciativas analizadas, entre las que destacan tres con presencia en València: Mercadona, cadena de supermercados que cuenta con más de 1.600 establecimientos en toda España y en Portugal, que ha creado su Centro de Coinnovación del Jarro; Farmidable, empresa que conecta a los agricultores, los ganaderos y/o los pequeños productores con los consumidores, sin intermediarios, para potenciar el consumo responsable y sostenible y los artículos de calidad, y San Benedetto, marca de agua mineral, refrescos, tés y bebidas deportivas, responsable con el medioambiente y que ha cocreado la aplicación Smart Water 4.0, que permite realizar una gestión inteligente de los recursos hídricos de la empresa.

Asimismo, el evento contará con la charla entre Carlos Cabrera, director general del Institut Cerdà, y Juan Francisco Julià, catedrático de Economía Agraria de la Universitat Politècnica de València, sobre los retos en la cadena de gran consumo, como adaptarla a los nuevos hábitos de dieta de los ciudadanos, que se centran en una alimentación sana, nutritiva, equilibrada y consciente.

El acto tendrá lugar en la Fundación Ciudad Politécnica de la Innovación de la UPV (Salón de actos del cubo rojo – Edificio 8E, acceso J – 3º planta).

Para asistir a las jornadas, pincha aquí: formulario de inscripción.

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3 producciones de Netflix para periodistas: ‘Morir para contar’, ‘1994’ y ‘Tijuana’

Netflix lleva tiempo demostrando ser una enorme escuela de periodismo. El canal de pago ha encontrado en esta profesión una vía de desarrollo de contenidos y la está recorriendo con producciones de calidad: documentales y series que rescatan hitos del pasado o encumbran innovaciones radicalmente actuales, caso de la miniserie documental ‘Follow This. En este artículo vamos a recomendar tres producciones recientes que no han gozado de excesiva publicidad pero que, sin duda, son enriquecedoras para cualquier periodista con interés por su profesión.

‘Morir para contar’. Una de las críticas que aparecen a modo de promoción en el trailer de esta cinta reza: “No verás las noticias de la misma manera”. Es difícil explicarlo mejor. Este documental explica el proceso de fabricación de la noticia que acabará empaquetada en el informativo del mediodía. Desde que explosiona la bomba, hasta que el periodista calibra el impacto, entrevista a los afectados y contextualiza el atentado. ¿Cuánto cuesta grabar una pieza de un minuto en Siria? ¿Cuántos miedos? ¿Cuántas vidas?

El documental de Hernán Zin –director de ‘Nacido en Gaza’ y de ‘Nacido en Siria’– recoge las vivencias de periodistas como Ángel Sastre, Roberto Fraile, Manu Brabo, David Beriain, Fran Sevilla, Mónica Prieto, Javier Espinosa, Mónica Bernabé o Gervasio Sánchez. Asimismo, este trabajo rodado durante cuatro años en Sierra Leona, Somalia, Bosnia o Irak recuerda a algunos de los compañeros que murieron cubriendo conflictos, caso de Miguel Gil (Sierra Leona, 2000), Julio Fuentes (Afganistán, 2001) y José Couso (Irak, 2003).

‘1994’. 225 minutos divididos en 5 episodios en los que el periodista mexicano Diego Osorno repasa los sucesos de uno de los años más trágicos en la historia reciente de México. Uno de los focos de esta serie documental es el asesinato de Luis Donaldo Colosio, antiguo presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). ‘1994’ es periodismo y mala prensa, como cuando Zabludovsky pidió a una reportera que ingresara a urgencias para entrevistar a la esposa del entonces candidato a la presidencia.

Junto al asesinato, la serie documental retrata algunos temas conflictivos del México de los noventa, como la crisis económica, el levantamiento zapatista o la encrucijada a la que se entró el partido de Colosio. Todos las dicotomías que terminaron definiendo el México convulso y vibrante que hoy conocemos.

‘Tijuana’: Seguimos en México, en este caso con una serie de ficción que homenajea la labor del periodista en una ciudad hostil con la profesión. En Tijuana es difícil conquistar la libertad de expresión, pero el aguerrido grupo de reporteros que protagonizan la serie no se dejarán doblar el brazo. Incluso pese a estar jugándose la vida.

La serie cuenta la historia del asesinato de un candidato presidencial en las calles de Tijuana, suceso que desencadena una investigación por parte de los periodistas del periódico local –inspirado en el semanario Zeta–. En su búsqueda, los periodistas destapan una red de corrupción muy extendida.

Periodismo de guerra geopolítica o de guerrilla urbana, no hay diferencia, el miedo al impacto de un proyectil es parecido. Periodismo, en definitiva, que se juega el pellejo con tal de ponerle rostro a la violencia desbocada de países en perpetuo conflicto.

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Un evento para emprendedores digitales

Esta semana, del 5 al 7 de junio, Vigo acoge el evento Somos Emprendedores Digitales (SED) que, tal y como indican, tiene por objetivo “aprender y conectar con las novedades y tendencias del marketing y los negocios por Internet”. Cada vez más personas se lanzan a tener su propio negocio a través de la Red y saber moverse en este entorno para dar a conocer un producto o servicio es fundamental.

Más de 24 ponentes internacionales se darán cita en el SED, entre los que destacan Miguel Florido, Rocío Baselga o Luis Villanueva. Además de conocer las tendencias para este año, habrá networking, se mostrarán casos de éxito y se darán a conocer negocios.

Algunos de los temas que se van a abordar están relacionados con campañas de Facebook Ads, estrategias ninja de posicionamiento de Google, WhatsApp marketing 5.0, neuromarketing influyente de granes marcas, estrategia de contenidos o cómo escribir un libro en cuatro días y lanzarlo. Es decir, se van a tratar todas aquellas cuestiones relacionadas con el marketing de una forma profesional y con las últimas tendencias.

Los emprendedores digitales utilizan tecnologías que se mueven en torno a la web 2.0, como redes sociales, smartphones, big data, cloud computing, etc. Por ello deben estar a la última no solo en lo que a innovación se refiere, sino también en marketing, ya que es la principal vía para dar a conocer el producto o servicio que se ofrece. De hecho, muchos negocios son tan de nicho que Internet se ha convertido en el canal apropiado para llegar a ese público objetivo.

Así pues, no solo se necesita saber utilizar Facebook o subir un post al blog de la empresa. El marketing digital cuenta con multitud de opciones que hay que conocer y saber manejar, sobre todo en lo que a SEO se refiere. De ahí que se eventos como el SED se empiecen a consolidar y estén orientados a los emprendedores digitales.

El año pasado el SED se celebró por primera vez el año pasado en Vigo en el mes de enero y está organizado por el Club de Marketing Global, una iniciativa fundada por los profesionales del sector Benlly Hidalgo y Álvaro Mendoza.

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“Cada vez se valora más la viralidad o la rentabilidad a corto plazo”

El periodista Javier Zurro (@Zurro_85) es un apasionado del cine y lo demuestra cada semana en la sección de Cultura del diario El Español, donde defiende un periodismo cultural y cinematográfico que vaya más allá de contenidos rentables y que lleguen rápidamente a mucha gente en pos de reflexiones más profundas y con amplitud de miras, que aporten un plus de calidad para el lector.

¿Llegó antes a tu vida la pasión por el periodismo o por el cine?

En mi caso llegó antes la pasión por el cine. Recuerdo los 13 o 14 años como el momento de eclosión de mi fanatismo. Compraba revistas y descubría directores que a esa edad eran desconocidos para un niño. Me acuerdo del momento en el que vi en casa Todo sobre mi madre y descubrí el universo Almodóvar como algo único. Desde entonces supe que quería de alguna forma dedicarme al ‘cine’. En Valladolid no había Comunicación Audiovisual, así que terminé en Periodismo, porque tenía los tres primeros años en común, y terminé enamorado de los dos mundos y uniéndolos.

¿Cuáles son las claves para realizar periodismo cultural veraz, útil para el lector y de calidad?

Cada vez es más complicado. Vivimos en un mundo en el que cada vez se valoran más términos como la viralidad o la rentabilidad a corto plazo que realizar enfoques propios y artículos de calidad. Creo que es clave no dejarse arrastrar por esa tendencia. Hay que tener en cuenta qué quiere leer la gente, pero también ofrecer un contenido de calidad. Por ello creo que es fundamental no hacer solo un servicio de ‘agencia de comunicación’ e informar de estrenos, sino mirar un poco más allá. Informar de la industria, de las ayudas al cine, denunciar el poco interés de las instituciones, la falta de mujeres, etc.

¿Cuál es el panorama del periodismo cinematográfico en nuestro país? ¿Sigue sirviendo para informar al espectador antes de tomar la decisión de ver una película o conocer a un director de cine como sucedía años atrás?

Hay dos elementos diferentes. Está la crítica de cine, que tiene una función prescriptora, de recomendación, y que sigue siendo una herramienta, pero que también es cierto que ha perdido influencia al mismo tiempo que la ha ganado una recomendación en Twitter o un usuario en Youtube, que quizás con menos preparación consigue conectar con un público diferente, que hasta ahora no se sentía interpelado por la crítica. Luego están los informadores de cine, que también tienen una función de informar lo que llega a las salas, pero creo que deben dar un paso más e informar de otros directores, de otras visiones, de industria, dar enfoques políticos, etc.

¿Cómo está funcionando internet y las redes sociales a la hora de convertir una película o una serie en éxito y que sean seguidas por millones de personas como sucede con Juego de Tronos o, en nuestro país, con La que se avecina?

Es complicado. Twitter realmente no es más que un reflejo de lo que nosotros queremos ver. Elegimos la gente a la que seguimos y muchas veces parece que algo va a ser un fenómeno y solo interesa a tu timeline. Pero es cierto que hay una nueva forma de informar y llegar a un público que va a las salas. Las noticias segmentadas de Facebook llegan a su público objetivo y una buena campaña viral puede ayudar mucho, pero no creo que la clave del éxito de Juego de Tronos sean las redes sociales. Simplemente ha cambiado la forma en la que lo consumimos, ahora lo comentamos en directo en redes.

¿Qué películas y series de ayer no debemos perdernos y qué próximos estrenos se esperan muy interesantes?

Esta lista puede estar llena de ausencias y lagunas, así que me limitaré y rescataré la figura de Agnès Varda, recientemente fallecida. De lo que viene ahora solo pienso en el gran nivel del Cannes de este año, donde se está viendo lo último de Malick, Tarantino o los Dardenne y me parece una selección maravillosa.

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“El periodismo es un oficio para gente lista y espabilada”

El periodismo no es una profesión sencilla. Sobre todo, para vivir de ella. Y eso lo sabe muy bien José Manuel Atienza (@jmatencia), director de contenidos de SER Málaga. Como él mismo dice, “se trabaja mucho, casi nadie se hace rico y cuesta bastante hacerse un hueco medianamente confortable”. A pesar de ello, Atienza lo considera uno de los mejores oficios del mundo.

¿Con qué frase definirías la profesión periodística?

Hay muchas, pero me gusta especialmente una clásica, que se atribuye a George Orwel, por lo que significa de referente ético: “periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”. También me gusta una reflexión de Eugenio Scalfari, que fue director y fundador del diario La Repubblica de Italia. Es una sencilla y dice así: “periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente”.

¿Cuál es la salud actual del periodismo en nuestro país?

Más de 12.000 periodistas han perdido su empleo desde la crisis. Si nos atenemos a este dato, el estado de salud de este oficio es comatoso. Se han perdido empleos y los que se han creado son muchísimo más precarios. El periodismo ha tenido tres crisis conjuntas: la crisis económica, la crisis de los propios medios por el mayor cambio tecnológico que se ha producido nunca y la crisis de las propias empresas periodísticas que, desde la llegada de Internet, no terminan de encontrar un modelo económico rentable. Dicho esto, que muestra un panorama muy complicado, posiblemente asistimos a la vez a la época de la historia del mundo donde más información recibimos al día y donde más accesible es la información para todo el mundo. Conjugar ambas cosas es el santo grial de este oficio: hacer buena información y que haya gente dispuesta a pagar por la calidad de los contenidos. Cuando eso ocurre, mejorará mucho el estado de salud del periodismo. Mientras llega, seguimos buscando la fórmula con muchas dificultades y bastantes errores.

¿Qué caracteriza al periodismo de cercanía que realizas en Málaga a través de las ondas hertzianas? ¿Tiene el periodismo local un público más fiel que el nacional?

He trabajado en medios provinciales, pero también en medios nacionales. Y llevo defendiendo toda mi vida que no hay un periodismo de provincias y un periodismo nacional. Hay exclusivamente buen periodismo. Y una historia bien contada es buena si es realmente interesante y está bien relatada, con independencia de que su protagonista viva en Málaga, Madrid o Berlín. A la gente le gusta que le cuenten buenas historias y esas están en todos sitios. Luego hay un periodismo de proximidad: la gente quiere saber quién le gobierna, pero también le gusta saber, cuando se levanta por la mañana, cómo está la circulación en la carretera que le lleva a su trabajo. No se trata de fidelidad, sino de complementariedad. En un mundo donde la información está cada día más globalizada y donde en segundos sabemos lo que pasa en cualquier parte del mundo, un ciudadano también quiere saber lo que ocurre en su ciudad, su barrio. Soy un enorme defensor de la información local. Para algunos grandes medios puede ser la gran baza con la que apoyarse frente a otros grandes medios. La posibilidad de ofrecer una buena información de cada sitio donde tiene implantación.

¿Qué tiene la radio que no tengan otros formatos periodísticos a la hora de comunicar?

Tiene la inmediatez. Y alguien me podría decir que ahora están las redes e internet para competir. Y es verdad, pero no todo lo que se hace en las redes es periodismo. Los periodistas saben priorizar las informaciones, ofrecer contenidos de calidad y desbrozar la verdad entre tantas mentiras. La radio además es un medio muy innovador. Se hacen cosas distintas y originales. Informa y, además, entretiene. Y, sobre todo, no lo digo yo, lo dicen los estudios, sigue siendo un medio muy creíble para los ciudadanos. La gente cree mucho lo que se dice por la radio.

¿Qué suponen las redes sociales para el trabajo de periodista en la actualidad? ¿Más ayuda que vía de desinformación?

Ahora mismo es imposible sustraerse de este fenómeno que ha cambiado la forma que tenemos de comunicarnos. Para cualquier periodista es esencial, aunque posiblemente menos de lo que a veces creemos. Sirve para testar el estado de opinión, aunque muchas veces configura un estado de opinión que no tiene que ver mucho con la realidad. El gran problema de las redes sociales, como en el gran problema de la sociedad actual, es que la mentira y las noticias falsas lo ha inundado todo y no existen mecanismos de control suficientes para pararlas. Con el tiempo he aprendido a ser enormemente cuidadoso con los retuits que hago y con la información que enlazo, con las personas que sigo y a los que no les hago caso alguno: busco primero tener la certeza de que lo que voy a poner o a retuitear es verdad. Y admito que muchas veces no me resulta fácil este cometido.

¿Qué mensaje les darías a los estudiantes que llenan hoy las aulas de Periodismo en las facultades de nuestro país? ¿Hay futuro para ellos?

Hay un futuro que no es fácil. Pero es que el futuro no es fácil para nadie. Nunca el mundo ha cambiado tanto en tan poco tiempo. Nos ha tocado vivir la mayor revolución de la historia de la humanidad, con oficios que desaparecen y con la aparición de otros trabajos que todavía ni siquiera tienen nombre. El periodismo es un oficio para gente vocacional, para gente lista y para gente espabilada. Es muy difícil ser periodista porque no se te ocurra nada mejor que ser. Se trabaja mucho, casi nadie se hace rico y cuesta bastante hacerse un hueco medianamente confortable. Claro, que para los que nos gusta, es uno de los mejores oficios del mundo. Somos, en cierta medida, los escribanos del día a día. Y eso es un absoluto privilegio.

Por @casas_castro

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‘Press’ y ‘Afterlife’, dos series sobre la decadencia del periodismo

Las tendencias temáticas exploradas por la ficción suelen ser un buen termómetro para evaluar la salud de una determinada época. Cuando dentro de cinco o seis décadas revisen la filmografía de los años 2000 y tropiecen con tantas películas atravesadas por los avatares de la crisis financiera, deducirán que a este lado del siglo no lo pasamos del todo bien. Si realizan una búsqueda más precisa y reparan en las series de 2019, entonces descubrirán que el viejo periodismo chocó frontalmente con su propia crisis de reputación.

A medida que la profesión hunde sus cimientos en el inestable suelo de Internet, esta torre de talentos acumulados, antaño robusta y segura de sí mismo, tiembla y se tambalea hasta el punto de escupir al grueso de sus inquilinos. El periodismo no consigue romper la red de filtros dispuesta por el oligopolio tecnológico que conforman Google y Facebook, y solo queda plegarse a sus directrices amarillistas con el consiguiente menoscabo reputacional. De esa crisis hablan dos de las series más recomendables en este 2019: Press y Afterlife.

La primera es una producción de la BBC distribuida en España por la plataforma Filmin y más específicamente centrada en las flaquezas del sector. La miniserie plantea un escenario ficticio inspirado en una situación real: en el mundo de la prensa escrita, marcada por un presente a merced de la era digital y del ciclo informativo de 24 horas y un futuro incierto, ‘Press’ enfrenta a dos diarios ficticios, el progresista ‘The Herald’ –trasunto de The Guardian– y el tabloide sensacionalista ‘The Post’ –inspirado en The Sun–. Ambos abordan las mismas informaciones, pero desde miradas muy distintas, en su disputa por el favor de los lectores.

La paradoja en el mundo de Internet es que el rigor periodístico penaliza: mientras el diario serio está al borde de la quiebra, el periódico sensacionalista va como un tiro a nivel económico. En ese difícil equilibrio se juega la serie y juegan sus protagonistas, editores y redactores de ambos periódicos en confrontación por un puesto hegemónico en las preferencias de los lectores. Lo interesante de la serie, más allá del retrato, es que cocina un dilema de actualidad en el que no se posiciona, dejando las disquisiciones morales enteramente al público/consumidor de noticias.

La serie sirve para destripar los grandes males del periodismo: las relaciones directas con el poder y el consecuente intercambio de favores, el uso de las portadas como armas arrojadizas, la competencia desleal o la precarización de los periodistas que malviven por sacar adelante cabeceras moribundas. No falta tampoco el palo subliminal a los milenial vía la típica redactora que encuentra en la Wikipedia la información que debería extraer a pie de calle.

En la misma línea decadente pero con un tono más íntimo se encuentra Afterlife, de Netflix, la nueva serie del corrosivo Ricky Gervais, que se mete en la piel de un periodista profundamente afectado por la reciente muerte de su mujer. La sinopsis dice así: Tony llevaba una vida perfecta. Pero tras el repentino fallecimiento de su esposa, en vez de suicidarse decide llevar al límite lo que se puede o no hacer y empieza a hacer y decir todo lo que le da la gana. Algo que será complicado cuando todo el mundo decide intentar salvar a la buena persona que conocían.

La miniserie se mueve con comodidad en la hibridación de géneros, entre la comedia y el drama puro, con un personaje patético y entrañable que no solo convive con la tristeza de haber perdido a su mujer, sino que tiene que capear esa tormenta personal sacando adelante uno de los productos más decadentes de los últimos tiempos: un periódico. Es decir, el periodismo actúa en la serie como un personaje más, el más gris de todos; una profesión que acentúa el tono melodramático que a veces respira la serie.

Viendo ambos títulos es difícil no añorar los tiempos en los que el periodismo era el sustrato de las ficciones más épicas, intelectualmente hablando. De Todos los hombres del presidente a la más reciente Spotlight, la profesión siempre ha alumbrado historias de dignidad, honestidad y empatía con los ciudadanos que más sufren la rapiña del poder. Confiemos que Afterlife y Press –las realidades que representan– sean una isla en el océano del sector.

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Amenazas de la libertad de prensa

Un 3 de mayo más el calendario viene marcado por el Día de la Libertad de Prensa, una fecha en la que se recuerda a la sociedad la importancia que tiene estar informada por profesionales. Unos medios de comunicación sin mordazas, con periodistas que ejerzan libremente pese a quien pese, es sinónimo de estar en una democracia avanzada. Sin embargo, en pleno siglo XXI, ciertas amenazas se ciernen sobre la libertad de prensa en España.

Uno de los puntos que más preocupan son las fake news, un tema que se ha abordado en este blog en numerosas ocasiones. Las noticias falsas desinforman a la ciudadanía y acaban desautorizando el periodismo, ya que se disfrazan de noticias o se dan como ciertas en portales web de dudosa reputación profesional. Este peligro hace que la libertad de prensa quede anulada al no lograr su propósito: informar a la sociedad de los hechos de la forma más objetiva posible.

La manera más eficaz de combatirlas es a través de un periodismo de calidad en el que se cuiden tanto los contenidos como a los profesiones, pues estos sufren una implacable precariedad laboral. Esto también pasa por un nuevo modelo financiero, que ayude a una mayor independencia y a incrementar los niveles de mejora de empleo de sus personas. Periódicos como The New York Times ha conseguido sortear la crisis que viven los medios de comunicación tras no saber adaptarse a Internet, con un aumento tanto de suscriptores como de contratación de periodistas. Y todo ello gracias a realizar un exquisito y cuidado periodismo de calidad.

Para combatir las fake news, han surgido plataformas impulsadas por periodistas para verificar las informaciones. Incluso algunos medios de comunicación se han dedicado a contratar los datos que vertían los partidos políticos durante la campaña electoral del 28A, la cual, todo sea dicho, se ha visto salpicada por numerosas noticias falsas por parte de algunos candidatos.

Al hilo de las elecciones, también se ha visto otra amenaza a la libertad de prensa. Un partido político ha asegurado que cerraría medios de comunicación públicos y privados. En sus mítines, de hecho, la gente abucheaba a algunos periodistas que acudían a cubrirlo e incluso se llegó a vetar la entrada de ciertos profesionales de la información.

A todo ello se unen situaciones de indefensión de los periodistas que trabajan en nuestro país, como la que se vivió en Baleares. Un juez ordenó la confiscación de los móviles personales y los documentos de compañeros del Diario de Mallorca y de las agencias EFE y Europa Press, que estaban investigando un caso de corrupción.

Ante todas estas amenazas, la libertad de prensa debe ser reivindicada más que nunca este 3 de mayo. Pero hoy y todos los días debería de ser recordada, ya que, como se viene clamando desde hace tiempo, “Sin periodismo no hay democracia”. Este derecho de la sociedad que no puede existir si los periodistas se encuentran con tantos obstáculos para trabajar.

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Así es ‘El mal cambio’, el primer documental en Green Definition

En los principios de la economía verde se mira tanto el producto resultante como cada una de las fases del proceso productivo que desembocan en él. No cabe la etiqueta de sostenible en un producto que derrochó recursos durante su elaboración. Bajo esa premisa, National Geographic ha ideado una resolución que permite disminuir la cantidad de energía que utiliza una televisión, se llama Green Definition y ha sido puesta en práctica con el documental ‘El mal cambio’.

Dicha cinta recoge el debate nacional sobre el futuro energético de Estados Unidos después de que su presidente, Donald Trump, anunciara su salida del Acuerdo de París. A partir de ahí, el documental explora el impacto socioeconómico de esa renuncia y sus desastrosas consecuencias medioambientales. Destrivializa un concepto aparentemente lejano y enseña las cicatrices del mal cambio –climático– en zonas como Puerto Rico, California y Florida.

Pero más allá de su contenido, el documental interesa por la tecnología dispuesta para su distribución: Green Definition es una resolución certificada mundialmente que, dicen, tiene la capacidad de disminuir hasta un 54% la energía utilizada en algunos televisores mientras estos están en uso. Se consigue mediante un filtro que apaga la mitad de los píxeles del aparato encendido, lo cual genera para la audiencia la ilusión de una imagen ligeramente menos expuesta y perfectamente reproducible en horario nocturno.

De este modo, el canal de esta gran organización aspira a cambiar los estándares de la industria con el objetivo de ahorrar la mayor cantidad de energía posible y, en un horizonte más ambicioso, modificar la forma en la que se producen y generan contenidos de entretenimiento y publicidad.

“En National Geographic estamos muy comprometidos con el medio ambiente y constantemente nos preguntamos qué más podemos hacer para lograr un mundo más sostenible. Hemos decidido innovar en este nuevo formato y ofrecer a nuestras audiencias más herramientas para acompañarnos en la lucha contra el cambio climático”, dijo Santiago De Cárolis, de National Geographic Partners para América Latina, en declaraciones recogidas por diversos medios latinoamericanos.

¿Nos encaminamos hacia un nuevo estándar audiovisual? La velocidad de una industria que deja obsoleta cada novedad en cuestión de meses invita a pensar que el nuevo paradigma introducido por National Geographic está más cerca de lo que podemos intuir. Todo lo que sume en la lucha contra el cambio climático es una gran noticia y, en ese sentido, la llamada Green Definition no puede ser más que celebrada por todos los agentes del sector.