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“Muchos medios han olvidado su función al servicio de la sociedad”

Aunque por poco acabó metida en una facultad de arquitectura, Naiara Reig (@naiarareig) asegura que nació “curiosa e indecisa y con un millón de palabras atropelladas” en su cabeza que “se peleaban por salir cada vez que tenía delante una hoja en blanco”. Y solo pudo canalizar sus deseos creativos más internos convirtiéndose en periodista. Actualmente lo hace como freelance desde París y ha sido editora de la versión en español de la revista de periodismo participativo Cafébabel.

¿Qué te motivó a enfrascarte en el complicado mundo del periodismo?

Siempre me apasionó escribir, contar historias. Supongo que en un momento dado supe que quería convertirlo en una profesión y vi en el periodismo una reunión de todo aquello a lo que yo quería dedicarme. Creo que, al final, muchos acabamos respondiendo lo mismo a este tipo de preguntas.

¿Cómo defines el buen periodismo?

El periodismo es a la vez una herramienta y un termómetro para cualquier sociedad. El buen periodismo es aquel que muestra al mundo historias que habían permanecido escondidas y que merecen ser contadas, el que comprueba sus fuentes, el que no se deja arrastrar por influencias económicas. A día de hoy parece cada vez más complicado, pero un buen periodismo es fundamental para mantener una democracia sana.

¿Cuál es el panorama actual del periodismo francés? ¿Y al compararlo con el español?

A decir verdad, la situación del periodismo (y de la profesión de periodista) en ambos países es bastante similar. Si bien es cierto que los salarios franceses son más elevados (el sueldo mínimo se sitúa en torno a los 1.500 euros brutos), la mayoría de los empleos que se ofertan son muy precarios, con contratos por horas, de formación o como freelance. También son muchos los medios de comunicación que han tenido que reajustar sus plantillas, igual que ha sucedido en España durante los últimos años.

¿Es más sencillo ser periodista en París que en España?

No es más sencillo, especialmente para los periodistas extranjeros, sobre todo, por motivos prácticos como el idioma o el desconocimiento inicial del panorama comunicativo en Francia. Lo que sí es más sencillo, probablemente, sea empezar. Por ejemplo, en Francia unas prácticas sin ningún tipo de remuneración son impensables y tampoco está permitido ocupar el mismo puesto por becarios de forma continuada (a más de un medio de comunicación español se le aguaría la fiesta con este sistema). Por otra parte, puede que sí resulte más sencillo ejercer la profesión en según qué situaciones, ya que la profesión de periodista es mucho más respetada en Francia de lo que pueda serlo en España.

¿Qué circunstancias laborales tendrían que darse para que regresaras a España a ejercer tu profesión?

El periodismo en España sufre una crisis de identidad en la que muchos de los medios han “olvidado” su función como herramienta al servicio de la sociedad y esto ha derivado en una crisis de credibilidad mucho mayor. Hemos entrado en una espiral en la que los grandes medios son quienes controlan la información y los pequeños tienen que hacer malabarismos para sobrevivir. Habría que hacer grandes cambios, por ejemplo, a nivel legislativo, para recuperar la buena salud del periodismo en España y, teniendo en cuenta la situación política y económica en nuestro país, estos cambios aún tardarán en llegar. En mi caso, no me planteo volver a corto plazo.

¿Qué supone para tu carrera y para tu continua formación como periodista haber trabajado en una revista de periodismo participativo tan significativa como Cafébabel?

Ser la editora de la versión en español de Cafébabel fue el equivalente a tomar un curso acelerado en gran cantidad de ámbitos diferentes. Desde los aspectos más prácticos, como aprender lo que supone trabajar en un entorno internacional, con compañeros de más de seis países y una red de colaboradores que se extiende por toda Europa, hasta aquellos más abstractos pero igualmente importantes, como la importancia del tratamiento de la información en la construcción de la identidad europea. Creo que todos aquellos que pasamos por Cafébabel tenemos la suerte de comprobar de primera mano lo comprometidos que están los jóvenes europeos y las ganas que tienen de hacerse oír.

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes del trabajo de freelance?

La principal ventaja es la capacidad (al menos, en teoría) de escoger tus propios temas y gestionar tu tiempo como consideres. Aunque la realidad es que la mayoría de trabajos como freelance no están bien pagados y obligan al periodista a trabajar una cantidad de horas que posteriormente no se ven reflejadas en el sueldo, y a hacerlo en multitud de proyectos diferentes. De hecho, ya son muchos los medios que han dejado de ofertar puestos temporales o fijos en favor de puestos como freelance, en los que el periodista cobra por pieza. Y, francamente, lo que pagan muchos medios españoles (algunos de ellos entre los más importantes) es para reír por no llorar.

Si ahora tuvieras 18 años, ¿volverías a decidirte a estudiar la carrera de Periodismo?

Sí, sin duda. No es una profesión fácil, pero no se me ocurre ninguna otra en la que habría podido reunir semejante cantidad de información sobre tantas materias diferentes y de experiencias enriquecedoras, tantos ámbitos distintos en los que trabajar. Es duro, pero creo que los periodistas nunca dejamos de aprender sobre el mundo y para eso creo que nos metimos en este lío.

Written by @casas_castro
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Cómo preparar un buen plan de medios

Ante el boom de la publicidad en redes sociales, no hay que olvidar que los planes de medios siguen siendo una de las maneras más efectiva para insertar de forma correcta y eficaz los mensajes y las creatividades en aquellos espacios que más interesan. Los medios de comunicación siguen gozando de una elevada credibilidad por lo que, en un estrategia de comunicación, una empresa no puede descuidar este ámbito.

En primer lugar, cuando haya que elaborar un plan hay que conocer muy bien los medios de comunicación: los periódicos tanto generalistas como del sector; las revistas en la que se encuentre nuestro target; y los programas de radio y televisión que más interesen. Para conocer la audiencia, se puede echar mano del Estudio General de Medios (EGM). También existen fuentes como Infoadex, que ayuda a conocer el estado de la publicidad en España o como los informes que realiza IAB Spain a nivel de medios on y off y redes sociales. Muchas veces este paso se obvia y, aunque no es tarea fácil, resulta muy útil para saber qué medios elegir dentro del presupuesto que tenemos disponible.

Por supuesto, hay que saber muy bien cuál es el público objetivo al que queremos dirigirnos, ya que puede ser más efectiva una revista especializada que leen los potenciales clientes que un medio generalista, cuya audiencia es mucho más dispersa. Lo mismo sucede a nivel territorial, ya que el público objetivo se puede ubicar en zonas muy concretas, por lo que la publicidad se debería de dirigir a publicaciones más regionales.

El plan de medios debe contener en una tabla, al menos los siguientes puntos: medios (que se puede subdividir en medios regionales, nacionales o por países y por sectores), formato que se va a emplear (1 página, media página, un robapáginas, etc.), número de inserciones, precio general, descuentos (de agencia, por número de inserciones, por ser primera vez, etc.), precio neto (sin IVA), meses o semanas en los que se van a realizar las inserciones y los precios totales. Si es una campaña muy concreta, incluso se puede hacer un timing día por día.

Otro asunto a tener en cuenta en los planes de medios es el GRP (Gross Rating Point), que mide la exposición de un anuncio por cada 100 personas que se consideran público objetivo, por lo que cuanto mayor es, se supone que más impacto debe medir. El GRP se expresa mediante la siguiente fórmula:

            GRP = cobertura (en %) x frecuencia media

Muchos planificadores de medios no suelen incluir este índice ya que no mide la concentración o dispersión de la audiencia y hay que tener en cuenta que en los planes no sólo se incluye la publicidad en papel, sino también online. Por eso, el concepto se ha adaptado y también se habla del GRP digital, si bien es cierto que Internet cuenta con métricas muy avanzadas.

Una vez claros los medios en los que se quiere aparecer toca solicitar los media kit del año vigente en los que se encontraran las tarifas publicitarias tanto si el medio es on como off. De esta manera, nos podemos hacer una idea de los precios en los que se mueven, pero no hay que fijarse en ello: se tiene que solicitar al departamento de comunicación una propuesta realizada ad hoc. Así se consiguen grandes descuentos, incluso del 90%, y los descuentos de agencia. También se puede tener preferencia en la publicación de notas de prensa, así como otras publicaciones gratuitas. Este proceso es arduo, ya que muchas veces no cuadran las propuestas con el presupuesto designado y se convierte en un tira y afloja entre ambas partes hasta que se llega a buen puerto.

Una vez concretado el plan de medios, se debe dejar algo de presupuesto a parte para todo aquello que vaya surgiendo, sobre todo, cuando se confecciona para un año completo. De esta manera, cualquier cosa que se quiera comunicar adicionalmente se puede hacer sin descuadrar el presupuesto ya que se cuenta con un remanente.

Digitalización periodística en el siglo XXI

De la digitalización periodística

Los medios impresos afrontan, una década después de cuando quizás tendrían que haber comenzado a planteárselo más que caer en el error de mirar hacia otro lado, una transición hacia la digitalización periodística de sus redacciones. Y lo hacen preguntándose por qué abordar antes, el huevo o la gallina; o, lo que es lo mismo, a qué atienden con prioridad: a la edición en papel o a la digital; o si hacen piezas adhoc para una y para otra versión de las informaciones; para esos dos ritmos de vigencia que brinda la actualidad servida pensando en una audiencia móvil o la que se proyecta todavía a los que, aún teniendo móvil, conservan el hábito secular de leer el periódico con su desayuno continental.

En paralelo, la sociedad sí se ha transformado, y desde mucho antes. Por lo menos, lo ha hecho progresivamente y con una década de adelanto sobre las maquinarias mostrencas que ahora se plantean cómo recuperar el aliento perdido. Porque la empresa informativa tradicional ha querido ver una amenaza en las nuevas herramientas de comunicación que ha utilizado la sociedad desde la universalización del Smartphone. Ha preferido en la última década, coincidiendo con el nacimiento de Twitter, de Instagram, de Snapchat, de Pinterest, de Youtube o de la consolidación de la figura del bloguero, proyectar la falsa creencia de que todo este entramado pertenecía a una moda pasajera, o que no respondía a los criterios profesionales que se le presuponen al medio tradicional, o que las redes sociales sólo han sido cauces para el desprestigio de la figura del periodista; o que los blogs han sido plataformas de comunicación baratas sin la creencia del periódico tradicional.

Un camino renegón al que ahora se enfrentan por obligación. El tiempo les ha quitado la razón. Las audiencias a las que dirigen sus noticias están más que familiarizadas con las nuevas plataformas y conviven con ellas. Por lo que, si esos lectores saben “latín”, a los periódicos nos les queda más remedio que proyectar el “latín” en los formatos, bajo la nueva inmediatez, en contexto al tiempo que toca vivir y con la cualificación actualizada de los profesionales que desempeñan brillantemente el ejercicio de la profesión periodística en sus redacciones. Porque, que a nadie se le escape, los plumillas y el resto de profesionales que componen el elenco de trabajadores de un medio tradicional, no son los culpables –como mucho en casos aislados alentados por el corporativismo-, sino más bien cómplices necesarios de la empresa informativa para la que trabajan.

Adentrados ya, pues, en el proceso de digitalización de los periódicos. ¿Quién tiene preferencia, la redacción “del digital” o la redacción “del papel”? ¿Cómo se consigue aunar el trabajo del profesional sin que tenga que trabajar doble? ¿Cuántas noticias tienen “cuerpo” para alimentar la edición del diferido o la del día después? ¿No es hora de pensar sólo en digital, en la inmediatez, en la convivencia con las herramientas sociales asumidas por el imaginario colectivo? ¿No ha llegado el momento de que el papel recoja la reflexión, el reportaje, la profundidad o el contexto histórico como antes nunca lo había practicado, en exclusiva? ¿No es importante que el periodista tenga nociones de marketing digital para conectar mejor con su audiencia lectora?

El proceso, que tendría que haber comenzado en paralelo casi al practicado por los early adopters en la primera década del siglo XXI, está siendo traumático, especialmente para las redacciones de los periódicos locales. Es aquí, en el ámbito de lo cercano, donde la expresión de esta transición hacia lo digital, hacia la conversación de tú a tú con la audiencia lectora, afronta su punto más delicado. Los grandes grupos regionales son conscientes del reto y están haciendo los deberes –más vale tarde que nunca- para que 2017 traiga muchos titulares táctiles.

Posted by Óscar Delgado
Photo by Marga Ferrer
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Cinco libros de periodismo para regalar en Navidad

libros-de-periodismoSe acerca la Navidad y vuelve a la palestra la eterna duda sobre qué regalar. Un libro suele ser una buena idea pero, para no caer en las novelas clásicas o en los recurrentes best-seller del momento, conviene innovar. Un buen recurso pueden ser los libros de periodismo: reflejan algún aspecto de la realidad, el lector se empapa de historias que podrían ser la suya y de un estilo narrativo que tiende a evitar las florituras para limitarse a actuar como testigo de la información. Cinco propuestas:

‘Nos vemos en esta vida o en la otra’ – Manuel Jabois. El periodista del diario El País cuenta con su particular elocuencia la vida de Gabriel Montoya antes y después de los atentados del 11-M en Madrid. Montoya fue el primer condenado por este ataque terrorista, así como el único menor de edad implicado. Una historia cruda y directa en la que no faltan drogas, violencia y traición en los bajos fondos de Asturias, de donde salieron los explosivos que los terroristas utilizaron para asesinar a 191 personas.

‘El combate’ – Norman Mailer. El 30 de octubre de 1974, bajo el amparo de la férrea dictadura que gobernaba Zaire por entonces, Muhammad Ali y George Foreman se enfrentaron en uno de los combates de boxeo más ilustres de la historia. Una brillante y extensa crónica del evento y los días previos al mismo que sirve para comprender la sociedad africana, al megalómano dictador Mobutu y un deporte con poco respaldo mediático. Literatura y periodismo de alta calidad, tanto para amantes del boxeo como para aquellos que lo desconocen.

‘Voces de Chernóbil’ – Svetlana Alexievich. Hace tres décadas, un accidente nuclear convirtió la región ucraniana de Prípiat en el escenario de una de las principales catástrofes medioambientales de la historia. En este libro, cuya autora fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 2015, hablan quienes lo vivieron. A través de uno de los más extendidos géneros periodísticos, la entrevista, Alexievich narra la historia de lo sucedido aquel ya lejano abril de1986 y las consecuencias que tuvo para quienes vivían allí.

‘Sarajevo’ – Alfonso Armada. Uno de los más famosos reporteros de guerra españoles desgrana minuciosamente la guerra de Bosnia. En este libro se recopilan los artículos publicados por el periodista, que enviaba desde el frente, junto con las reveladoras anotaciones que hacía en su propio diario personal. Una manera de conocer día a día el avance de un conflicto sanguinario que asoló los Balcanes a principios de los 90, ilustrado con fotografías de Gervasio Sánchez y repleto de valiosos testimonios y desgarradoras historias.

‘El hombre que estuvo allí’ – George Plimpton. Bajo ese sugerente título, el libro aglutina lo más destacado de la obra periodística de Plimpton, fallecido en 2003. Crónicas deportivas de hockey, baseball, boxeo, fútbol americano y retratos de personalidades históricas como John F. Kennedy, Norman Mailer o Leonard Bernstein pueblan las páginas de la obra, en la que no falta literatura paisajística y un estilo difícilmente repetible por su calidad y conexión con el lector.

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Haz que ocurra, una oportunidad para comunicar

La sociedad evoluciona, casi al mismo ritmo que la comunicación, que ya avanza hacia la digitalización periodística. Una realidad que se percibe en el incremento de proyectos emprendedores y en la, cada vez más alta, tasa de jóvenes y no tan jóvenes, que deciden empezar su propia aventura empresarial. Y es que la tasa de emprendimiento en España que arroja el informe ‘GEM GLOBAL’ es del 5,7 %. Un dato que refleja que los emprendedores comienzan a lanzarse al mundo empresarial aunque, en muchos casos, no cuentan con las medidas de apoyo necesarias para la financiación de su idea.

En este marco surgen iniciativas como la de Think Big, promovida por Fundación Telefónica, para ofrecer esa oportunidad, que muchos necesitan para iniciar su andadura. Un programa de formación, dirigido a personas de 15 a 30 años, que les permite desarrollar habilidades de emprendimiento social y conseguir que su idea sea factible, para lograr un bienestar social que permita cambiar el mundo. Una acción que ya han aprovechado muchos jóvenes con talento para presentar ideas novedosas en el ámbito de la comunicación. Es el caso de ‘Comunicar es salud’ que pretende mediante sistemas tecnológicos hacer más accesible la información incomprensible, que dan los centros sanitarios sobre temas de salud para lograr una comunicación más efectiva entre pacientes y  médicos. “Se trata de una solución que podría facilitarle la vida a muchas personas, porque pueden adaptarla a sus características personales”, apunta María Fernández, creadora del proyecto.

Otro ejemplo de comunicación, cuyo objetivo es mejorar la seguridad vial, es ‘Intercomunicación móvil’. Una aplicación para smartphones que permite a los usuarios comunicarse entre ellos, gracias al uso de sus dispositivos móviles. Partiendo de la base de que todo individuo disponga de un teléfono inteligente, esta app pretende que la comunicación entre ellos fomente una mayor seguridad en las carreteras. De modo que, cuando los conductores circulen por la ciudad, activando esta app, puedan detectar los móviles de otros usuarios que les avisen por señales sonoras, por ejemplo, de que un ciclista circula en paralelo para intensificar la precaución. Esta tecnología permite a su vez que los usuarios en bicicleta alerten a los automóviles de su presencia en la vía, de este modo, saben que deben procurar una distancia mínima con el ciclista. Asimismo, llegado el caso en que el usuario olvidara activar la app mientras circula por la carretera, “podría detectarse igualmente que se acaba de incorporar a la circulación, por el rápido paso de las redes WiFi”, explica el promotor, Chedgar.

Radio

El sector de las ondas también ha sido uno de los más impulsados en esta edición, sobre todo en la zona geográfica de Andalucía, ya que jóvenes de Sevilla y Málaga han presentado sus proyectos radiofónicos, siendo los más votados por redes sociales. Desde Sevilla han presentado Stramm Radio, una radio online, llevada a cabo por y para estudiantes, en la que como principal novedad los impulsores quieren dotarla de las canciones de los oyentes. Mientras que, los malagueños proponen la creación de una radio portátil, Radio Teranga, para aproximar las actividades sociales a los jóvenes y terminar con la barrera física que existe para las personas, que les da reparo entrar a una asociación y preguntar. “Traeremos actividades del Tercer Sector y mantendremos un tema principal: la colaboración de jóvenes con otros jóvenes de todo el mundo”, explica el equipo en el resumen de su proyecto.

Todos ellos tienen un denominador común, la pasión por comunicar y el afán por iniciar una acción social. Esta oportunidad todavía está abierta para transmitir una idea, un sentimiento, una propuesta, a la que se pueden acoger más jóvenes, a través de la web de Think Big, porque el plazo de presentación de proyectos finaliza el 15 de diciembre. Así que todavía estás a tiempo de presentar esa idea que te lleva rondando durante meses la cabeza y que sabes que puede ayudar a cambiar el mundo. Se trata de la quinta edición del principal programa social de Fundación Telefónica en Europa, que ahora también se lleva a cabo en España y que ha recogido en años anteriores más de 115.000 proyectos.

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“La saturación de información de baja calidad es algo desastroso”

El periodista Javier Pérez de Albéniz (@eldescodificador) ‘descodifica’ cada semana lo que se emite en televisión desde la crítica periodística más constructiva, pero sin dejar títere con cabeza cuando considera que se hacen mal las cosas. Ha trabajado en prensa y radio, medios tradicionales, pero no obsoletos para él si consiguen adaptarse correctamente al digital.

¿De qué manera “descodificas” el mundo del periodismo en medios de comunicación tradicionales y sus temáticas esenciales?

Es muy sencillo: sentido común. Los grandes medios están acabados: tras años y años de vacas gordas, no han sabido o no han querido adaptarse a los nuevos tiempos. Se han negado a evolucionar, en muchos sentidos, tanto profesionales como económicos. Dependen de los bancos, de sus enormes deudas, de los sueldos de sus viejos jefes, de las exclusivas que les filtraba el poder. Ese negocio es insostenible. Agoniza. Y mientras muere, se descose, dejando ver todas sus miserias, vicios y mediocridades. Solo hay que estar un poco atento.

¿Cuál es el panorama actual del periodismo que se realiza y que percibes en las televisiones nacionales? ¿Existen diferencias con las autonómicas o regionales?

Desolador. La televisión pública está en manos de un gobierno que la utiliza como instrumento de propaganda. Las privadas son esclavas de la audiencia (la publicidad, los beneficios, etc.): accidentes, asesinatos, YouTube y aquello que pueda beneficiar a su grupo mediático. Las autonómicas tienen menos medios: películas de vaqueros de serie B en lugar de debates del corazón. Y en cuanto a los informativos, también están a las órdenes de los correspondientes gobiernos autónomos.

¿Cómo encuentras los programas políticos de televisión que se emiten en la actualidad en las grandes cadenas? ¿Por qué hay más de entretenimiento que de debate de interés en ellos? ¿Tienden más hacia espacios de sociedad, prensa rosa y deporte como Sálvame o El Chiringuito de Jugones?

Tendenciosos, repetitivos e insoportablemente aburridos. Y, por supuesto, esclavos de las audiencias (de la publicidad, de la pasta). Un ejemplo: Se supone que La Sexta es la cadena progresista, pero las estrellas de sus tertulias son periodistas (por llamarles de alguna manera) de derechas. Y los presentadores, que presumen de hacer periodismo, matan por ser los protagonistas de las entrevistas, de las noticias. La audiencia respalda su show político, de enorme banalidad, como respalda Sálvame o El Chiringuito. Una pena.

¿Qué han supuesto positivamente las redes sociales y las nuevas tecnologías para el aumento del alcance y de las posibilidades del periodismo de actualidad? ¿Y en contra de la profesión?

A favor, una aparente democratización de la información: antes solo se podía informar desde un diario, una radio o una tele. Hoy es más ‘barato’ o ‘accesible’ hacer periodismo que llegue a la gente. Y acceder a todo tipo de información, de medios.

En contra, los mismos factores de antes se vuelven en contra: se banaliza la información, que nos llega a toneladas (cantidad sin calidad), pero sin filtrar. Una trampa, puesto que la saturación de información de baja calidad es algo desastroso. En cualquier caso, prefiero la situación actual. El esfuerzo hay que hacerlo en separar el grano de la paja, algo difícil, pero no imposible, si lo que se quiere es estar medianamente bien informado.

¿Es la blogosfera una buena plataforma para que los periodistas hagan llegar de forma más cercana y rápida la información periodística a los lectores?

Si, la blogosfera y Twitter. A mí me gusta mucho Twitter, me recuerda a los viejos teletipos de agencias internacionales prestigiosas, escupiendo noticias sin parar. La clave es la selección de las fuentes. Si consigues hacer una lista interesante de blogueros y tuiteros, fiables y brillantes, con buenas fuentes, puedes crear tu propia red de contactos solventes e informarte de manera interesante.

¿Crees que tendrán futuro los medios tradicionales a largo plazo o que deben ceder definitivamente al digital? ¿De qué manera?

Me temo que el papel ya es una anécdota, una exquisitez para nostálgicos (entre los que me encuentro). No se trata de ceder frente al digital, de caer derrotado, sino de evolucionar, de adaptarse a los nuevos mundos, como se pasó de las tablillas de madera a la imprenta, de la tele en blanco y negro al color. Evolución. Nada raro, viene siendo así desde el principio de los tiempos.

Written by @casas_castro
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Twitter y el debate en torno a la libertad de expresión

¿Vale todo en Twitter? La red social del pájaro azul comenzó como un espacio en el que primaba la libertad de expresión y, bajo esta premisa, se ha mantenido durante años. Sin embargo, ante la gran cantidad de perfiles que se abrieron, comenzaron a campar a sus anchas trolls y todo tipo de personas que no dudaban en faltar el respeto hasta límites insospechados.

En aras de la libertad de la expresión se ha insultado, vejado y vapuleado a personas por dar su opinión, equivocarse o por ser un famoso. Este sector afirma que las redes sociales son el canal perfecto para que la gente se exprese como quisiera. Por otro lado, hay otros que afirman que no todo vale y que habría que poner límites.

El pasado mes de julio, el Tribunal Supremo de España condenó a una joven con un año de cárcel por unos tweets de apoyo a ETA y por burlarse de las víctimas de terrorismo. Así lo justificaron los jueces: “Comportamientos de ese tenor no merecen la cobertura de derechos fundamentales como la libertad de expresión o la libertad ideológica”.

Mucha gente se esconde tras el anonimato que brindan las redes sociales para atacar a otros y Twitter o Instagram son las redes sociales que más lo propician . Los famosos han sido objeto de escarnio, por lo que muchos han cerrado sus cuentas, como Kendall Jenner o Justin Bieber. Por este motivo, desde Twitter quisieron paliar este éxodo de famosos y otras personas que no soportan el odio vertido en esta red eliminando perfiles falsos que solo se dedican al insulto.

Este debate está a la orden del día, ya que afecta a todo el mundo, sobre todo a los más jóvenes con los casos de acoso escolar. ¿Realmente queremos utilizar las redes sociales para ello? Tanto como “crear” nuevos delitos relacionados con estas opiniones de odio, la base está en la educación. Las redes sociales siguen siendo canales muy recientes que están sirviendo de catalizador para trolls, por lo que una educación en valores y en el respeto puede ayudar a una mejor convivencia digital.

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Facebook Live: ¿éxito o fracaso?

Primero fue Periscope. Luego le siguió Snapchat y ahora también, Instagram. Son las aplicaciones de streaming por excelencia. Su popularidad está consiguiendo que cada vez se vuelvan más usuales. Facebook lo supo y desarrolló su propia aplicación con este mismo fin, superando la fase de prueba con un éxito tremendo.

El pasado verano cuando la red social empezó a testear la aplicación y se la ofreció a algunos de sus usuarios más destacados, abriendo la posibilidad de retransmitir vídeo en tiempo real, comenzó un nuevo capítulo y trazó su ruta estratégica a seguir para los próximos meses. La novedad, la capacidad de interactuar con los usuarios en tiempo real o la posibilidad de retransmitir eventos en directo. Lo cierto es que las posibilidades eran muy amplias.

Otra funcionalidad, pensando en las marcas, es que se puede conocer la opinión de la audiencia, a través de sus opiniones plasmadas en forma de expresiones como: Me gusta, Amor, Risa, Sorpresa, Tristeza y Enfado, que se mostrarán en el vídeo en tiempo real y desaparecen rápidamente para que todos los espectadores puedan ver cómo cambian las sensaciones a lo largo del vídeo. La forma más evolucionada de la escucha activa, donde las empresas ya pueden saber con exactitud qué opina su público objetivo. Un aspecto que ofrece muchas ventajas de cara a planificar una nueva estrategia o para hacer un estudio de mercado sobre un determinado producto.

Sin duda, Facebook Live ha sido un éxito y así lo manifiestan los distintos usuarios e influencers, que comparten a diario su rutina en la red e interactúan con sus seguidores. No obstante, todavía es pronto para hacer un pronóstico adecuado sobre el tema que nos ocupa porque, aunque ahora mismo Facebook lleva la batuta y continúa al pie del cañón, siendo la red social más utilizada, tanto por usuarios como marcas, esa situación podría variar y más, desde que instaló su último algoritmo. Por tanto, su dependería de muchos factores que su éxito perdure o que, por el contrario, sea un absoluto fracaso.

Su evolución dependerá, en gran medida, de la trayectoria que siga Instagram, la red audiovisual que ha ganado mucho terreno en los últimos mese, desde que comenzó como un book virtual, donde se compartían vivencias de todo tipo. Aunque sigue siendo su fuerte ahora también lo compagina con la multitud de vídeos en directo que se aglutinan en el TL junto a sus stories.

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“¿Crisis de la profesión? Llevamos décadas así y no nos morimos”

El periodista Enrique Meneses solía decir que él tenía tinta en las venas con unas gotas de whisky y que este oficio es un 15% de talento, un 80% de trabajo y un 5% de suerte. Palabras que nos recupera el compañero Álvaro Bohórquez (@blogdebori) en una entrevista en la que ha destacado el panorama actual del periodismo vasco, las virtudes y defectos de las redes sociales para la profesión y la grandeza de la información cultural. En todo momento desde el optimismo más implacable, ya que valora y disfruta de su trabajo como si de una adicción agradable se tratara. Como él mismo afirma, “del periodismo no se sale; se es y se mantiene toda la vida”.

¿Por qué te decidiste a cursar estudios de Periodismo en una época en la que la precariedad y la crisis de la profesión comenzaban a ser una realidad?

La verdad es que es algo que siempre me ha interesado. Siempre he querido que me pagasen por escribir y es uno de los pasos más lógicos que había. Además, con 17 o 18 años, que tienes que decidir a lo que te vas a dedicar el resto de tu vida, no te paras a pensar en la precariedad ni en la crisis. Se decía, por aquel entonces (2007), que la crisis ya habría pasado cuando nos licenciáramos. Qué razón tenía Manu Leguineche en ‘La tribu’ cuando enumeraba los problemas del periodismo, y siguen siendo los mismos desde los 70. ¿Crisis de la profesión? Llevamos varias décadas en crisis y no nos morimos.

¿Cuál es el panorama actual del periodismo que se realiza en el País Vasco a nivel general?

Justo el otro día leía en Twitter a un periodista decir que sin conflicto vasco del que escribir, la prensa vasca cada vez se parece más a la de Murcia, por poner algún ejemplo. Es cierto que al estar dominada por Vocento, se sufre esa homogenización de la prensa. Es loable el esfuerzo que hacen desde la izquierda vasca para mantener un tipo de periodismo diferente con Gara o su versión online, Naiz. Comentaba en una ocasión Manu Brabo (Pulitzer 2013) que sus fotos de Libia o Siria solo se las compraban en los periódicos asturianos (por ser fotoperiodista local) o Gara. El resto, oídos sordos.

¿Qué han supuesto positivamente las redes sociales y las nuevas tecnologías para el aumento del alcance y de las posibilidades del periodismo de actualidad? ¿Y en contra de la profesión?

Creo que las redes sociales son una virtud y un vicio para el periodista en la misma medida. Tanto la inmediatez como el alcance tienen su parte positiva y su parte negativa para los profesionales. El querer ser el primero en contarlo puede generar problemas a la hora de contrastar fuentes o tratar de manera correcta la información y el alcance puede hacer al periodista demasiado comodón y dependiente de las nuevas tecnologías. ¿Para qué vas a ir a cubrir un incendio en el centro de Bilbao si ya tienes el teletipo de EFE? O los múltiples casos de robo de fotografías en redes sociales que aparecen sin atribuir o, directamente, fusiladas en un medio. Hay que tener cabeza y parece que, en algunas personas, se ha perdido.

¿Cuáles son las claves para hacer un buen trabajo de calidad como ‘Social Media Manager’?

Te diría que como en prácticamente cualquier labor son la escucha activa, el sentido común y la experiencia. Sí es cierto que lo último cuesta más de conseguir, pero con un buen equilibrio de las dos primeras puedes realizar un gran trabajo. Debes saber qué busca tu público, qué vas a ofrecer tú, qué quieres conseguir y el tono con el que vas a interactuar con ellos. Al fin y al cabo, las empresas están en redes sociales para encontrar a su público y los usuarios están para sus cosas. Es como si estás tomando una cerveza en una terraza con amigos y te viene un joven de X marca a contarte chistes: hay gente a la que le puede resultar molesto.

¿Es la blogosfera una buena plataforma para que los periodistas hagan llegar de forma más cercana y rápida la información periodística a los lectores?

Sí, sin duda. Decía Enrique Meneses que un blog es la mejor herramienta de un periodista, la mejor manera de mostrar el trabajo que has hecho y que puedes hacer. De cara a mostrar de lo que es capaz alguien, el blog es algo indispensable. Además, ya se ha eliminado gran parte del estigma de los blogs y cada vez gozan de más credibilidad y de prestigio social. ¿Quién iba a decirnos hace unos años que Clark Kent iba a dejar el Daily Planet para montarse un blog? Y funcionan. Sobre todo, los que mantienen calidad y un público fiel. Ahora, otra cosa es querer vivir de ello. Eso es una quimera.

¿Crees que tiene suficiente presencia el periodismo cultural en los medios generalistas o que es un ‘lujo’ de calidad más reservado a los medios especializados? ¿A qué se debe?

Aquí habría que definir lo que se entiende por periodismo cultural. Creo que no tiene una presencia suficiente en los medios generalistas, en gran parte por la amplitud del contenido. Para mí la gastronomía, los videojuegos o la ciencia son ramas dentro del periodismo cultural. Sí que tienen cabida dentro de los medios, pero la considero insuficiente. No hay más que compararla con el fútbol (ya ni con los deportes). Y no quiero que suene como la típica fanfarronada de intelectual con superioridad moral que desprecia a los que ven el fútbol (yo soy fan). El periodismo cultural bien hecho (así como el resto, claro) es algo bonito de hacer y de leer. Además, es una especialidad que no necesita estar pegada a la actualidad y que permite mucha más versatilidad. En cuanto a las razones por las que no hay más presencia, creo que no es algo que venda mucho. El periodismo cultural no tiende a llamar, así como así, al menos en el diario. Se prefiere en semanales o en suplementos, donde sí tienen más cabida y desarrollo. Tal vez el problema sea cómo orientan los medios generalistas a su público.

¿Se hace posible conseguir que una revista cultural sea solvente en los tiempos que corren sin que acabe en una sencilla muestra de medio hecho ‘por amor al arte’?

Claro que sí. Yo soy muy defensor de las revistas. Y del papel. Porque ya no solo hay revistas en soporte físico, también las tenemos digitales y muy buenas. El modelo de suscripción está hoy más vigente que nunca. Puedes cuantificar cuánto te cuesta cada número, cuánto vas a recibir y obrar en consecuencia. Tal vez lo que se está quedando desfasado, desgraciadamente, es el kiosco de toda la vida. O el modelo de distribución de la prensa actual en el que la tirada es mayor a las ventas y, por lo tanto, te acabas comiendo ese excedente. Existen revistas solventes (al menos en apariencia, no conozco las finanzas de las empresas) sobre ciencia (Principia), gastronomía (Tapas) o incluso fútbol (Líbero y Panenka) o ciclismo (Volata). Es posible.

Written by @casas_castro
Photo by Asier Casado
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Los peligros de aceptar perfiles desconocidos en redes sociales

¿No os ha pasado que os piden amistad en Facebook y no sabéis de quién se trata? En algunos casos, siquiera tenéis amigos en común. ¡Mucho cuidado! Porque aceptar perfiles desconocidos en redes sociales es un factor que aumenta el riesgo de sufrir ciberataques e, incluso, caer en posibles casos de ciberacoso.

Aceptar a gente que no conocemos en redes sociales se ha convertido en un riesgo, ya que no se sabe quién se encuentra al otro lado del ordenador. Pueden suceder situaciones similares a como cuando se abre un e-mail que está infectado con un virus ‘troyano’ que se instala en el ordenador.

Por tanto, desde empresas de ciberseguridad como S2Group alertan que añadir perfiles desconocidos es una práctica muy peligrosa, sobre todo, en cuanto a menores se refiere. Pero también a adultos: existen casos de usuarios que aparecen en su estado como “casados” y que acaban siendo chantajeandos tras obtener información íntima.

“La posibilidad que ofrecen algunos de estos entornos de hablar en privado, antes de ser “amigos”, permite que algunas personas vayan cogiendo confianza con el posible atacante. Posteriormente se envían solicitud de amistad y ahí es cuando éste puede comenzar a utilizar información sensible que ponga en riesgo al usuario. Algunos ejemplos son conseguir su e-mail y enviarle documentos que contengan virus o, directamente, chantajearle si ha conseguido que le enviara alguna foto comprometida”, señala Rafael Rosell, director comercial de la empresa de ciberseguridad.

Además de ponerse en riesgo a uno mismo, también puede afectar al resto de contactos, ya que pueden acceder a los amigos. Éstos llegan a aceptar estos perfiles tras ver que cuentan con amigos en común.

En este sentido, Rosell destaca que el hecho de otorgar a desconocidos nuestra confianza “al permitirles entrar en nuestro reducido círculo de amistades, les proporciona una buena coartada para atacar, a su vez, a todo nuestro círculo. Ellos, ahora, le dan un plus de confianza a ese nuevo contacto que nos pide que le aceptemos, en base a un número de amigos comunes. Por lo tanto, con esta actitud tan irreflexiva, estamos poniendo en peligro a todo nuestro círculo de amistades “reales”, incluso a nuestros hijos”, destacó Rosell.

Según S2Group, además de estar expuestos a un posible ciberacoso, otros de los riesgos asociados pueden ser:

  • Ataques físicos. Es posible que se produzcan al conocer a través de las redes sociales los hábitos de vida del usuario (lugares que visita, a qué hora, etc.)

  • Mayor exposición de los sistemas. Al confiar en esa persona podemos abrir cualquier documento que nos envíe y que éste contenga ‘malware’ que infecte e inutilice nuestro ordenador, tablet o smartphone. Algunos ejemplos son los virus troyanos o acciones de ‘ransomware’ (“secuestran” el equipo bloqueándolo y muestran en pantalla un mensaje que obliga a pagar una cantidad para poder volver a utilizarlo).