Fotografía: Marga Ferrer

Influencers de cuatro patas: convierte a tu mascota en una estrella

Internet empezó siendo un monopolio de gatitos adorables y ha terminado convirtiéndose en el coto de unos cuantos perros con influencia. Proclamemos todos juntos: ¡nuestras mascotas dominan la red… y pronto someterán a los humanos! Obviamente no: esta hipérbole sirve para ilustrar el influjo que ejercen los animales domésticos en plataformas como Instagram y Youtube, donde la celebrities más seguidas –elRubius, Dulceida, etc.– comparten protagonismo y likes con bulldogs, gatos persas e incluso cerditos.

dania-alexandrino

“Los periodistas hispanohablantes en Estados Unidos deben utilizar palabras que trasciendan los regionalismos”

En Estados Unidos la comunidad hispanohablante es muy grande y ello se puede ver reflejado en la cantidad de medios de comunicación audiovisuales enfocados a este público que amplían sus redes por el país. Dania Alexandrino es una de las periodistas que han crecido profesionalmente utilizando la palabra española como herramienta de trabajo, de la mano de la Universidad de la Florida, donde también enseña a sus alumnos que el acento neutro es el más adecuado para hablar delante de la cámara.

¿Cómo defines la profesión de periodista?

El periodista es un comunicador que se considera el enlace entre la información y su destino, que varía dependiendo del medio. Es una carrera en la que debe reinar la verdad, la información, los hechos, la objetividad, la dedicación, la transparencia, la honestidad, la ética y, sobre todo, el balance.

¿Cuáles son las claves para comunicar periodísticamente delante de una cámara?

Soy fiel creyente en no seguir las corrientes de los demás medios. Para mi es más importante conectar con el público, contarle las historias que les afectan, las historias que les identifiquen de una forma u otra. Las noticias del momento son importantes, sí, pero la noticia dura, la más impactante, muchas veces es la más difícil de encontrar y de contar. Las demás son relaciones públicas de los políticos.

¿Y a la hora de hacerlo en un medio radiofónico?

Una emisora de radio tiene la inmediatez de tener el contacto directo con la audiencia, si es que el programa recibe llamadas telefónicas y esto le da la ventaja de invitar al radioescucha a sugerir sus historias para que el periodista investigue y pueda contarlas. No obstante, debe reinar la misma premisa que en televisión. Se debe conectar con la audiencia. Tenemos la obligación de conectar y educar al común.

¿Qué acogida tiene la información en español en Florida?

El estado de la Florida tiene varias particularidades con la comunidad hispanoparlante. Dependiendo de la parte del estado y la generación poblacional a la que llegas, el consumo de información puede ser en español, en inglés o en ambos idiomas. La mayoría de los jóvenes latinos de segunda generación en adelante, nacidos en Estados Unidos, ya no consumen información en español, a menos que haya algún motivo para ello.

A la hora de comunicar en televisión para hispanohablantes, ¿qué tipo de vocabulario formal se utiliza para que la información sea entendida correctamente en todos los países?

Las cadenas principales de Estados Unidos (Univision y Telemundo), por lo general, esperan un acento y una dicción neutral. Los periodistas hispanohablantes deben utilizar palabras que trasciendan los regionalismos. Se enfoca particularmente en la población de cada ciudad o mercado. Por ejemplo, un canal hispano en Washington DC entiende que la mayoría de los hispanoparlantes son de origen salvadoreño. Por tal motivo, además de entender cuáles son los temas de importancia para los salvadoreños, el periodista debe saber que la Pupusa forma parte del plato tradicional de El Salvador.

¿Se imparte en las facultades de Periodismo?

Por lo general, las facultades de Periodismo no imparten este tipo de enseñanza. Pero desde que a mí me contrataron en la Universidad de la Florida, esto forma parte del currículo de mi clase. Mis estudiantes aprenden sobre la importancia de la neutralidad en el uso de las palabras, de la importancia de usar un acento neutral que llegue a todos y con el cual todos se puedan identificar, y aprenden lo esencial, que es conocer su audiencia.

¿Qué acentos se encuentran más comúnmente en los medios para hispanohablantes de Estados Unidos?

Aunque domina el acento neutro (o casi mexicano ya que más del 65% de la población que consume productos noticiosos en español tiene este origen), los periodistas pueden sonar un poco más regional, según el mercado de destino. Por ejemplo, en Nueva York, los presentadores pueden ser de origen puertorriqueño o dominicano, porque es el grueso de los latinos, seguido por colombianos, que también se ven como presentadores. En Boston se aplica un escenario similar. En Miami, la mayoría son cubanos, venezolanos o puertorriqueños y así sucesivamente.

¿Hay mucha influencia del inglés en esa comunicación por la ubicación en la que te encuentras o tratas de ser fiel a la lengua española?

Trato de ser fiel a las prácticas que se utilizan en los medios latinoamericanos en Estados Unidos, que combinan en esencia el estilo estadounidense sin olvidarse de quién es la audiencia. Siempre se respeta el uso del idioma. Solo se utilizan anglicismos, si los mismos han sido adaptados y se han convertido en algo común. O si, por ejemplo, en términos de entretenimiento, una película adquiere un reconocimiento a tal magnitud que si se traduce el título nadie lo entenderá.

Como amante de los animales y vegetariana, ¿has tenido la oportunidad de informar acerca de estas temáticas como reportera?

Como reportera en Puerto Rico, pocas veces. A menos que hubiera habido un tema de abuso grande en el que las autoridades se vieran inmiscuidas, pocas veces cubría algo. Son temas que para los productores y directores de noticias no tienen relevancia ni importancia. Ahora, si el canal tiene algún acuerdo con alguna organización sin fines de lucro, sí se cubre algo.

¿Algún ejemplo?

Cuando estuve en Univision Puerto Rico cubrí una incautación de más de 250 perros de todas las razas de una “fábrica de cachorros” ilegal. Fue una historia difícil, y desgarradora, y para alguien que ama los animales como yo fue mentalmente agobiante. Como periodista tenemos que contar las historias de los que no tienen voz, pero pocas veces se cuentan las de esos seres que sienten, sufren y padecen, pero no tienen la capacidad de entendimiento, análisis o habla. Son indefensos.

Por @casas_castro

Fotografía: Marga Ferrer

Cómo evitar discursos xenófobos en los medios de comunicación

[fusion_builder_container hundred_percent=”no” equal_height_columns=”no” menu_anchor=”” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” background_color=”” background_image=”” background_position=”center center” background_repeat=”no-repeat” fade=”no” background_parallax=”none” parallax_speed=”0.3″ video_mp4=”” video_webm=”” video_ogv=”” video_url=”” video_aspect_ratio=”16:9″ video_loop=”yes” video_mute=”yes” overlay_color=”” video_preview_image=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” padding_top=”” padding_bottom=”” padding_left=”” padding_right=””][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ layout=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” border_position=”all” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding_top=”” padding_right=”” padding_bottom=”” padding_left=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” center_content=”no” last=”no” min_height=”” hover_type=”none” link=””][fusion_text]

A medida que crecen y se multiplican las organizaciones xenófobas con capacidad para filtrar discursos de odio en el resto de la sociedad, los medios de comunicación debaten sobre cómo frenar esos discursos haciendo uso de su herramienta más potente: el periodismo.

periodistas_y_telescopios

La prensa se hace adicta al telescopio

[fusion_builder_container hundred_percent=”no” equal_height_columns=”no” menu_anchor=”” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” background_color=”” background_image=”” background_position=”center center” background_repeat=”no-repeat” fade=”no” background_parallax=”none” parallax_speed=”0.3″ video_mp4=”” video_webm=”” video_ogv=”” video_url=”” video_aspect_ratio=”16:9″ video_loop=”yes” video_mute=”yes” overlay_color=”” video_preview_image=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” padding_top=”” padding_bottom=”” padding_left=”” padding_right=””][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ layout=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” border_position=”all” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding_top=”” padding_right=”” padding_bottom=”” padding_left=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” center_content=”no” last=”no” min_height=”” hover_type=”none” link=””][fusion_text]

Una buena mañana, en algún lugar del cosmos, se produjo una explosión de tal intensidad que de ahí surgió el universo. De esa circunstancia hace aproximadamente 13.800 millones de años. Nadie, que se sepa, contó la noticia. Ni periodistas, ni agencias de comunicación, ni historiadores, ni siquiera arqueólogos. Hoy, las explosiones se harían virales en redes sociales, pero aquellos no eran tiempos de hiperconectividad. No fue hasta bien entrado el siglo XX —hace media hora en términos de tiempo cosmológico— cuando aquel acontecimiento se acuñó como Big Bang en la literatura científica. La expansión del universo, la formación de galaxias y estrellas, la teoría de la relatividad a la que tanta dedicación prestó Stephen Hawking y su idea de viajar en el tiempo… Otros conceptos astronómicos como Gran Atractor, Cuásar, Enana marrón o los Agujeros Negros fueron bautizados muy recientemente, a finales del siglo pasado, época en la que el astrofísico inglés publicó su Breve historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros, la biblia del pensamiento de Hawking y uno de los textos de referencia de la divulgación científica. Fue uno de los cerebros más privilegiados de la historia, con Albert Einstein, por supuesto, y quizás el más mediático. Afectado por ELA, la enfermedad neurológica degenerativa con la que aprendió a convivir, su icónica estampa en silla de ruedas y su voz robótica gracias al software que sintetizaba sus palabras, Hawking puede que fuera el primer periodista especializado en astronomía y astrofísica. Sin saberlo. A fin de cuentas, fue un gran difusor de la ciencia, la popularizó, la hizo más digestiva sin perder un ápice de rigor.

En España, hasta hace poco la astronomía era materia privativa de revistas científicas y de divulgación, pero el interés creciente por la ciencia, y por esta rama en especial, ha llevado a medios generalistas a acercar el cielo y el firmamento a los ojos de los lectores. De vivir en un permanente eclipse a brillar como una estrella. Esa ha sido la astronómica evolución de la astronomía en los medios. Periódicos como El País o ABC dan bastante cancha a noticias sobre astronomía en sección propia, un asunto que también se hace hueco en el suplemento de Ciencia y Salud del diario El Mundo. Son apuestas editoriales regladas, aunque ejemplos de periodistas observadores del universo y divulgadores de sus secretos los hubo antes incluso en medios locales. Es el caso, por ejemplo, del valenciano Vicente Aupí en el diario Levante-EMV.

La labor de los periodistas de divulgación científica ha conseguido recortar la distancia sideral todavía existente entre el trabajo que realizan los físicos o astrónomos y, en palabras del ministro astronauta Pedro Duque, “lo que la gente conoce sobre su trabajo”. Hoy, en las agendas de los medios aparecen las lluvias de meteoritos, las Cuadrántidas, las Perseidas, los eclipses anulares de Sol, los de Luna…

¿Están respondiendo las Facultades de Periodismo en sus planes de estudios a la creciente demanda de información científica, en general, y astronómica, en particular? Quizás no a la velocidad que reclama la incipiente curiosidad y demanda por parte del público. Y ello pese a que los medios de comunicación confían estas informaciones a periodistas metidos a científicos y no a científicos en labores periodísticas. Es más, un estudio de Roger Cassany, Sergi Cortiñas y Albert Elduque evidencia que estos periodistas no solo carecen de formación universitaria científica, sino que tampoco la consideran necesaria.

En el auge de la información astronómica en España ha pesado, sin duda, la labor del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), como centro de investigación y divulgador de ciencia, así como el Telescopio Espacial Hubble (HST) y la actividad científica que generan ambos. También ha contribuido la Sociedad Española de Astronomía o la Fundación Starlight, creada por el IAC, y cuyo fin es la difusión de la astronomía y la lucha por salvaguardar el “cielo estrellado”, libre de contaminación lumínica y vital para la supervivencia de especies que necesitan de la oscuridad de la noche.

Por Abril Antara

[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

fútbol

5 periodistas que hicieron del fútbol el deporte rey

Lo sublime Manuel Jabois o lo vulgarice el último opinador de la redacción más precaria de España, el fútbol merece la corona que tantas veces le hemos adjudicado. No hay deporte que mueva a tanta gente o levante tantas pasiones, ni hay deporte que haya sido tan profundamente analizado y descrito por el periodismo de este país. A continuación veremos algunos de los cinco mejores periodistas que han hecho del fútbol el deporte rey. 

miguel-angel-rodriguez

“La comunicación humanitaria, en terreno, te permite no perder el norte”

[fusion_builder_container hundred_percent=”no” equal_height_columns=”no” menu_anchor=”” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” background_color=”” background_image=”” background_position=”center center” background_repeat=”no-repeat” fade=”no” background_parallax=”none” parallax_speed=”0.3″ video_mp4=”” video_webm=”” video_ogv=”” video_url=”” video_aspect_ratio=”16:9″ video_loop=”yes” video_mute=”yes” overlay_color=”” video_preview_image=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” padding_top=”” padding_bottom=”” padding_left=”” padding_right=””][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=”1_1″ layout=”1_1″ background_position=”left top” background_color=”” border_size=”” border_color=”” border_style=”solid” border_position=”all” spacing=”yes” background_image=”” background_repeat=”no-repeat” padding_top=”” padding_right=”” padding_bottom=”” padding_left=”” margin_top=”0px” margin_bottom=”0px” class=”” id=”” animation_type=”” animation_speed=”0.3″ animation_direction=”left” hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” center_content=”no” last=”no” min_height=”” hover_type=”none” link=””][fusion_text]

El periodista y trabajador humanitario Miguel Ángel Rodríguez (@Marodriguez1971) ejerce su profesión desde la reflexión y la verdad más desnuda para medios como El País y vive de lleno la realidad de los conflictos armados y las catástrofes climatológicas como responsable de Comunicación Externa y de la Unidad de Comunicación en Emergencias (UCE) de Cruz Roja española.

¿Cómo defines la profesión de periodista?

La profesión de tratar de contar la verdad, pese a todo.

¿Qué aporta a un profesional de periodismo de paz realizar labores de comunicación humanitaria?

La comunicación humanitaria, en terreno, te permite no perder el norte y volver a focalizar, constantemente, tu objetivo concreto: cambiar o mejorar las cosas. O, en su defecto, no tratar de empeorarlas.

¿A qué nivel abre la mente ante el mundo haber estado presente en terremotos como el de Marruecos o en guerras como la de Irak?

Trabajar en conflictos armados, terremotos, epidemias, tsunamis o cualquier otra emergencia, de alguna forma, te supone un bofetón que te sitúa plenamente en tu realidad. Valoras mucho más las cosas que creemos normales o dadas por hecho como, por ejemplo, tener la fortuna de leer un cuento a tus hijas todas las noches, hijas a las que, a la mañana siguiente, llevarás al cole. Parece una gilipollez, pero no todo el mundo es tan afortunado. Y no hay que irse muy lejos, más bien, mirar incluso en nuestro barrio, en nuestro vecindario.

¿Qué momentos te impactaron más en alguno de esos acontecimientos?

Positivamente te impacta, al menos en mi caso, la resiliencia de las víctimas, esa capacidad de levantarse y volverse a construir, cuando lo has perdido todo, o a todos. Tenemos un manantial interno de ayudar que siempre emerge en situaciones límite. Durante el tsunami del Sur de Asia de 2004 conocí a una mujer mayor indonesia que había perdido a 108 familiares, 108. Le quedó un pequeño terreno que donó para hacer un orfanato para las víctimas del tsunami. A esto me refiero. Negativamente me afecta la situación de niños y de niñas que, por haber nacido unos metros más allá, o acá, lo van a tener muy complicado, pese a las ayudas que puedan recibir puntualmente. Duele también perder a amigos.

¿Cuáles son las claves para realizar periodismo humanitario y de paz y transmitirlo de manera interesante y de calidad al lector?

Tratar de aplicar siempre las máximas del periodismo, especialmente en lo que se refiere a la veracidad de la información (antes hablábamos de ‘contrastar’ fuentes; ahora luce más hablar de ‘verificación); exprimir las posibilidades que te brindan las tecnologías de la información, las nuevas narrativas, las Redes Sociales, y, sobre todo, tener capacidad de empatía con las víctimas. Sí, lo que el reportero polaco Kapuściński definía como ‘ser un buen ser humano para poder ser un buen periodista’.

¿Siguen existiendo esos periodistas de raza que entran en el conflicto para informar desde el origen como antes?

Creo, francamente, que estamos ante una de las mejores generaciones de reporteros y de reporteras de terreno. La pena es que, muchos de ellos, no son reconocidos, no cuentan con el apoyo de sus empresas o trabajan para medios extranjeros.

Por @casas_castro

[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

tiempo-de-juego

“La radio es el medio que más se parece a la gente”

El profesional Rubén Martín lleva más de diez años no solo haciendo periodismo deportivo a través de la radio, sino también viviendo cada información, cada retrasmisión y cada partido con la pasión y la emoción que más agradecen los oyentes. En la actualidad forma parte del equipo coral del espacio deportivo Tiempo de Juego, en la COPE, junto a Paco González, Manolo Lama y Pepe Domingo Castaño.

¿Cómo defines la profesión de periodista?

Como contar lo que pasa, ofrecer información veraz, basada en hechos. Somos depositarios del derecho a la información. Es decir, es la profesión que proporciona información veraz a la sociedad.

¿Siempre te interesó el periodismo deportivo?

Siempre me interesó el deporte. Pero al periodismo deportivo llegué de rebote por un compañero de La Tribuna de Toledo que se fue. Luego pasé a Radio Toledo también enfocándome a esta temática. Y hasta ahora no la he abandonado y me encanta.

¿Cuáles son las claves para realizar periodismo deportivo de calidad informativa y de interés?

Las mismas que en cualquier otra sección o temática: hacer buen periodismo, ser fiel a los hechos e informar. A los estudiantes siempre les digo que hasta que no has dado diez noticias sobre un deporte, por ejemplo, no puedes opinar sobre él.

¿Crees que la gente llega a sentirse periodista deportivo cuando opina en las redes sociales?

En el deporte todo el mundo opina, sobre todo, en el fútbol. Aunque no sucede tanto con deportes minoritarios. La gente se ve con suficientes conocimientos como para opinar sin rebatir (incluso a los técnicos). Tal vez el problema haya sido que hemos bajado mucho el debate a la barra del bar. Que no lo veo mal, porque es mucho más atractivo para el espectador, pero muchas veces está más cerca del entretenimiento que del periodismo. Pasa tanto en radio como en televisión, donde los comentaristas son muchas veces futbolistas, no periodistas. Pero no son competencia para nosotros, ya que ellos hacen su papel, mientras que nosotros informamos.

¿Qué aporta la radio en la retransmisión de un partido, en espacios como Tiempo de Juego, que no tenga la televisión?

La radio es el medio que más se parece a la gente y que mejor se ha adaptado a la crisis. Ahora la tecnología permite mejorar la experiencia radiofónica y facilita su acceso y su trabajo en ella. Aportamos a través de ella algo distinto, una retransmisión coral, que se intenta copiar en televisión. Lo contamos todo con más pasión, relatamos emocionando. Un sensacionalismo, en el buen sentido de la palabra, que apela a la emoción y que lleva a que la gente se emocione. La radio crea fidelidad y te hace ser referencia para muchas personas.

¿Hay futuro en la profesión para los estudiantes de Periodismo?

Nunca se ha dicho que la profesión estuviera bien desde que yo estudiaba. Pero para los buenos siempre hay sitio. El periodismo es muy vocacional, requiere de mucho esfuerzo y sacrificio y devuelve poca gratificación. Se trabaja mucho y por poco dinero normalmente. Sobre todo, en el caso del periodismo deportivo, porque la información surge en el tiempo de ocio de la gente (verano y fines de semana) y es sacrificado. Al que le guste la profesión y esté dispuesto a ello, que lo haga.

Por @casas_castro
villarejo-analisis-tratamiento-mediatico

Los partes de guerra de la #influencer Radio Villarejo

La fonoteca de RNE no está mal, la verdad, pero ni punto de comparación con las grabaciones coleccionadas por el excomisario José Manuel Villarejo en los últimos treinta años. Cuando Franco decidió montar la radio “del bando nacional” para ofrecer el parte de guerra diario desde el cuartel general de Burgos jamás sospechó que un policía cordobés perfeccionaría el poder de las grabaciones de partes de guerra como arma de destrucción masiva. Como instrumento de propaganda para desgastar al enemigo. Que en el caso de Villarejo es transversal, como el amigo.

Es cierto, todo sea dicho, que la limpieza de los audios de Radio Villarejo no es óptima. Se diría que es analógica tirando a cutre pero no cabe duda de que José Manuel está triunfando con temas de hace diez años y sin parir medio #hastahg. Y con una producción, la de colocar micros escondidos, nada fácil. Que se lo digan al detective de Método 3 que tuvo que enterrar la alcachofa en un centro floral en La Camarga durante el vis a vis entre la entonces jefa del PP catalán Alicia Sánchez Camacho y Victoria Álvarez, exnovia de un Pujol.

Villarejo es una franquicia de radio cloaca con una audiencia generalista que difunde para cualquier medio y sobre un variado contenido. Desde las “corinnadas” del Rey Juan Carlos con la princesa Zu Sayn-Wittgenstein hasta las andanzas del Pequeño Nicolás, pasando por Bárcenas, los trapicheos de Ignacio González, en porcentajes o en áticos, la guerra fría contra el procés, los fraudes de Gao Ping, interferencias entre agentes de la policía y del CNI… Al jubilado más activo de la historia reciente de España le pasa como a su amigo Balta: según cómo le va el baile al político, empresario o medio de comunicación (en sus derivadas que enlazan con los poderes fácticos que no pasan por las urnas con la prensa), así se le considera. Cuando Balta despliega operativos antidroga por tierra, mar y aire, Baltasar Garzón es un héroe. Cuando acompaña a Felipe González en listas, cuando dimite, cuando intenta despejar la X de los Gal, en la instrucción Gürtel o en su impulso del reconocimiento a las víctimas del franquismo va generando por igual olés y abucheos según el público.

Salvando distancias siderales, lo mismo le sucede a Villarejo. Cambia la percepción mediática, pero él es el mismo. Un tipo con más peligro que un Miura toreado, un policía que más que al servicio público se ha dedicado al autoservicio. A coleccionar información sacada hasta por la vía “vaginal”, que diría él, para chantajear a empresarios, políticos y al periodismo para así facturar dinero y poder.

En las dos últimas embestidas de este Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco se ha evidenciado el bosque de intereses del ecosistema mediático. Toda fuente es interesada. Villarejo, el primero. Hay que valorar hasta qué punto distorsiana la veracidad de la información. El excomisario es tóxico, efectivamente. Más que el reactor de Chernobyl, una agencia de comunicación de fango. Pero de los audios interesa saber, sobre todo, si están o no manipulados en su edición.

La andanada sobre Corinna y las presuntas comisiones del Rey Juan Carlos en obra pública de Oriente Medio acabó siendo archivada por la Justicia por falta de indicios y por la inviolabilidad del monarca emérito. Los medios recibieron aquel serial, publicado inicialmente en el OK diario de Eduardo Inda, como un “chantaje al Estado”, en versión de La Razón o ABC o como la confirmación de las sospechas incubadas sobre silencios y tabúes de la Monarquía. En esta línea editorial militan El diario.es o Público, entre otros.

La última entrega de la cintateca Villarejo ha llegado a través del digital Moncloa.com. Con apenas un mes de vida, ha servido la exclusiva de los audios que evidencian que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y Baltasar Garzón son Lola y Balta para Villarejo. En la comida celebrada en octubre de 2009 en el Rianxo, a la que acudieron otros tres mandos policiales, el excomisario registró en su grabadora chismorreos (por ejemplo, sobre Marlaska) o “presuntos” de más enjundia, como las supuestas prostitutas menores de Cartagena de Indias, pero, sobre todo, se evidenció que el poder, en su versión cloaca, no entiende de partidismos.

Como siempre, unos subrayan el mensaje y otros se centran más desempolvar los trapos sucios del mensajero: Villarejo y la web Moncloa.com. Pocas veces un medio tan joven se destapa con un serial de tanto calado. Dilucidar si el mensajero es directamente Villarejo resulta clave para conocer si la filtración se enmarca en una estrategia judicial de presión por parte del excomisario encarcelado en Estremera. Digitales como El Independiente han entendido que en este caso el medio es el mensaje. Público, por su parte, ha seguido buceando en las cloacas de Interior para denunciar el juego sucio del excomisario. El País o la Cadena Ser se han empleado también a fondo. El director de la web de los audios, Joaquín Vidal, ha negado en cada aparición en La Sexta que la mano de Villarejo esté meciendo la exclusiva. El entorno de Villarejo también lo niega. Pero la Ser ha revelado que hay conexión. Moncloa.com está editada por Mercados y Estilos de Vida S.L., una sociedad constituida el 20 de septiembre de 2016. Su administrador es Alejandro Suárez, quien fue presidente del diario Qué! y de la revista Capital tiene un amigo y socio en común con Villarejo: el empresario Antonio Codías.

La supuesta conexión del excomisario de los bajos fondos con Moncloa.com para bombardear a la Moncloa offline está ya siendo investigada por el magistrado Diego de Egea, que ha pedido los audios. Mientras la mayoría de los medios jaleaba la publicación de estos registros sonoros, El País censuró que se difundiesen conversaciones privadas con intención, decía el diario, de “extorsionar al Estado”. “Nadie nos va a chantajear”, sentenciaba la ministra Delgado para jurar que no pensaba dimitir. “La libertad de expresión no lo resiste todo. Tendremos que empezar a mirar en qué tipo de regulación…”, reflexionaba la vicepresidenta Carmen Calvo. “Frente a las fake news.. algo tendremos que hacer”, apuntalaba la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. Matar al mensajero y/o descifrar el mensaje. Esa es la cuestión.

 

Abril Antara

redes-sociales-jose-manuel-rodriguez

“Las redes sociales sirven para llegar a tu audiencia sin pasar por el medio en el que trabajas”

El periodista José Manuel Rodríguez (@josemanuelrodos) ha dedicado toda su trayectoria profesional a resolver problemas y crear oportunidades para las empresas, desde internet y las redes sociales. Además, está especializado en desarrollo de audiencia, negocio y producto digital. Actualmente trabajo en consultoría, formación y contenidos como freelance, como él mismo afirma, “siempre buscando la excelencia creativa“.

¿Cómo defines la profesión de periodista?

Esa es una buena pregunta, porque no tiene una respuesta sencilla ahora mismo. Es decir, el periodismo para mí es contar historias que importan, es la base de nuestro trabajo y el valor de nuestra profesión de cara a la sociedad. Pero el término periodista ahora abarca más que antes porque implica que uno no solo tiene que saber contar historias para desenvolverse en esta industria. Ahora son necesarias competencias complementarias que en algunos casos son cada vez más importantes. Si trabajas en digital (que a fin de cuentas reúne vídeo, audio, texto, etc., todo lo que se puede hacer en cuanto a narrar algo) es recomendable que sepas de analítica, redes sociales, SEO, multimedia, etc. No a nivel experto, evidentemente, pero sí de forma que puedas entenderte con los especialistas en esas áreas y saber cómo tu trabajo puede estar mejor empaquetado para llegar a la audiencia que esperas que tenga.

¿A qué está llevando en la actualidad la transformación digital a las empresas?

Cada vez estoy menos de acuerdo con el término ‘transformación digital’. Prefiero hablar de ‘transformación cultural’, porque de lo que hablamos es de cambiar las culturas internas de las redacciones a través de la tecnología, sobre todo. Y esa es una tarea muy ardua, porque hay gente que se ha quedado al otro lado de la brecha y no quiere o no puede saltar. Y son precisamente las personas que más cobran en no pocas ocasiones, y eso en parte hace que las nuevas tengan salarios más bajos, adaptados a la nueva realidad de ingresos inciertos del sector. Todos estos procesos son largos y en realidad no tienen que llevar a nada. Esto es, la transformación cultural debería ser una dinámica permanente e iterativa que permita a las organizaciones estar preparadas para adaptarse a un entorno cambiante como el que vivimos. El objetivo no es llegar a algo, sino evolucionar de forma constante para que no te cojan a traspiés los cambios profundos en el ecosistema informativo que se van dando en muy poco tiempo. Quien mejor resume esto es Sun Tzu en ‘El arte de la guerra’, cuando recuerda que el ejército que llega antes al campo de batalla puede descansar, y el último tiene que pelear en cuanto aparece, con lo que lo hace agotado y frente a un rival fresco. En términos de adaptaciones al entorno, creo que las empresas pueden transformarse por convicción (sé que es lo que debo hacer y estratégicamente me conviene porque lo veo venir) o por obligación (no me queda otro remedio). En ambos casos el problema es el tempo: hacerlo demasiado pronto y quedarte solo en un escenario que no cambia contigo en la primera opción, o llegar el último a un entorno en el que las oportunidades se han agotado para ti en la última.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de plantearse arrancar un negocio 100% digital?

En este negocio ya solo puedes competir en dos ámbitos concretos: el nicho o la escala. Es decir, ser especializado en algo y hacerlo muy bien, como para que los lectores de esa temática se suban a bordo y puedas obtener una publicidad más cara por ese nivel de segmentación, o bien gracias a ingresos por usuarios en base a suscripción o membresía; o sumar mucho tráfico y que eso te permita rentabilizar volumen con publicidad más barata e intentar ingresos por usuario de otro modo. Hay otras opciones de ingresos (marketing de afiliación, eventos, acuerdos de explotación de contenidos con plataformas, etc.), pero diría que lo esencial es saber qué puedes hacer respecto a publicidad y usuarios. Dicho esto, para arrancar necesitas un buen plan, una financiación interesante (normalmente se habla de que empatar cuentas en el tercer año está bien) y gente dispuesta a tirar del carro contigo, porque el comienzo de todos los proyectos es complicado y requiere sacrificios.

¿Qué te aporta el trabajo freelance frente a formar parte de una plantilla?

Ser autónomo es en mi caso una elección más basada en mis ambiciones personales que en las profesionales. Es decir, quería tener un mayor control de mi vida y de mi tiempo, darme mayor margen para aprender otras cosas y, además, me mudé de ciudad. Actualmente trabajo en consultoría, formación y contenidos y hay meses mejores que otros, como en el caso de cualquier persona que trabaje por su cuenta. Creo que es importante tener claro qué puedes ofrecer, a qué clase de clientes y, sobre todo, establecer tus límites en cuanto a lo que no quieres hacer. Esto último me parece casi lo más importante.

¿Qué están suponiendo las redes sociales para los periodistas de hoy en el ejercicio de su trabajo?

Sobre todo, sirven como escaparate directo para llegar a tu audiencia sin pasar por el medio en el que trabajas o incluso sin trabajar para ninguno. Hay muchos casos exitosos de profesionales que han creado su comunidad en base a una identificación con su forma de entender este trabajo. Eso tiene repercusiones buenas y malas, porque esta es una profesión donde el ego predomina y tener una cierta cantidad de seguidores en redes sociales puede envanecer fácilmente. Pero lo bueno es que un profesional ya puede tener una voz más allá del medio que le pague y ser respetado y conocido por ella.

¿Cuál es el futuro de los jóvenes que estudian actualmente Periodismo en las facultades? ¿Qué oportunidades no deben dejar pasar?

El futuro es incierto para todos, los que vienen y los que estamos. Este sector se va transformando después de un proceso de redimensión a la baja causado por una doble crisis (económica y de transición al digital) y hay muchos factores en el aire que determinarán los próximos años. Yo les recomiendo que vean sus estudios en Periodismo como un punto de partida para crecer sobre él e incorporar distintas capacidades que les pueda hacer empleables en roles que hoy no manejan como opciones y que les haga estar preparados para ser los profesionales que los medios demanden mañana.

Por @casas_castro
Cómo evitar un titular #estafa como este en un digital

Cómo evitar un titular #estafa como este

Hubo un tiempo, más o menos cuando la Segunda Glaciación a vista del pajarito twittero, en que las escuelas y facultades de periodismo explicaban a los estudiantes que una noticia no era tal si no aclaraba cinco interrogantes, las clásicas cinco W’s: What, When, Where, Who y Why. Las cuatro primeras son más difíciles de responder de lo que parece. Porque la realidad es más compleja y poliédrica de lo que proyecta. El qué, cuándo, dónde y quién es uno, en primera lectura, pero la realidad suele tener tantos estratos como la arqueología y tantas capas como una cebolla. Así que, conforme el periodista, como peón de albañil del historiador, va adentrándose en cada asunto el argumento se transforma en tema. Y entonces ya no resulta tan fácil despejar incógnitas.

Porque el bosque de intereses en efervescencia política y social suele parecerse más a los reactores de las centrales nucleares que al festival de Woodstock. Paz y amor. Incluso en la noticia más cruda y desnuda, no resulta sencillo completar el puzzle de lo sucedido. Un accidente, en el kilómetro X de la autovía Z, como consecuencia de un golpe frontal entre un camión y un turismo. Hasta ahí, relativamente fácil. Pero Why, ¿Por qué? Aclarar la o las causas del accidente puede requerir de un atestado, varias periciales, testimonios enfrentados y puede que hasta un proceso judicial. Más complicado se antoja discernir los porqués de fenómenos tan complejos como una caída de las bolsas, una guerra comercial entre Estados Unidos y China, un atávico conflicto como el árabe-israelí o un resultado electoral. Los porqués confieren al periodismo el valor añadido, marcan la diferencia entre la capacidad de servir una fotografía epidérmica de la realidad o una radiografía de cierto calado sobre el flujo de intereses y poder que no siempre se advierten a simple vista.

Una vez realizado el trabajo de campo, procesados los datos y tamizados por todos los gatekeeper oficiales y oficiosos, ¿cómo se sirve el producto acabado? Los periodistas que escribían en el Bajo Pleistoceno, cuando las páginas se componían con tipos móviles inventados por un tal Gutenberg, atendían a la ley sagrada de la “pirámide invertida”, según la cual la prelación de ideas al redactar una noticia iba de mayor a menor importancia para garantizar que cuando se pasara la guadaña en la edición de la página no se segaran aspectos esenciales de la información. La regla universal de la pirámide tan teorizada por José Luis Martínez Albertos se mantuvo inquebrantable hasta que los redactores empezaron a editar sus textos sobre páginas maquetadas.

Pero antes y después, permaneció inquebrantable la norma de que el titular condensaba la idea fuerza de la noticia. “¿Este tema tiene titular?” “Cántame el titular” “No fuerces el titular “ o “No dejes que la verdad te arruine un buen titular” .. son expresiones que han formado parte de la jerga de la canallesca, del microcosmos de las redacciones. Porque el titular es la esencia destilada de la información, el santo grial del periodismo. En el reportaje, el titular ha de convertirse en un cañón de luz proyectado sobre la centralidad del tema que se aborda. En la noticia, el titular ideal e imposible sería aquel que sintetizara las cinco W.

El titular ha de ser comercial, por supuesto, ha de tener gancho y atraer el lector, cogerle por la solapa, sacudirlo y abrir su apetito como lector. Pero sin trampas, sin conservantes, ni colorantes, ni aditivos. Y no hay peor estafa que vender el vacío, la nada, la no noticia.. La estafa hasta hace poco consistía en querer colocar como un watergate que el perro muerde al hombre, cuando ese dentellazo forma parte de la normalidad y lo normal no es noticia. Ahora el timo 2.0 consiste en pretender el scoop con una noticia que no tiene ni perro, ni hombre, ni mordiente. Sólo un titular y un enlace a ninguna parte. Es el fenómeno clickbait, la peste que ha asolado las redacciones con mal llamados titulares gancho, cebos periodísticamente grasientos que aportan cero nutrientes al cerebro del lector, al que convierten en un número, en un click con el que maquillar la ausencia de periodismo en las redacciones y la escasa fe que algunos editores tienen en invertir en periodismo como salida a la crisis del modelo de negocio de papel. Decía Marshall McLuhan que el medio es el mensaje. A más de uno parece que le sale a cuenta entender que el formato es el mensaje y que el formato digital comporta frivolidad y vacuidad. Cuando el periodismo, el mensaje es inmortal, así sea por señales de humo, paloma mensajera o pájaro azul. Por fortuna, Google se percató de la estafa.

Abril Antara