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“El podcast tiene un brillante futuro por delante”

La tecnología y los ‘gadgets’ a través de los que la utilizamos están cambiando nuestra realidad actual de manera veloz en los últimos años y el periodista Ángel Jiménez de Luis (@angeljimenez) es consciente de ello y, por ello, se especializó hace más de 15 años en estas materias. Es colaborador habitual de Ariadna y Eureka (El Mundo), Elmundo.es, Ocholeguas.com y Fuera de Serie (Expansión).

¿Cómo definirías la buena práctica de la profesión periodística?

Encontrar historias que sean relevantes o necesarias para tu audiencia y contarlas de forma clara, sencilla y dándoles el contexto necesario para entender por qué son importantes.

¿Qué hay que tener en cuenta para informar (y no desinformar) a través de las redes sociales por parte de los periodistas?

Verificar la fuente y tener en cuenta quién está lanzando el mensaje en la red social y si es una parte interesada. Verificar las fuentes en las redes es fundamental, sobre todo, en esta época en la que nos hemos acostumbrado a no levantar el teléfono o mandar un correo y fiarnos de cualquier cosa que se vuelve viral o viene de otro medio al que atribuimos cierto nivel de fiabilidad.

¿Cuáles son las claves para informar sobre tecnología de manera veraz y con calidad?

Lo principal, ponerte en la mente del lector y tratar de entender por qué le puede interesar lo que estás contando, cómo le afecta y cuáles son las dudas que pueden surgirle tras leer lo que publicas. En temas de ciencia y tecnología, también, tener siempre a mano a personas que puedan explicarte aquellos detalles más complejos o técnicos en los que tú no tengas un dominio adecuado.

¿Se interesan hoy más los medios generalistas por la información tecnológica que hace 15 años? ¿A qué es debido?

Sí, sin duda. La razón es que la tecnología está presente de forma mucho más evidente en nuestro día a día y el ritmo de cambio y evolución se ha acelerado. Nos comunicamos a través de redes sociales, tenemos todos un pequeño ordenador en el bolsillo y usamos apps que están empezando a afectar a la sociedad en varios niveles. Todo esto ha contribuido a que exista una mayor necesidad e interés en la tecnología por parte de un público que hace 15 años tampoco le prestaba excesiva atención.

¿Cuáles son los ‘gadgets’ que están, van a o deberían revolucionar las redacciones en los próximos meses por su importancia para la sociedad?

El smartphone. Aunque ya lo ha hecho. Es la herramienta indispensable del periodista hoy en día. Es una cámara, una grabadora, un enlace con fuentes y datos y el medio a través del que la audiencia acabará informándose. Vamos a ver experimentos con nuevos medios, como cámaras 360 o realidad virtual, pero al final todo vuelve al smartphone como núcleo del actual flujo de trabajo.

¿Los radioyentes hacen más uso hoy de los podcast que del directo para informarse por radio?

Que del directo todavía diría que no. La radio tiene todavía un valor importantísimo en el directo, como la televisión. El podcast tiene otro ritmo y suele ser un medio que se aprovecha más en diferido. No es técnicamente imposible y hay podcasts que se graban y emiten en directo. Llegará también a ese mismo punto en el que ahora están, por ejemplo, redes sociales visuales como Instagram o plataformas como Youtube, que a menudo llegan antes con vídeo en directo que la televisión. Pero el podcast tiene un brillante futuro por delante y no solo para medios de comunicación. Es un formato que estamos empezando a explorar y del que aún hay mucho por descubrir. Y aunque no va a acabar con la radio de la noche a la mañana, sí que va a tener una relación simbiótica con el medio y va a alterar la forma en la que se hace radio hoy en día.

¿Existe futuro para los estudiantes que ocupan hoy las aulas de las facultades de Periodismo?

Mucho, pero posiblemente en formas que no se acomodan a las estructuras y tipologías tradicionales de medios. Si algo queda claro al analizar, por ejemplo, el panorama de medios norteamericano es que hay muchas nuevas fórmulas, aplicaciones y servicios que investigar. Algunos no funcionarán, otros sí, pero al final hay una necesidad inherente en la sociedad de comprender el mundo y lo que pasa en él, de que alguien explique qué es importante, qué no y por qué.  Lo que tiene que tener presente cualquier estudiante de Periodismo, hoy en día, es que el periodismo no se tiene que hacer solo en radio, televisión o prensa tradicional, que en el futuro habrá una enorme variedad de formatos y tecnologías y que parte de su trabajo va a ser saber adaptarse a estos cambios de manera rápida o directamente propiciarlos inventando nuevas herramientas y narrativas.

Por @casas_castro
Facebook Snooze

Facebook Snooze, el botón que silencia lo que no quieres ver

Con Facebook Snooze parece que ha escuchado las plegarias de muchos usuarios. Si estás cansado de ver imágenes de las espectaculares vacaciones de un amigo, de leer las incesantes quejas de otro o las cansinas ofertas de la empresa de tu vecino, la red social ha habilitado Snooze. Este botón permite dejar de lado temporalmente a amigos, páginas o grupos durante 24 horas, 7 o 30 días.

De esta manera, se resuelve un posible conflicto, ya que no obliga a cortar la conexión con esa persona o página de empresa, y el usuario controla lo que ve. Facebook se beneficia de que esa persona vaya orientando las publicaciones que van apareciendo, tanto de anuncios como de las actualización que los amigos vayan realizando. Es decir, muestra las historias que un usuario considera más relevante.

De momento, Snooze se está testeando en Estados Unidos, según la web Techcrunch. Cuando llegue a España se podrá activar de la siguiente manera: en los perfiles personales hay que desplegar la parte superior derecha de la publicación de alguien. Actualmente aparece la opción de “Dejar de seguir”, pero se le añadirá “Dejar de seguir o aplazar”. Se pincha en este apartado y se pospone el tiempo que se desee, o puede dejar de seguir de forma permanente.

Con esta nueva modalidad, Facebook trata de buscar una manera para que el usuario controle su feed personal, ya que ha habido quejas de que lo que va surgiendo está a merced del algoritmo de esta red social. La última opción ofreció en este sentido fue “Dejar de seguir”, que permite seguir siendo amigo, pero desterrándolo del muro.

Como explica Techcrunch, con Snooze, “se ha encontrado una forma de disminuir el ruido que genera una persona, un grupo o una página, de una forma obvia e intuitiva, pero no prohíbe que Facebook muestre sus publicaciones más importantes más adelante”. En este sentido, aunque parezca lo contrario, las páginas y grupos podrán contar así con usuarios reales y que estén interesados en lo que se cuenta. Además, reducirá las posibilidades de que dejen de seguirles.

Hasta que el botón de Snooze llegue a España, Facebook sigue modulando lo que ve la gente en función de lo que le gusta, hace clic, comenta o comparte, es decir, según sus interacciones y el algoritmo que emplea. Eso sí, con Snooze el usuario tendrá más control sobre lo que va apareciendo, por lo que no será el sistema creado por la red social el que diga lo que se puede ver, sobre todo, en las primeras posiciones.

¿Qué es un hacker? - Origen y tipos de hackers

¿Qué es un hacker?

Un hacker en el imaginario popular español es un individuo capaz de irrumpir en los sistemas de seguridad de una compañía o un particular. Sin embargo, esta figura tiene una historia de trasfondo que rompe con este estereotipo mal definido y explica sus verdaderas funciones.

El hacking se fraguó con la inquietud de un grupo de jóvenes curiosos, que quería aprender y evolucionar en materia de la defensa y no defensa de la red de diversos organismos nacionales e internacionales. Como en aquel momento no había información a disposición de estos jóvenes, al margen de la ley fueron investigando por su cuenta  y perfeccionando tanto sus conocimientos como la técnica a través de la experiencia.

Por tanto, el término hacker no hace referencia a un ladrón de datos, como vulgarmente se creee, sino a un conocedor de los sistemas, que disfruta con algo y quiere aprender más. De hecho, el PC, el desarrollo de Internet o el sistema operativo Linux, por ejemplo, son obra de hackers.

En la obra Hackstory.es: La historia nunca contada del underground hacker en la Península Ibérica, su autora, Mercè Molist, explica que en España han existido desde siempre hackers de gran nivel y hemos tenido a nuestro alcance todo un mundo “underground” que en la década de los 90 ya tuvo una gran repercusión junto a la expansión de Internet. Y aunque comúnmente hablamos de los hackers en el ámbito informático, lo cierto es que este concepto puede ser extrapolado a todos los sectores, porque un hacker es alguien con un nivel de conocimientos superior al de mayoría en un área concreta.

No obstante, es importante discernir entre lo que se conoce como un hacker bueno y uno malo. Según señala Mercè, experta en la materia, para saberlo, hay que dar respuestsa a dos preguntas:  ¿qué haces y por qué lo haces? Los hackers buenos dedican su conocimiento a construir cosas y arreglar, mientras que los malos lo emplean para destruir cosas o molestar. Cada perfil tiene sus propias motivaciones, pero no persiguen el mismo fin.

Cómo se encuentra el hacking en España

Después de conocer de forma superficial la figura de un verdadero hacker, es importante destacar que ellos son los artífices de crear la red, lo primeros ordenadores, los programas y sistemas operativos que dieron vida a los primeros PC’s. De hecho, en el mundo del haching se dice que Internet es la hija del mismo.

Así pues, en España, a pesar de la falta de presupuesto, se cuenta con una cantera de hackers, que motivados por la curiosidad exploran por su cuenta los sistemas de seguridad para encontrar los fallos y subsanarlos.

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Las 3 apps de móvil más extremas

Aunque los expertos vaticinan la próxima llegada del fin del boom de las aplicaciones de móvil ‘que todo lo pueden’ o ‘que pueden ayudarte en mil y una cuestiones’, han surgido recientemente algunas que, tal vez no sean las más útiles del mundo, pero a las que a creatividad, ingenio y humor no gana ninguna otra.

Tres destacan como las apps de móvil más extremas de Google Play y App Store en nuestro país y fuera. Tomad nota y echaos unas risas con ellas:

Abusive Gym Reminder. ¿Necesitáis un entrenador que os anime a ir al gimnasio cuando la pereza o el cansancio se apoderan de vosotros? No os hace falta, porque esta aplicación suple gratis esta tarea de la manera más divertida y agresiva, por lo que, si sois fáciles de deprimir, no os la descarguéis. Solo tenéis que indicar en ella vuestros horarios de ejercicio y dónde se encuentra vuestro centro deportivo y, cuando no cumpláis con la rutina, os enviará mensajes a la mañana siguiente recordándoos lo poco disciplinados que sois (por decirlo de una forma más delicada).

Frases de Mariano Rajoy. Poco hay que explicar de una app con un nombre tan cristalino. Su autor la ha ideado con el fin de divertir a todo aquel que quiere sentirse el alma de la fiesta en sus reuniones con amigos. Citas míticas del presidente del Gobierno como “Lo que nosotros hemos hecho, cosa que no hizo usted, es engañar a la gente”, “Fin de la cita” o “Somos sentimientos y tenemos seres humanos” se pueden encontrar en la herramienta móvil junto a otras muchas. Existen otras versiones de la aplicación dedicadas a recordar las palabras más míticas de personajes conocidos como el cantante El Fary o el tertuliano deportivo Alfredo Duro.

The Last Hit. ¿Os imagináis algo peor que morir en un accidente de tráfico? Lo hay: hacerlo mientras escucháis la canción más fea o absurda que os pueda parecer. “Una vez oí la historia de un hombre que tuvo un accidente y cuando llegó el SAMUR tenía el CD enganchado y se reproducía en bucle la canción ‘Vivir así es morir de amor’ de Camilo Sesto. Por un lado, pensé en la agonía de esa persona y, por otro, en cómo podía ser de ridículo ese momento para que se acabara extendiendo”, explica Víctor Arcas, coautor de esta herramienta móvil, que os permite seleccionar vuestro tema favorito para que cuando el teléfono detecte un movimiento brusco (en el caso de que suceda; esperemos que no), lo reproduzca a todo volumen. Aunque un tanto oscura, es de lo más ingeniosa y le daría un buen sabor de ‘oídos’ a vuestro último aliento.

Por @casas_castro
Foto: @Marga_Ferrer
Conexión a Internet

Cuáles son los países con mejor conexión a Internet

Desde hace años, los países con mejor conexión a Internet se han convertido en referentes a nivel tecnológico. La Red es ya un bien de primer de orden cuya rapidez tratan de incrementar los Estados para no situarse a la cola de la brecha digital. Actualmente, además, se mide tanto la conexión con banda ancha como la que se realiza a través de los móviles, pues estos superan ya al PC como dispositivo principal de entrada a Internet en países como España, según la Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC).

Antes, la velocidad de la conexión a la Red se medía en kbps, mientras que, actualmente, se hace en megas por segundo (Mbps). Y en un futuro se medirá en gigas por segundo, cuando el 5G sea una realidad. Hecho este apunte, hay que destacar que existen grandes desigualdades en el mundo en cuanto al disfrute de la velocidad de Internet.

Speedtest, el servicio mundial para medir la conexión a Internet, ha actualizado su informe este año con un ranking de países a partir de sus datos, extraídos de las consultas de usuarios que realizan en la plataforma para conocer la velocidad de red. Se trata de 128 naciones ordenadas de mayor a menor rapidez, tanto en banda ancha como en móvil.

Así pues, Singapur se sitúa en el primer puesto de la lista elaborada por Speedtest. Es decir, tiene la mejor conexión a Internet del mundo en banda ancha fija al situarla en 166.4 Mbps. En segundo lugar se encuentra Islandia, con 161.98 Mbps, desbancando así a los países asiáticos, hasta ahora en lo más alto de la tabla: Hong Kong aparece en el tercer puesto (136.25 Mbps) y Corea del Sur en el cuarto (133.05 Mbps). En la quinta y sexta posición surgen los países del Este de Europa: Rumanía y Hungría.

¿Y España? La encontramos en el número 20 con una velocidad de 67.58 Mpbs, por delante de países como Reino Unido o Alemania. No obstante, la diferencia con Singapur es grande. En los últimos lugares se halla Latinoamérica (Venezuela cierra el ranking), Oriente Medio y algún país de África de los que se tienen datos, como Ghana.

Respecto a la velocidad promedio de Internet en los dispositivos móviles, Noruega se encuentra a la cabeza con 62,75 Mpbs, por lo que los habitantes del país escandinavo disfrutan de la mayor rapidez del mundo en sus smartphones. En segundo lugar, vuelve a aparecer Singapur, seguida de los países europeos Holanda e Islandia. El quinto lugar es para los Emiratos Árabes. Así pues, estas primeras posiciones son copadas por naciones de Europa principalmente. Mientras, España se ubica en el puesto 28 con 32,38 Mpbs. Oriente Medio y Latinoamérica continúan en la parte más baja de la clasificación, con Irak en último lugar.

Los datos demuestran la brecha digital que existe entre los países menos desarrollados de Oriente Medio y Latinoamérica y los del norte de Europa y gigantes asiáticos, así como los petrolíferos. Incluso en el ranking apenas aparecen países africanos. Por tanto, la desigualdad económica y social también se evidencia en el acceso a Internet a la población, un aspecto cada vez más necesario en nuestras sociedades y que impide que la población pueda informarse en los medios digitales, realizar gestiones o disfrutar del ocio que ofrece Internet.

¿Tiene futuro el periodismo medioambiental?

¿Tiene futuro el periodismo medioambiental?

En los últimos años se ha publicado una cantidad ingente de información acerca del cambio climático, la sostenibilidad y el medio ambiente, etc. Múltiples internautas, webs, blogs y medios de comunicación se han hecho eco de los hallazgos de los investigadores pero en ocasiones la falta de rigor y de veracidad de estas plataformas ha creado una alarma social por el sensacionalismo empleado a la hora de formular titulares. Ante esta vorágine de afirmaciones y este incipiente interés por parte de la ciudadanía de conocer en mayor profundidad estos asuntos, los profesionales de trinchera abogan por la divulgación científica y, por supuesto, por la especialización en el sector.

Desde la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), puntualizan que hay futuro en el periodismo medioambiental, siempre y cuando vaya respaldado por una buena preparación, formación y una exposición de los contenidos, que sea ingeniosa y de calidad. En este sentido, ya existen perfiles que ejemplifican el buen hacer de este tipo de periodismo como es el de Ricardo Fraguas Poole, periodista de referencia en España que se dedica a la difusión y a la promoción de la sostenibilidad.

Su obra “Amor y Sostenibilidad” y su trabajo en el programa radiofónico Emisión Cero corroboran que efectivamente existe futuro para el periodismo medioambiental. De hecho, su faceta de escritor le ha llevado también a retratar el paradigma del cambio climático y el espectro social desde la investigación, mostrando para ello las evidencias que llevana a asumir a la sociedad realidades distintas de las que se han dado a conocer en los medios.

Según Poole, “la realidad del petróleo no es nada nuevo que no se pueda llegar a saber pero tampoco se trata de una información de fácil acceso para la ciudadanía y que veamos a diario en las portadas de los medios de comunicación“. Sin embargo, afortunadamente se está produciendo un cambio, aunque todavía queda mucho camino que recorrer.

Tal y como resalta Poole en su libro, es necesario trasladar a la sociedad la tranquilidad de que conocemos los recursos y tenemos la capacidad para abordar esta situación y terminar con la falta de agua potable, de alimentos y concibir un estado de bienestar en el que todos tengan acceso a la educación, a la sanidad y a un trabajo digno. Ese es precisamente el mensaje que hay que transmitir desde el lado periodístico y no alimentar los bulos como la extinción del cacao en 30 años y la apocalipsis que auguran portales de dudosa credibilidad.

Es por tanto deber del profesional indagar en las investigaciones científicas y rescatar el dato que corrobore dichas afirmaciones o negativas que realicen estos portales o medios, en algunos casos, para poder esclarecer las dudas que afloran en el imaginario propular ofreciendo una información clara, concisa y veraz. Si todo ello se cumple el periodismo medioambiental continuará prosperando y desempeñará un papel fundamental en el ecosistema social, como transmisor de esta información.

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“Aspiro a que los lectores piensen que aún no está todo contado”

El periodista Antonio Martínez Ron se ríe al ser preguntado por el interés que en la actualidad pueda tener el Gobierno por la investigación científica, aunque ya no estemos sumergidos de lleno en la crisis económica. Una risa enlatada y sarcástica detrás de una temática a la que lleva dedicando gran parte de su carrera profesional, la ciencia, tanto en prensa como en radio y en televisión.

Es el responsable de proyectos digitales de divulgación exitosos como Naukas.com y Fogonazos.es, trabaja como redactor jefe de Next (Vozpopuli.com) y es colaborador de la revista Quo. También es autor de los libros El ojo desnudo (Crítica, 2016) y ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos?, director del documental El mal del cerebro y creador del podcast Catástrofe Ultravioleta.

¿Cómo definirías el periodismo en pocas palabras?

No recuerdo cuál era la definición canónica que nos daban en la facultad, pero te diría que el periodismo consiste en ir, tratar de entender y contar. No creo que haya un oficio más fascinante.

¿Cómo llegaste al periodismo científico?

Cuando yo estudiaba la carrera, el periodismo científico se mencionaba de pasada en una asignatura llamada ‘Periodismo especializado’, pero ni siquiera era una posibilidad real de futuro, al menos en mi universidad. Por suerte creo que las cosas han cambiado y ahora los estudiantes tienen otra perspectiva. Yo llegué al periodismo científico a la vez de rebote y de forma natural, porque eran el tipo de historias que siempre había querido contar y encontré la manera de dedicarme a ello.

Ahora que se vislumbra la luz después de años de crisis, ¿crees que se vuelve a dar algo más de importancia a la investigación científica desde el Gobierno o que no ha mejorado la situación?

(Risas enlatadas)

¿Cuál es el panorama actual de la divulgación científica en los medios generalistas? 

Hay honrosas excepciones, pero a mi juicio sigue siendo un panorama bastante desolador. Los medios siguen sin dedicar a la ciencia un espacio equivalente al que le dedican a otras cosas mucho menos relevantes para nuestras vidas.

¿No ha mejorado la situación entonces?

La divulgación está ganando terreno en algunos campos en concreto, como la nutrición, pero en otros sigue siendo un desierto. En los informativos de televisión, que siguen siendo una referencia para una mayoría de la población, sigue siendo raro que aparezca una noticia científica. Y cuando aparece es casi peor, porque a menudo se aborda sin rigor.

¿Cuál es la última noticia sobre ciencia que has conocido, de elevada relevancia, pero poca difusión en medios?

¡A ti te la voy a contar! ¡Ja, ja, ja! No, es broma. Puedes entrar en Next Ciencia y encontrarás muchas historias que te sorprenderán, pero que no has visto en los grandes medios o en horarios de máxima audiencia. En general siempre tiene más difusión lo más llamativo, aunque su trascendencia real sea menor. Por ejemplo, se han dedicado horas y horas al descapotable espacial de Elon Musk y a otras misiones de NASA o ESA, con resultados científicos interesantísimos, no se les dedica ni un minuto.

Siendo la ciencia una temática que en radio suele quedar más relegada a la noche, ¿cómo conseguías captar la atención del espectador radiofónico a través de tu colaboración en ‘Te doy mi palabra’?

En las tres temporadas y media en las que estuve intenté hacer lo que pude, llevando la ciencia a un público que no está muy familiarizado con ella. El truco está en contar historias que nos afectan a todos, ya sea nuestra salud, nuestra relación con la tecnología o nuestra forma de entender la realidad. Es lo que hacemos también en el podcast Catástrofe Ultravioleta y lo que hemos hecho en Onda Marciana.

¿Crees que la sociedad en general se ha hecho menos curiosa que en los años 70 y 80 con respecto a las informaciones de ciencia o que espacios de entretenimiento como Big Bang Theory han vuelto a reavivar ese interés a través de la comedia?

La sociedad siempre es curiosa, pero cambian los focos de atención. En los 70 y 80 aún estábamos fascinados por la carrera espacial; hoy nos flipan más las historias de robots y algoritmos, los coches automáticos o la posibilidad de vivir 200 años. Los intereses cambian de la misma manera que cambia la sociedad.

¿Qué destacas de lo que el lector puede descubrir a través de El ojo desnudo y ¿Qué ven los astronautas cuando cierran los ojos??

Cuando escribo un libro intento transmitir, sobre todo, la fascinación por la ciencia y la manera en que se hacen los grandes descubrimientos. Y aspiro a que los lectores piensen que aún no está todo hecho ni está todo contado, ¡y que la realidad es alucinante!

Por @casas_castro

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¿Cómo se informa un estudiante de Periodismo hoy?

La pregunta es tan sencilla como compleja. Los futuros periodistas acceden hoy a la información de una forma muy diferente a como lo hacíamos antes. Pocos se manchan las manos con tinta, como pocos son también los que esperan de forma pasiva a que comience un programa en la televisión, ya sea de entretenimiento o informativo.

Desde la percepción del día a día, y a través del contacto habitual con estudiantes de Periodismo, se podría afirmar, aún sin carácter científico, que los plumillas del futuro apuestan por el consumo de un tipo de información especializada, a la que acceden a la carta y preferiblemente a través de los medios digitales, las redes sociales y la televisión. Una percepción que podría ser respaldada tanto por la mencionada experiencia en primera persona como por fuentes que apuntan hacia ese perfil; por ejemplo, las conclusiones de expertos de 30 países dentro del informe “Journalism Students Across the Globe: Identity and Challenges ina Changing Enviroment”.

En esa misma línea, Elvira García de Torres, profesora de Periodismo digital del UCH-CEU y directora del Observatorio de Investigación en Medios Digitales (Oimed), apunta que “los estudiantes de Periodismo se informan a través de la televisión, de la web y de aplicaciones mediante notificaciones que luego comparten en las redes sociales. Están más acostumbrados -continúa la docente- a consultar diferentes fuentes y a contrastar la información”.

Con todo, independientemente de las fuentes informativas de las que se nutren los futuros periodistas, el debate en torno a la perdurabilidad de medios tradicionales como el papel prensa sigue encima de la mesa con el interrogante: ¿hasta cuándo saldrán periódicos de la rotativa? Porque, si los jóvenes estudiantes de Periodismo se informan por otras vías, ¿cómo se informan los que no tienen la vocación profesional periodística?

Cada vez, y también desde un punto de vista empírico, es más difícil “divisar” en lo cotidiano a lectores de periódicos menores de 35 años. Como también lo es encontrar personas leyendo el diario en puntos donde antes había que guardar cola: léase bares, bibliotecas y otros espacios de lo público.

Si a ello sumamos que la televisión carece de una oferta temática ad hoc para jóvenes, que sustituyen los rayos catódicos por formatos adaptados a su target como los vídeos de Youtube y otras plataformas audiovisuales de contenidos en streaming como Netflix o HBO; ¿hacia dónde camina, pues, el estudiante de Periodismo en relación a sus fuentes de consumo de información y entretenimiento y a las audiencias que consumirán los contenidos que trabajarán los nuevos periodistas?

¿Dónde quedará ubicada la información periodística especializada en este nuevo contexto? ¿quiénes la consumirán y bajo qué formatos? ¿Terminarán siendo las empresas las únicas informantes sectoriales de sus contextos periodísticos?

Un post de @os_delgado o @360gradospress
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“Podemos estar ante un periodo dorado para el periodismo”

El atentado del 11-M, la presidencia de Zapatero, la crisis del estado catalán, el reinado de Felipe y el auge de la política de Podemos y de Ciudadanos son los hitos acaecidos en nuestro país que el periodista Iñaki Ellakuria subraya como imprescindibles en su trabajo como redactor de La Vanguardia. En la carrera de este profesional de la información también destaca el Premio Internacional de Periodismo Rey de España 2006 que recibió por su investigación junto al periodista Eduardo Martín de Pozuelo sobre los ‘documentos desclasificados de Estados Unidos’.

¿Cómo define la buena labor periodística?

Informar desde el rigor y la honestidad, ya sea de un partido de fútbol, un escándalo político o un incendio devastador. Esa es la esencia, pero también intentar llevar al ciudadano todos aquellos datos y hechos que los poderes fácticos tratan de ocultar o disimular.

¿Qué balance rápido haces de tu trayectoria como periodista desde tus comienzos?

Por un lado, he vivido en primera persona la transformación tecnológica de las redacciones. Lo bueno (la rapidez y la inmediatez de las nuevas herramientas) y lo malo (una tendencia a la vulgarización de los trabajos periodísticos, la deshumanización de las redacciones, etc.). Empecé de becario en la redacción de ABC en Barcelona. Era el año 2001, un momento en el que Internet era una anécdota en el trabajo periodístico. Casi ni el correo electrónico se utilizaba, con, por ejemplo, crónicas enviadas todavía por fax. El cambio en ese sentido ha sido abismal. Por otro lado, he cubierto como redactor de política en La Vanguardia un periodo muy intenso, con el atentado del 11-M, la presidencia de Zapatero, la crisis del estatuto catalán, los gobiernos tripartitos en Catalunya, el fin de ETA, el inicio del proceso independentista, el reinado de Felipe, el auge de la “nueva política” con Podemos y Ciudadanos. Da cierto vértigo recordarlo.

¿Cuáles son las claves para la elaboración de una pieza periodística sobre política de manera eficaz y de calidad?

Primero, una buena estructura y un redactado claro, ágil y conciso. Muchas veces tendemos a olvidar que el lector no tiene por qué estar informado sobre aquello que estamos explicando. Otro error es confundir los géneros, olvidando por ejemplo que previamente a la opinión es esencial que el lector tenga todas las claves informativas. La interpretación de los hechos y su contextualización, imprescindibles en una pieza de política, no deben confundirse con la opinión. Segundo, conocimiento de primera mano, es decir, saber y conocer bien de lo que se va a escribir y utilizar buenas fuentes y, a poder ser, propias.

¿Cuál es el panorama actual de la política en nuestro país y su tratamiento periodístico?

Como sucede con la cuestión catalana o en Estados Unidos con Trump, se tiende al espectáculo. Y no es responsabilidad solo de los medios. El flujo de información permanente que generan las redes sociales empuja a los medios y a los políticos a generar contenido a todas horas, lo que reduce a la fuerza la calidad del debate político y de los productos periodísticos.

¿Crees que Puigdemont está copando demasiadas páginas de política en los medios digitales y en papel?

Sin duda, la estrategia de Puigdemont es seguir en el centro mediático. Necesita estar en el centro del debate para no convertirse en una anécdota y, hábilmente, lo está consiguiendo. Como periodista que es y experto en nuevas tecnologías y redes sociales, está con sus tuits, mensajes, reuniones y ocurrencias nutriendo a los medios.

¿Qué opinión te merece el tratamiento que se está haciendo de la política catalana en los medios nacionales?

Hay de todo. No me gusta que se trate un problema tan grave como una suerte de espectáculo deportivo, pero la tendencia de cubrir todo desde la hipérbole sensacionalista es un vicio muy extendido. Hay mucho ruido, poca reflexión. Pero en general, y al margen de las posiciones editoriales de cada medio, las informaciones sobre Cataluña que salen en medios de Madrid están hechas por grandes profesionales que son catalanes o que viven en Catalunya y, por lo tanto, conocen bien lo que pasa.

10 años después de la publicación de La guerra ignorada, ¿cómo definirías el papel que tuvieron los espías españoles que ayudaron a los aliados en la II Guerra Mundial?

Fueron en muchos casos héroes anónimos. Es muy conocido el caso de Joan Pujol, alias “Garbo”, pero, como explicamos en el libro, hubo muchos otros que participaron activamente, incluso pagando con su vida por ello, en esa guerra soterrada. Tanto con las agencias de inteligencia aliada, como la alemana y la italiana. España fue pese a su neutralidad uno de los escenarios de la II Guerra Mundial.

¿Hay futuro para los jóvenes que estudian Periodismo actualmente en las facultades españolas?

Si bien es cierto que los principales medios, tanto de prensa escrita como de televisión, están en plena crisis por la revolución tecnológica, al no encontrar la manera de conseguir los suficientes ingresos para mantener una estructura profesional que garantice sus estándares de calidad, podemos estar ante un periodo dorado para el periodismo. Las nuevas tecnologías ponen al alcance de muchos periodistas herramientas impensables hasta hace pocos años.

Por @casas_castro

Twitter y Facebook

¿Sigue siendo Twitter una herramienta útil de comunicación?

¿Cuántos seguidores tienes? Me da igual, como tienda de soluciones para jardines y el hogar me importa más qué retorno especializado me brinda un perfil de 300 seguidores al que le gusta aprender soluciones para el bricolaje que uno de 30.000 al que no le interese mi cortacésped ni lo haga interesante para su comunidad, más aficionada al chisme, al fútbol o a la ópera. Pero, ¿cómo es la comunicación con ellos vía Twitter? Trato de dinamizar contenidos de interés, originales, de calidad periodística; salgo al paso de tuits que pregunten por especificidades técnicas y procuro resolver con agilidad y documentación práctica las dudas que suscitan tanto las informaciones como las interacciones en que participo con mi cuenta corporativa.

¿Tienen vigencia estas preguntas y respuestas imaginarias?

No se trata de un pasatiempo o de una adivinanza. Twitter ha cambiado de vigencia, por lo menos en cuanto a número de usuarios activos y al perfil tipo de tuitero. Antes, un tuitero era influyente en cuanto que usuario de esta red social. Solo por tuitear ya formaba parte de una comunidad simpática de personas que por el mero hecho de ser tuiteros tenían una empatía recíproca. Daba igual si uno era periodista, marketer, abogado, publicista, sastre, cortador de jamón o taxista. Uno podía terminar organizando un evento al que daba voz y voto al resto, por acción u omisión; por tomar la palabra o por tuitear como asistente lo expuesto en ponencias de formato anglófilo.

¿He respondido a la pregunta anterior?

Parece que no, pero a ver si ahora lo consigo. Los usuarios fantasma, los robots, los inactivos, los influencers, los famosos, los políticos… han echado de Twitter a los anónimos influyentes. Por lo menos a los que se divertían combinando su faceta profesional con la extraprofesional y confluían en una verdadera red social de afinidades con esos otros usuarios multidisciplinares que retroalimentaban tendencias, gustos, gadgets, tecnología, posicionamiento, verdades y mentiras a medias sobre el acontecer y el social media. Buena parte de ellos imparten hoy sesiones en los numerosos másteres y grados formativos que han surgido al albur de esas experiencias. Porque sin éstos no hubiera formación; porque ellos aprendieron a golpe de tuit de los otros, de aquellos y de esos.

¿Ya está respondida?

No, claro. Que lo haga Twitter. Para que con todos sus 280 caracteres no se olvide de quienes ayudaron a conectar empresas, marcas, compañías, medios de comunicación y patrocinadores con personas, personas y más personas afines, entre clientes y audiencias especializadas en escuchar, interactuar y compartir.

Entonces, ¿sigue siendo Twitter una herramienta útil de comunicación para las empresas?

Toma, claro.

Posted by @os_delgado o @360gradospress
Photo @marga_ferrer